El sector eléctrico necesita de más ciberseguridad 

Fundación Naturgy, junto al Centro de Ciberseguridad Industrial, presenta el informe ‘La nueva distribución eléctrica: ciberseguridad en su transformación digital’
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Fundación Naturgy ha presentado esta semana el informe ‘La nueva distribución eléctrica: ciberseguridad en su transformación digital’, un estudio donde se habla sobre los retos de esta disciplina en cuanto al suministros de energía, como puede ser la distribución eléctrica. Elaborado por el Centro de Ciberseguridad Industrial, el análisis recuerda que el sector está evolucionando a gran velocidad, por lo que hay que adaptarse cuanto antes. 

María Eugenia Coronado, directora general de Fundación Naturgy, ha sido la encargada de la presentación. En ella, ha asegurado que el estudio recoge los desafíos y las oportunidades que se plantean en la transformación digital en el sector de la distribución eléctrica.

"Como es habitual, intentamos plasmar en nuestras publicaciones todos aquellos aspectos que consideramos de interés y que ameritan tener un debate serio y riguroso. Y, en este caso, la creciente conectividad, la digitalización de las redes, la necesaria flexibilización de las mismas y también la evolución en los servicios demandados por los consumidores suponen un reto y un desafío muy alto para el sector de la distribución eléctrica”, ha declarado.

Y es que este desafío en ciberseguridad no será puntual. La digitalización del sector eléctrico, y por tanto la mayor dependencia de la tecnología, supondrá el incremento de recursos humanos y económicos para hacer frente a este riesgo. Este aumento de la inversión deberá también incluir la responsabilidad e inversión de la cadena de suministro. Los resultados de este estudio, ha recordado, evidencian el "importante esfuerzo" que se está realizando desde los operadores eléctricos para proteger la infraestructura de servicios esenciales cumpliendo con la regulación. 

“La tecnología, indudablemente, ha cambiado la forma en que vivimos”

Para Coronado, la creciente conectividad, la digitalización de las redes, la necesaria flexibilización de las mismas, la ciberseguridad y también la evolución en los servicios demandados por los consumidores suponen un reto y un desafío muy alto para el sector de la distribución eléctrica. 

“La tecnología, indudablemente, ha cambiado de manera notable la forma en que vivimos, en que trabajamos. Y uno de los sectores que mayores cambios ha tenido y a los que ha sabido adaptarse es el de la distribución eléctrica”, ha indicado. Pero no solamente en el cambio en la forma de generar la electricidad, también en una electrificación que, según ella, “es cada vez más intensiva, creciente”, y también en los nuevos servicios de electricidad que no habían hace unos años, como puede ser el vehículo eléctrico. 

Esta transformación, además, no ha venido sola, ha recordado. Ha venido acompañada de una "transformación mayor” que es la transición energética, y donde las energías renovables han tomado un papel protagónico y una demanda creciente también para poder llegar a los objetivos que se han planteado en la materia de descarbonización. 

El papel del consumidor

La directora general de Fundación Naturgy ha finalizado su intervención señalando que todo esto va acompañado de una evolución en el consumidor. “Ya tenemos un consumidor final que es cada vez más activo en la demanda de servicios, en la demanda de información… en demanda de información que, además, quiere tener en tiempo real y que deja de ser en muchas ocasiones solamente un consumidor para ser también un productor de energía”. Así, con todos estos aspectos, se genera también una cantidad de temas que tienen que ser cubiertos. 

Al hilo de transformaciones como la ciberseguridad y los desafíos que se plantean, consideran muy relevante analizar aspectos como la evolución de las organizaciones que se han sabido adaptar o que están en proceso de adaptación para estos cambios; a los cambios que se han producido también en las cadenas de suministro, que son importantes; a las relevantes inversiones que se han acometido, que se deben acometer y que también tienen que ser incentivadas y reconocidas. “Y en esto el regulador tiene un papel muy importante, y también en el pulso y la dedicación de liderazgo que está asumiendo la Unión Europea para este propósito”, ha destacado. 

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