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Navarra muestra en Madrid las fortalezas de su ecosistema de I+D+i

Juan F. Calero

En el marco de Science for Industry-S4i, Innovaspain conversa con Patricia Fanlo, Consejera de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra, y con Agurtzane Martínez, directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación en la región.

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Parte del Sistema Navarro de I+D+i (SINAI) mostró sus fortalezas durante la celebración de Science for Industry-S4i. El evento celebrado en La Nave -centro de innovación del Ayuntamiento de Madrid- se propone cada año mejorar la transferencia de la ciencia de frontera desde los organismos generadores de conocimiento hasta el tejido empresarial para impulsar sus procesos. En Navarra, como en otras regiones españolas, entidades públicas y privadas trabajan de forma coordinada en esa dirección. Lo hacen, eso sí, de una manera particular, que ha permitido a la región diferenciarse y ganar en competitividad a escala nacional y europea.

“El ecosistema navarro es amplio, y lo conforman las dos universidades públicas, seis centros tecnológicos, tres centros de investigación, además de -y aquí reside una de las claves de su pujanza- siete unidades de I+D+i empresarial y más de 15 entidades singulares”. La directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación en Gobierno de Navarra, Agurtzane Martínez Ortigosa, explica a Innovaspain cómo, desde 2018, la Ley de Ciencia y Tecnología de Navarra marca las distintas categorías de los agentes que conforman el ecosistema innovador/investigador de la región. “Todos ellos generan conocimiento que ayuda a las empresas a seguir avanzando”, añade.

Sello diferencial

“Algunos agentes son más tradicionales y otros son, en sí mismos, una novedad”. La responsable pública alude a las citadas unidades de I+D+i empresarial, que surgieron como entidades independientes creadas por determinadas compañías con un presupuesto ad hoc. “Funcionan al margen de los vaivenes y las fluctuaciones del día a día de las corporaciones. Esta estrategia, les permite apostar por proyectos europeos de gran envergadura o por explorar las tecnologías del momento sin presiones añadidas”.

Entre los requisitos para que estas unidades cobren vida, la normativa exige que estén integradas por un mínimo de 5 expertos y un doctor o doctora. “Son una bisagra entre los centros tecnológicos y de innovación, las universidades y las empresas, a fin de que todos ‘hablen’ el mismo lenguaje y las necesidades estén bien definidas”, afirma Agurtzane Martínez. Por otro lado, las entidades singulares no son ejecutoras de I+D+i, pero ayudan a que estos procesos cobren vida. Es el caso de los clústeres y otras alianzas, que dan a conocer la innovación en Navarra y conectan a las partes interesadas, lo que se traduce en un incremento de los proyectos innovadores.    

Definir la acción

Bajamos un poco más al detalle. Patricia Fanlo Mateo, Consejera de Universidad, Innovación y Transformación Digital del Gobierno de Navarra, explica a este periódico que la última Estrategia de Especialización Inteligente de Navarra (2021-2027) trabaja en varias líneas prioritarias. “Hemos puesto el foco en Movilidad eléctrica y conectada; Alimentación saludable y sostenible, Industria de la Energía Verde; Medicina personalizada; Turismo sostenible; Industria audiovisual; Transición ecológica y Transición digital”.

La consejera concreta que hay sectores específicos, como el agroalimentario, de larga tradición en Navarra, que ayudan “a que nos posicionemos ante otras regiones más fuertes, como Madrid y Cataluña”. En este sentido, la corriente favorable para las industrias agrotech y foodtech se ve favorecida por los fondos distribuidos por el PERTE Agroalimentario.

Spain Food Valley

Spain Food Valley, agrupación coordinada por el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), ubicado en Navarra, ha sido seleccionada por el PERTE para financiar parte de su actividad. La iniciativa la componen 17 empresas de 10 comunidades autónomas distintas. Spain Food Valley plantea 28 proyectos multisectoriales. El objetivo es “mejorar la competitividad desde la digitalización, la trazabilidad, la seguridad alimentaria y la sostenibilidad”.

Patricia Fanlo asegura que este empuje al sector es prioritario para el gobierno regional. “Nos puede situar como líderes de estas áreas en España y, en algunas cuestiones, también a escala europea”. La consejera pone en el acento en la alineación de la política autonómica con la del gobierno central y con la propuesta de Bruselas. “Europa marca las pautas. Opinamos que el camino es el adecuado. Por la parte que nos toca, los planes están respaldados por una clara apuesta económica. El presupuesto destinado a innovación no ha dejado de crecer en los últimos años y así seguiremos”.

Fanlo adopta una perspectiva realista al afirmar que el posicionamiento histórico no garantiza la supervivencia a futuro. “No al menos en el mundo actual, donde los cambios son permanentes y profundos. Debemos estar al día. Creo que la industria agroalimentaria navarra lo está haciendo bien. Es pionera en muchos terrenos y desde la consejería vamos a posicionarla aún mejor”.  

Avanzar juntos y el espíritu navarro

Sin salir de la ribera del Ebro, Agurtzane Martínez alaba la capacidad de la agroalimentación navarra de cubrir toda la cadena de valor desde una conexión permanente entre ciencia, innovación y empresa. “Los grupos de investigación expertos en la materia se complementan perfectamente con una industria agroalimentaria boyante; donde caben también las conserveras, las empresas de congelado y las de cuarta gama. La correcta transferencia de conocimiento se ha convertido casi en una obligación de las administraciones públcias”.

La directora general de Ciencia, Tecnología e Innovación en Gobierno de Navarra se detenía en otro punto diferenciador. “Creemos que es importante que la empresa privada y el conocimiento convivan de manera próxima”. El Plan de Ciencia y Tecnología de Navarra incluye dos reuniones anuales presenciales en las que todo el ecosistema debate en torno a medidas puestas en marcha y las posibles acciones a llevar a cabo. “Hacemos balance. Vemos qué funciona y qué podemos mejorar. Como administración, escuchamos y respondemos. Avanzamos juntos. El plan es algo muy vivo que entre todos construimos y mejoramos. Navarra es una región pequeña en número de habitantes, pero muy grande de espíritu. Sabemos que es fundamental extraer lo máximo en función de los recursos disponibles. Por eso la cercanía es clave, que todos conozcamos bien las capacidades y las necesidades del otro”.