La producción de alimentos sostenibles es una de las grandes aspiraciones de la humanidad a futuro. Muchos centros tecnológicos ya se están centrando específicamente en este tipo de campos y el centro Neiker no se iba a quedar atrás. Por ello, está apostando por el desarrollo y estudio de un tecnología emergente de cultivos verticales -también conocido como indoor-vertical farming- en sus instalaciones de Derio (Bizkaia).
La idea es hacer uso de esta tecnología para cultivar plantas aromáticas como la albahaca, el cebollino o el cilantro, respondiendo a la creciente demanda del mercado de productos frescos, estacionales y de alta calidad, durante todo el año.
“Esta iniciativa nace de la colaboración entre empresas del sector primario, productoras de hortalizas, empresas de bioingeniería y Neiker. El objetivo ha sido diseñar y construir un innovador sistema de cultivo basado en las últimas tecnologías y altamente eficiente. De esta manera, los agricultores podrán diversificar sus sistemas productivos y encontrar nuevas oportunidades de mercado”, explica a Innovaspain Patrick Riga, investigador del Departamento de Producción y Protección Vegetal de Neiker.
Básicamente, los cultivos verticales indoor consisten en un sistema en el que se cultivan plantas dentro de un recinto cerrado y protegido de la luz del sol, como una nave o un contenedor de mercancías. Y las plantas se distribuyen en estanterías tan altas como lo permita la altura disponible.
“Esto permite multiplicar la superficie disponible para el cultivo. Además, el sistema de cultivo indoor dispone de las tecnologías necesarias para garantizar las condiciones óptimas para el desarrollo de las plantas: temperatura, humedad del aire, luz, CO2, agua, abonos y control de patógenos”, señala Riga.
¿Cuáles son sus principales ventajas?
El investigador cuenta que, entre sus principales ventajas, estos sistemas de cultivo representan una de las soluciones prometedoras de abastecimiento continuo y estable de alimentos seguros y saludables durante todo el año, sin importar la estación del año ni los eventos climáticos extremos, que son cada vez más frecuentes.
“Además -continúa-, estos sistemas de cultivo son más sostenibles, ya que las plantas necesitan menos agua, fertilizantes y productos fitosanitarios. Tampoco requieren de suelo agrícola, por lo que no compiten con otros cultivos y se pueden instalar en zonas industriales cercanas a las ciudades, reduciendo los gastos de transporte y las emisiones de CO2”.
Por otro lado, asegura que los cultivos verticales indoor representan una “oportunidad” para diversificar los sistemas de producción de plantas y ofrecer nuevos productos, "tanto en Euskadi como en cualquier lugar del mundo”, responde.
"Nuestro módulo de cultivos verticales indoor está enfocado a la realización de demostraciones para las empresas interesadas en este sistema de cultivo. Al mismo tiempo, nos sirve para seguir investigando y desarrollando nuevas estrategias de manejo que permitan producir más con menos recursos en términos de agua, abonos o energía”.
