Natalia Rodríguez, la emprendedora que descubrió su vocación “cuando Twitter era Twitter”

La fundadora de Saturno Labs, un laboratorio para desarrollar soluciones con tecnología puntera, ha ganado el #WomenStartupAwards
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Natalia Rodríguez en la entrega de premios de los #WomenStartupAwards. (Imagen: Asociación Española de Startups)

Una emprendedora nace y se hace. Así lo cree Natalia Rodríguez, ingeniera de Telecomunicaciones, que además considera que es un “estilo de vida”. Una montaña rusa, una eterna incertidumbre que no le frenó para fundar Saturno Labs, un laboratorio donde prueban las últimas tecnologías, lo más puntero que haya, para ayudar a las personas.

Pero no es la primera vez que emprende. “Ahora soy más madura, tengo más conocimiento, más contactos. Cuando me di cuenta de que quería emprender estaba terminando la universidad”, cuenta a Innovaspain.

Todo fue por casualidad: venía de estar en un grupo de investigación y sus ratos libres los pasaba en Twitter. “Pero cuando Twitter era Twitter, en sus inicios: un entorno sano, donde se hacían amigos, se aprendía… Eso ya no existe, y no por culpa de Elon Musk, que ya viene de antes”, apunta la emprendedora.

La cuestión es que un tuit de Cristina Mitre, que por entonces era la directora de Belleza en Elle, le cambió. Ni siquiera la seguía, fue completamente aleatorio: “Decía que quería quedar con mujeres para salir a correr por el Retiro. Yo ni siquiera fui, pero había muy buen rollo y fueron hasta 80 mujeres”. Así que consiguió hablar con ella, tomaron un café y montaron una startup para mujeres que corrían, algo que se convirtió casi en un movimiento social.

“La app, que desarrollé íntegramente, geolocalizaba a las chicas registradas. Se podían subir fotos con filtros, antes de Instagram, listas de reproducción. Era bastante innovadora, Mujeres que Corren se llamaba. Estuvo en 22 países, fue de las diez apps más descargadas en su momento, tuvo mucho éxito en Latinoamérica… Pero se nos fue de las manos”.

Se hizo demasiado grande para la capacidad que tenían. A Rodríguez le salió una beca en China -por supuesto, donde se hizo una versión de la app para Asia- y no daba abasto. Mitre se fue a Portugal y la app murió. “Dignamente, porque ella luego ha amadrinado varias apps del estilo después. Fue un máster para mí”.

Saturno Labs

“Saturno Labs es un laboratorio donde probamos la última tecnología, lo ultimísimo, lo más moderno”, asegura. Lo comprueban todo, hasta el más mínimo detalle, y luego recrean esa tecnología para investigar, innovar… Y, con esa tecnología tan puntera, ayudan a las personas. “Ese es nuestro objetivo. Creamos productos para intentar llegar a cuanta más gente, mejor”.

Natalia Rodríguez, que recientemente ha ganado el #WomenStartupAwards, organizados por la Asociación Española de Startups, siempre repite ese paso del laboratorio a las personas. Y pone varios ejemplos.

Por ejemplo, una herramienta con el móvil que permite hablar de manera automática para diferentes tipos de pacientes. “Les hacemos un seguimiento a nivel emocional y físico. Hablamos con el equipo de psicólogos y somos capaces de evaluar cómo están en tiempo real, mandar contenido personalizado, con información detallada, ejercicios que puedan venir bien, monitorización…”.

En Saturno Labs pueden intervenir, seguir los casos o programar un sistema de alertas para ver si empeora, entre otras aplicaciones. Y todo, cabe recordar, desde la misma herramienta, porque mezclan varias tecnologías.

También cuenta con un servicio para personas mayores, para que no estén solas, concretamente. “Un sistema multimodal táctil, donde también somos capaces de demandar información en forma de vídeo de nuestro equipo de sanitarios. Además, tenemos servicios de audiolibros que también monitorizan a nuestros mayores. Es muy potente porque se crea mucho impacto y ayuda mucho a las personas. Les da la vida”, reitera.

Sobre el futuro, Rodríguez adelanta que tienen varios productos probados, validados a nivel científico, y el siguiente paso es hacerlos llegar a los pacientes. Escalarlos, hacerlos masivos e intentar que entren en los servicios sociales, independientemente de que se paguen o no, e internacionalizarnos.

“Y un puntito que nos reservamos: seguir creando cosas nuevas. Ahora sacaremos un nuevo servicio para personas jóvenes que son adictas y otro para deportistas profesionales. Siempre queremos hacer cosas nuevas, en nuevos sectores y llegar muchas personas. A cuanta más gente, mejor”.

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