Pocos países han sido tan castigados por las crisis (y tan recurrentemente) como Argentina. El único efecto positivo de estos vaivenes económicos ha sido la constancia demostrada a la hora de volver a levantar cabeza, un carácter que ha quedado marcado a fuego en todos los campos de la sociedad. “El movimiento emprendedor aquí siempre fue muy activo y con mucha capacidad de superación porque históricamente las condiciones para emprender no fueron buenas”, reconoce Natalia Ca, del Ministerio de Producción de Argentina. “Siempre tuvimos la capacidad de emprender; lo que sucedía era que las condiciones no eran buenas”.
Desde hace casi un año y media ocupa el cargo de coordinadora de Empresas de Triple Impacto (aquellas compañías que suponen un impacto ambiental, social y económico). La actividad de su departamento se centra en tres campos: los emprendedores de triple impacto; la economía solidaria y popular (grupos de personas que se asocian en cooperativas), y la introducción de ambos campos en las cadenas de valor de las grandes empresas y del Gobierno
Es decir, se trata de ayudar a los emprendedores de triple impacto y a la economía solidaria y popular a llegar al mercado, tanto en el campo privado como público. “Si no hay un mercado que compre los productos y servicios que ofrecen, todo esto será algo insostenible en el tiempo”, afirma Ca.
Nuevo marco legal
En declaraciones a Innovaspain (con motivo de su presencia en España para participa en NESI Forum), Natalia recuerda que estamos hablando de un país que “estuvo muy aislado los últimos años”, lo cual perjudica gravemente a las empresas en cuestiones como la obtención de financiación más allá de las fronteras nacionales. E insiste en que, a pesar de todo, “había y hay talento emprendedor”.
El nuevo Gobierno de Argentina ha querido dibujar un marco normativo más favorecedor y, con ese espíritu, se aprobó en abril la Ley de Emprendedores. Se trata de “facilitar los primeros pasos para emprender”. “Antes montar una empresa era muy costoso y se tardaba un promedio de ocho meses –afirma-. Ahora se va a poder hacer en 24 horas y por internet”.
Incentivos fiscales para quienes inviertan en emprendedores argentinos, regulación del crowdfunding (hasta ahora era ilegal la inversión colaborativa) y la concesión de créditos, por parte del Estado, para financiar proyectos son otros de los puntos de la nueve ley
Además, actualmente se está debatiendo la Ley de Empresas de Beneficio e Interés Colectivo (BIC), la cual se quiere aprobar en 2017, si es posible, por unanimidad. “Nace de la propia sociedad para reconocer legalmente este tipo de empresas que trabajan por el bien común [y que hoy en Argentina están al margen del sistema legal]”, añade. De esta forma se les puede ayudar, por ejemplo, a poder presentar un informe de impacto o a proteger la decisión de aquellos directores empresariales que, en lugar de maximizar ganancias, deciden aumentar su repercusión social.
Emprendedora de impacto
Su elección para trabajar en la Subsecretaria de Emprendedores del Ministerio de Producción de Argentina viene motivada por la labor que realizó previamente como emprendedora. Natalia Ca fundó e 2013 Incluyeme.com, un portal de empleo enfocado a la incorporación laboral de Personas con Discapacidad. En menos de un año la empresa abrió operaciones en Argentina, Chile, Perú y México. Natalia ha sido distinguida por I3Latam como uno de los 10 emprendedores sociales más importantes de Latinoamérica, siendo la única mujer en el selecto grupo. En 2015 representó a su país en la competencia global The Venture Chivas junto a otros 27 emprendedores de impacto social.
Cuando decidió poner en marcha su proyecto empresarial, ella se vio obligada a trasladarse a Chile para conseguir financiación. Su principal motivación dentro del Ministerio es conseguir que nadie más tenga que salir del país para poder emprender. “Resulta muy frustrante sentir que otros países sí te apoyan y que tu propio Gobierno no te respalda”, añade.
“En promedio, nosotros tenemos una crisis muy grave cada 10 años –continúa-. El país colapsa y lo maravilloso es que se vuelve a levantar por la fuerza de la gente. De hecho, somos un país emprendedor precisamente por eso: nuestra creatividad para darle la vuelta a las situaciones difíciles”.
Respecto a América Latina, cree que la ventaja de la región es contar con “muchos recursos naturales”. “El potencial es enorme: hay mucho talento y muy buenas universidades”, añade, pero cree que es necesario “salir del círculo de deudas que tienen muchos países”. “En un futuro no muy lejano la región va a ser potencia”, dice sin dudar. La clave estará en “trabajar todos los países unidos”.