Más debate, más consenso, incrementar la cooperación, incentivos desde la administración que impulsen el mercado, infraestructuras generalizadas, vehículos eléctricos asequibles. Son sólo parte de los retos a los que se enfrenta la automoción, con una movilidad que, como el resto de industrias, pero con un plus de intensidad y de implicados, se enfrenta a un escenario de disrupción inédito en el que las decisiones y las demandas del cliente también son novedosas.
La presentación del I Observatorio de Movilidad Sostenible de España (ver conclusiones principales), que ha contado con la opinión de los actores principales del sector, obra de la Fundación Ibercaja, a través de la iniciativa Mobility City, y Grant Thornton, ha reunido en Madrid a parte de estos agentes para debatir acerca del escenario en el que necesariamente habrán de moverse en el corto plazo.
Llamada a pivotar la complejidad multisectorial, la administración pública tiene ante sí una importante labor de coordinación. Como explica Raül Blanco, secretario general de Industria y PYME, lo harán con el objetivo de impulsar el debate con todos los involucrados “para mantener la pujanza automovilística del país y establecer un marco propicio para la inversión”. Por ello han puesto en marcha iniciativas como la Mesa de Movilidad Sostenible. “Hemos de dotar al sector del músculo y la capacidad para participar de todos estos cambios”.
Un contexto en el que el responsable público ha puesto en primera línea de prioridades la coordinación con los socios europeos a fin de revitalizar la política industrial del continente. “Un asunto importante en la configuración de la futura Comisión Europea”, añadía Blanco en alusión a las elecciones del próximo domingo. “España está preparada para afrontar la trasformación del sector porque partimos del top mundial a nivel de fabricantes, un activo a conservar y proteger. Por otro lado necesitamos un mercado español potente que facilite a la administración la toma de determinadas decisiones”.
Una competitividad que, más que nunca, requiere de apoyos extra desde el ámbito público. “Tenemos que fomentar la compra de coches que renueven el parque automovilístico teniendo en cuenta la neutralidad tecnológica, porque todas las opciones tienen su importancia”, declaraba Blanco en referencia a la continuidad de los diésel y gasolina. El representante del Ministerio de Industria admitía la necesidad de adoptar la fiscalidad a la nueva realidad y que, “ya que Europa no ha estado en la primera generación de la movilidad eléctrica”, hay que apostar por la siguiente fase, “y tomar posiciones vanguardistas en la fabricación de las baterías”.
Este segundo capítulo de la revolución del sector tiene en el Big Data otro de sus protagonistas. El dato es, según Blanco, la esencia de los nuevos modelos de movilidad. Quién gestiona esa información y cómo la comercializa es una cuestión que a su juicio debe ser primordial.
Los fabricantes, en la encrucijada
Para José Antonio León, director de Relaciones Institucionales y Comunicación del Grupo PSA, la industria tiene que responder “sí o sí” a siete mega tendencias globales: mercados divergentes, comportamiento del cliente, digitalización, conectividad, coche autónomo, medio ambiente y coche compartido.
Para ello el directivo considera que tienen que seguir produciendo coches atractivos, “que además sean eficientes”, tanto diésel como gasolina que, en consonancia con los expuesto por Raül Blanco, “aún tienen un hueco, al igual que los eléctricos 100 % o los híbridos enchufables”.
Lo harán de modo novedoso, reinventando las fábricas, donde producirán, en un mismo espacio, todos estos vehículos. “Haremos lo que el cliente nos pida, atendiendo también a aquellos que no pueden o no quieren comprar un coche”.
Así crearon la unidad Free to Move, donde toman forma las alianzas con startups. León añadía que el compromiso con España está garantizado. “Somos los únicos que hemos anunciado que fabricaremos en España tres eléctricos 100 % a gran escala”.
