«Esta convocatoria busca proyectos orientados a la voz, ante la voz, bajo la voz, con la voz, contra la voz, de la voz, desde la voz, durante la voz, en la voz, entre la voz, hacia la voz, hasta la voz, mediante la voz, para la voz, por la voz, según la voz, sin la voz, sobre la voz, tras la voz, versus la voz y vía la voz. Cualesquiera otras propuestas relacionadas con el mismo tema también serán bienvenidas». Son algunas líneas incluidas en el texto de la convocatoria-manifiesto con el que Francisco Contreras -El Niño de Elche- y Miguel Álvarez-Fernández invitaban a participar en el taller que coordinarán en Medialab Prado, entidad organizadora de la cita, entre el 15 y el 20 de febrero del año próximo.
Desde la producción colaborativa, en ‘Música, lenguaje y otras tecnologías’, ambos artistas, cuya faceta investigadora está presente en cada proyecto que emprenden, tratarán de dar lugar a nuevas creaciones relacionadas con la vocalidad, entendida ésta en sus más diversas manifestaciones. El plazo para recibir propuestas concluyó el pasado domingo. El 4 de diciembre se anunciarán los seleccionados y el día 9 de diciembre se pondrá en marcha una segunda convocatoria, esta vez para colaboradores.
Como explica Marcos García, director de Medialab-Prado, se trata de una iniciativa fraguada durante mucho tiempo. “No buscábamos proyectos promovidos por gente con trayectorias contrastadas o eruditos en determinadas materias, sino personas con ganas de colaborar y de aprender. Pretendemos originar colaboraciones inéditas; llevar las propuestas a sitios no previstos inicialmente. Es una experimentación abierta en la que daremos la bienvenida a los errores y a los hallazgos. Seguro que surgen vínculos que no se producirían fuera del taller y proyectos que trascenderán más allá de su celebración”.
Una curiosidad “sincera y fértil”
Miguel Álvarez-Fernández -también presentador del programa Ars Sonora, en Radio Clásica de RNE- afirma que el taller ha tomado forma progresivamente en los últimos cuatro años. “Ahora hemos encontrado el formato idóneo. Proponemos, pero también seremos receptores del carácter experimental del taller. Paco (Contreras) y yo acompañaremos, y otros muchos aportarán a esa semilla inicial. En este contexto es difícil definir qué es lo experimental. Ayudan las metodologías, habituales en otros talleres productivos celebrados en Medialab Prado, porque van al corazón de nuestro objetivo: conocemos las coordenadas de partida, pero no hacia dónde nos llevan. Arrancamos con una curiosidad sincera y fértil”.
En la misma línea, El Niño de Elche asegura que han querido desprender a la convocatoria de cualquier corsé. “No partimos del canon, sino del interrogante derivado de distintas miradas. Concebimos la voz en su acepción más amplia. El éxito del taller se basa en desarrollar vínculos más que en formalizar ideas; en que las propuestas resuenen más allá de códigos preestablecidos”.
Receptividad
Contreras y Álvarez-Fernández analizarán el lenguaje en todos sus ejes, con cabida para terrenos fértiles menos transitados. “Abriremos el abanico”, anuncia El Niño de Elche. “Lo entendemos en lo poético, lo narrativo o lo dramatúrgico. También desde el pensamiento; pensar la voz para explorar cotas muy interesantes o en su relación con la filosofía, la psicología o la pedagogía. Tenemos claro que la voz no sale solo de la boca o de los gestos. Nace del movimiento, de actitudes, de lo fonográfico. Y hay voz más allá del cuerpo, en espacios arquitectónicos, por ejemplo”.
Miguel Álvarez-Fernández añade que, tradicionalmente, se ha sido demasiado restrictivo al establecer los cánones de la música experimental. “Música y lenguaje son algunas de las primeras y más básicas herramientas del ser humano, y la voz, un problema de índole filosófica en occidente y otras civilizaciones desde tiempos muy remotos”. Reflexiones que, según el experto, empiezan en la propia ubicación conceptual de la voz, en un punto intermedio entre el cuerpo y el espíritu.
Propuestas flexibles
En ‘Música, lenguaje y otras tecnologías’ hay espacio para propuestas que abrazan con fuerza disciplinas concretas. En el camino inverso, han recibido proyectos que eran más bien una pincelada intuitiva pendiente de mayor concreción. “Da igual, ambas son opciones válidas. La clave no es desde dónde se parte, sino el tránsito, la colisión positiva con otras propuestas. Nos interesa el desarrollo de las ideas dentro del taller”, asegura Francisco Contreras.
“Si las propuestas no encajan con ningún área, mejor que mejor”, afirma Álvarez-Fernández, quien “sin pretender darle un sesgo académico al taller”, recuerda que, en los últimos años, se han multiplicado las publicaciones sobre la voz y los estudios sonoros. “Son muchas las vías de aproximación a este fenómeno tan evanescente: las artes, la liturgia y sus espacios -hay conexiones entre la música electrónica y el canto Gregoriano-, las técnicas de detección del habla, las redes neuronales, incluso la ventriloquía. Sin embargo, queremos ir más allá de lo disciplinar”.
Colaboración
“Este tipo de iniciativas son muy necesarias porque la voz es una problemática, aunque muy posibilitadora. No es fácil contar con espacios así para profundizar en estas cuestiones. Es un momento cultural e histórico importante para volcar anhelos y propuestas que se puedan materializar”, opina El Niño de Elche, antes de avanzar que la colaboración que mantendrán con los proyectos no acabará en febrero. “El seguimiento continuará. Miguel y yo somos hijos de todo esto. Sin participar en otros talleres no habría llegado a determinados lugares y reflexiones. Es un regalo”.
Medialab Prado quiere que la colaboración sea la protagonista del taller. “El promotor o promotores de cada proyecto tienen que estar abiertos a que cualquier otro participante intervenga. Y es importante que el promotor documente bien qué aporta cada uno y cómo se ha articulado el proceso de creación colaborativa”, añade Marcos García sobre una convocatoria a la que cataloga de “especialmente abierta”.
Antecedentes no penales
El taller no será la primera colaboración entre El Niño de Elche y Miguel Álvarez-Fernández. Recientemente han trabajado juntos en una investigación del ‘anarchivo’ sonoro del fotógrafo, director de cine e inventor José Val del Omar (1904-1982). El resultado es un doble vinilo titulado “La distancia entre el barro y la electrónica. Siete diferencias valdelomarianas”, que verá la luz el 11 de diciembre.
A poca distancia de Medialab-Prado y hasta el próximo 26 de abril, los visitantes del Museo Reina Sofía podrán ver la instalación ‘Auto Sacramental Invisible’, una representación sonora de nuevo con Val del Omar como protagonista en la que ha participado El Niño de Elche. “Me gusta que el taller y la instalación coincidan en el tiempo porque tienen muchos nexos en la forma de ser abordados: investigación previa y un equipo multidisciplinar que mezcla cultura, historia o política”, apunta Marcos García.