“Enseñad a los niños para no castigar a los hombres”, decía Pitágoras. El gran reto de este siglo, la lucha contra la contaminación de nuestro planeta es, en esencia, la lucha contra un castigo. O por lo menos lo que, si nada lo remedia, hará que las futuras generaciones tengan que pagar los platos rotos por los desmanes de quienes los precedieron. Sobre esta base, Ecoembes ha presentado lo que para ellos es la gran apuesta de la Humanidad, casi desde siempre: la educación de los más pequeños. Así, la iniciativa Naturaliza, dirigida a niños de primaria, no solo quiere enseñar en materia de reciclaje, la especialidad de la organización, sino que también quiere integrar temas como energía, biodiversidad, cambio climático, desigualdades, consumo responsable o economía circular para “detener la destrucción de la Tierra”.
Naturaliza ha encontrado un aliado muy importante para implantar esta iniciativa: la Consejería de Educación e Investigación de la Comunidad de Madrid. Con esta, buscan “fomentar la presencia del medioambiente de forma transversal en el currículo escolar y promover la creación de una nueva competencia ambiental”. De hecho, ya se ha hecho un proyecto piloto durante el primer trimestre de este curso, en el que han participado unos 3.750 alumnos y 195 docentes de 22 centros de la Comunidad de Madrid y siete de La Rioja –centro de operaciones de Ecoembes–. En la presentación, además, se ha anunciado que el proyecto se generalizará a todos los centros educativos de primaria para el curso 2019/2020.
Pero la idea es no quedarse solo en estas dos regiones. Ecoembes pretende llevar la aplicación de esta estrategia a nivel nacional, independientemente de que sean centros públicos, concertados y privados. Todo se llevará a cabo a través de una plataforma online en la que los profesores –los que deberán actualizarse sobre sostenibilidad para enseñar a los chicos– podrán aprender en Escuela de Docentes. Esta sección sobre medioambiente e innovación pedagógica de Naturaliza, que les permitirá, según Ecoembes, “acceder a un banco de recursos que les ayudará a aplicar los contenidos curriculares con una mirada ambiental, adaptados a las distintas metodologías educativas”. Asimismo, contarán con un proyecto de excursiones que hagan que los niños puedan estar relacionados con nuestros entorno durante, al menos, dos veces al año. La idea es impartir ocho horas para enseñar los contenidos curriculares aprovechando las posibilidades que ofrece la naturaleza en crudo.
“La protección del medioambiente y la prevención del cambio climático pasan indudablemente por la definición de una educación ambiental ambiciosa y activa. Es una necesidad. Sin embargo, su objetivo no debe ser únicamente que los niños reciclen, sino que conozcan y amen la naturaleza. Solo así se sentirán parte de ella y actores principales de su protección. Este es el objetivo de Naturaliza, que los niños recuperen el vínculo con la naturaleza”, ha declarado en la presentación Nieves Rey, directora de Comunicación y Marketing de Ecoembes.
Por otro lado, el consejero de Educación e Investigación, Rafael van Grieken, considera que “es extremadamente positivo que haya proyectos innovadores y este, sin lugar a dudas, es uno de ellos. En este caso, buscan mejorar el conocimiento y las actitudes hacia el medioambiente, pero también, en todos los casos, que múltiples programas que tenemos en la Comunidad de Madrid, que tienen que ver, por ejemplo, con educación emocional, con el comportamiento social al respecto y a la convivencia y que se han de medir para ver realmente su efectividad”.
El estudio que ha medido el impacto de Naturaliza en primaria
Ecoembes ha presentado también el estudio Conciencia ecológica en la infancia. Efectos del programa Naturaliza en población escolarizada, un trabajo de investigación cuyos primeros resultados, según Nieves Rey “son muy prometedores”. Como pide Van Grieken, se ha medido el impacto del proyecto en los alumnos –concretamente sobre 1.879 niños–. Y el resultado es positivo.
“Los alumnos que han declarado que se debe cuidar mejor las plantas y los animales son un 25,2 % más al final del trimestre. Cuando se les pregunta si las plantas y los animales son importantes para la gente o si su vida cambiaría si no hubiese plantas ni animales, los alumnos de acuerdo son, respectivamente, un 9,5 % y 8,4 % más numerosos después de haber participado en la fase piloto de Naturaliza”, aseguran en el trabajo. Además, “un 10,6 % más considera que las plantas y los animales tienen el mismo derecho a vivir que las personas; un 6 % más piensa que se obtienen malos resultados cuando se hacen cosas sin tener en cuenta la importancia de la naturaleza y un 5 % más está totalmente de acuerdo en que las personas podemos parar la destrucción de la Tierra”.
Por último, destacar que según las conclusiones del estudio, Naturaliza “tiene efectos sobre el comportamiento cotidiano de los niños, ya que se ha registrado un aumento del 3,5 % del total de alumnos que usan el papel por las dos caras y del 9,2 % de los que apagan la luz cuando son la última persona en salir de la habitación”. Pequeño apunte: el trabajo asegura que los más pequeños “registran puntuaciones significativamente más altas en afinidad hacia el medio ambiente y creencias ecológicas que los más mayores”.