Es difícil definir qué es lo normal, pero quizá se puede concluir que un chaval de 12 años común se contenta con la camiseta o un cromo de su futbolista favorito. El colombiano Nicolás Rojas se cuece aparte: a esa edad ya dominaba la programación web y pudo montar una página de internet dedicada a Radamel Falcao. En esa época el entonces delantero del Atlético de Madrid no se cansaba de hacer goles. “Teníamos 50.000 visitas mensuales”, recuerda. Hoy, con 25 años, vuelve a romper el molde de lo común y se erige como CEO de una desarrolladora de software que aspira a convertirse en la más importante del continente: Imagine Apps.
Nada fue planeado, la vida lo orilló hacia su destino. Su tío, madrileño e hincha de los colchoneros, tenía conocimientos de desarrollo web y le pasó a Nicolás ese gusto. Poco después, Rojas —como todo buen milenial— se documentó con tutoriales de Youtube y Google. La página Falcaogol.es fue solo el comienzo. No llegaba a los 15 años cuando su padre notó su habilidad nata. “Íbamos a pueblos cerca de Bogotá (su ciudad) e intentábamos venderles una página web o un sistema de reservas a los hoteles”, cuenta en una videollamada con Innovaspain. Algo así como el mánager de una ascendente y joven estrella pop, el padre de Rojas construyó una cartera de clientes que comenzó con amigos y cercanos y terminó con firmas locales.
“No hace falta tener un presupuesto gigante para tener éxito mundial"
A los 17 años fundó Imagine Apps, una desarrolladora de software para empresas. “Mi papá tenía que firmar los contratos, normal, yo seguía siendo menor de edad”, dice mientras se acomoda sus amplias gafas de pasta gruesa. Él apenas se enfilaba a la Universidad, así que no se podía volcar de lleno en su negocio. Era casi un pasatiempo. La siguiente vuelta de tuerca la dio en 2014 cuando diseñó MundiApp, una aplicación para registrar los cromos del álbum de Panini de la Copa del Mundo. ¿El resultado? Un golazo en la escuadra: un millón de usuarios en 50 países diferentes. El empresario comenzó a hacerse a la idea de que las historias de éxito no solo se leen en la prensa, sino que también se pueden vivir en primera persona. “No hacía falta tener un presupuesto gigante para tener éxito mundial, solo hacerlo primero y que funcione”, cuenta.
Nicolás Rojas se graduó como ingeniero industrial en la Universidad de los Andes en 2017, una de las más prestigiosas en el país sudamericano. También estudió Ingeniería en sistemas, pero lo dejó porque, básicamente, muchas de las cosas que aprendía ya las sabía: “Me faltaba aprender más sobre gestión”, reseña el empresario sudamericano. Decidió dedicarse al 100% a Imagine Apps después de una temporada en Inglaterra, donde trabajó para una startup. Notó que no era diferente de los desarrolladores ingleses de plataformas que facturan millones de libras al año: “Me di cuenta de que no solo es posible crear algo global desde Colombia, sino que esta gente [sus jefes] era de carne y hueso".
Al tajo: desde que se puso manos a la obra Imagine Apps no ha dejado de crecer. Cuando volvió a su país eran seis empleados. Ahora llegarán a los 40. Ha cerrado 2020 con una facturación 2,4 veces mayor que en 2019 y con 45 proyectos activos. El objetivo de la empresa, según cuenta su fundador, es convertirse en el proveedor de desarrollo de software de referencia para pequeñas empresas y startups. Nicolás Rojas no se corta y apunta alto: "Creo firmemente que nosotros en Colombia podemos llegar a ser una potencia mundial en desarrollo de software en unos cinco años".