“La conversación constante” a la que me refiero son unas palabras dichas hace unos días por Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK, al hablar del necesario cambio en la educación. El concepto me ha parecido especialmente brillante y resume muy bien que tenemos de cambiar los paradigmas de la educación válidos hasta el momento, en que la revolución digital está transformando la sociedad en general.
Hace unos días escribía sobre las palabras de Helena Herrero; ese “Ahora o nunca”, que resumen muy bien la situación, coincidiendo con la anterior, en que el momento es crucial, y máxime en una época de cambios tan profundos como los que estamos viviendo. Estas reflexiones han pasado a lo largo de la historia en todas las transformaciones sociales provocadas por el avance humano.
"¡Atrévete a saber!", escribió Kant cuando reflexionó sobre la Ilustración a finales del siglo XVIII, demandando libertad de pensamiento y de expresión, como recuerda Steven Pinker en su 'En defensa de la Ilustración', uno de los libros esenciales de estos últimos años y en el que también recuerda las palabras del físico británico David Deutsch en 'El comienzo del infinito', libro editado en 2011, cuando dice que “una civilización optimista está abierta a la innovación y no la teme, y se basa en las tradiciones de la crítica”.
En este sentido interpreto el concepto de "conversación constante" que utiliza Nieves Segovia y que es vital para entender el cambio que vivimos. Lo han sugerido a lo largo de la historia todos los que han sido pioneros en contar cómo las sociedades cambian. Es la educación la que cataliza los cambios sean industriales o artísticos, por poner dos extremos.
Así lo entendimos hace años cuando pusimos en marcha una sección que, bajo el nombre de 'Innovación Sub-16', ha contado muchas actividades innovadoras del mundo de la Educación. Todo un éxito que nos ha animado a ampliar la sección, esta vez teniendo como partner a la Institución Educativa SEK, un grupo que se ha caracterizado por la implementación de no pocas innovaciones.
Si a esa situación de cambio se suma el efecto pandemia, que ha sido brutal para una sociedad que creía bajo control cualquier situación relacionada con la salud y hablaba de la longevidad por encima de los cien años, el escenario en el que nos movemos es tan problemático que lo mejor es recordar que las cosas sencillas, como es esa "conversación constante", son las que de verdad resuelven problemas y mantienen el avance humano.
Es una manera sencilla pero eficaz de reconocer como la educación sigue siendo, a pesar de todo, el gran motor de la evolución humana y en ella están las soluciones del futuro. Parece fácil de comprender.