Pero el representante de PSA no ha ocultado que aún falta mucho mercado para llegar a las cifras en las que el eléctrico sea parte importante de la renovación del parque. “Pedimos estabilidad e infraestructuras suficientes, que la gente pueda cargar el coche en su casa, que esto no sea cosa de ricos”. León coincidía con la administración en señalar la importancia de que las baterías se fabriquen en Europa cuanto antes y lanzaba una petición: “Hacen falta incentivos de compra estables, continuados, para que el mercado del eléctrico se recupere en España”.
En la línea de PSA, el director de vehículo eléctrico, movilidad y conectividad del grupo Renault, Agustín Muñoa, ha dejado patente que en Renault acometen esfuerzos de investigación “para abaratar costes, por ejemplo en baterías, pero necesitamos que la administración nos apoye en materia fiscal para ir a modelos de coche ante los que el cliente pueda madurar la decisión de compra con tranquilidad, sin la constricción de un plan de ayudas de corto plazo o aplicable solo a una tecnología concreta. También pedimos coherencia entre las políticas nacionales y autonómicas y una infraestructura fuerte que permita viajes de media y larga distancia. Apostamos por una movilidad para todos”.
Muñoa ha señalado que la intención de Renault pasa por consolidar su negocio eléctrico en España y Europa, acentuado con otras experiencias como la movilidad compartida –Zity– y otras posibilidades con o sin conductor, y en la distribución de bienes y servicios. “Trabajamos en diferentes plataformas que pretendemos integrar en una sola en el futuro próximo”.
Desde Bosch, Christine N. Maier, directora de Comunicación y Relaciones Institucionales de la compañía enumeraba tres objetivos principales que se han marcado en la multinacional: cero emisiones, cero accidentes y cero estrés. “En 2050, el 75% de la población vivirá en ciudades y el modelo de negocio de la movilidad será intermodal, no solo atenderá a los coches, sino todo a tipo de transportes”.
Maier, invitaba a “no perder décadas de trabajo previo”, y aunque hoy apoyan “al máximo” la movilidad eléctrica, el motor de combustión tiene “un amplio recorrido”, lo que les obliga a un esfuerzo importante de invertir en varias tecnologías al mismo tiempo.
¿Tenemos las infraestructuras adecuadas?
La visión de la responsable de Bosch coincide con la de Víctor de Ávila, director de Estrategia y Desarrollo Corporativo de Sacyr, quien advertía de cómo la movilidad será un asunto clave en el imparable desarrollo de grandes metrópolis. “Infraestructuras que deben ser inteligentes, resilientes y sostenibles. Y no hablemos sólo de puentes, carreteras o túneles, sino de todos los edificios”.
“El avance tecnológico”, añadía De Ávila, “supone nuevos modelos de negocio nunca vistos. Siempre mencionamos el coche autónomo y eléctrico pero, ¿y los drones? En las Smart Cities, las infraestructuras tienen en cuenta tres capas: la aérea, la superficie y la subterránea. Si no entendemos bien las tendencias globales, estaremos perdidos”.
En su opinión, hay que regular el coche autónomo y la “explosión” de la última milla. Y no perder de vista la España rural, “la España vaciada”, donde el 5G implica un cambio importante para el progreso de estas áreas, en las que “hay que buscar formas distintas de movilidad. “El coche eléctrico y autónomo pueden ser parte de la solución; y el menospreciado transporte público, que ya quisieran disfrutar en Estados Unidos en los estándares europeos”.
Por su parte, Carlos Bergera, responsable de Relaciones Externas Smart Mobility de Iberdrola avanzaba que, desde este año, “ya no se podrá decir que no hay vehículos eléctricos porque no hay puntos de recarga”. El reto de la compañía es el de instalar en todo el país 25.000 puntos de recarga hasta 2021; 100.000 en 2030. “Integrar el vehículo eléctrico en España es algo apasionante; desde las baterías –segundo uso, reciclado- a la recarga en las ciudades –buses, taxis, última milla, domicilios sin plaza de garaje-. El punto a nuestro favor es la pujanza de las automoción y las eléctricas”.
Bergera ha destacado cómo, las compañías energéticas traccionan la nueva movilidad, lo que ha dado lugar “a la creación de polos tecnológicos de referencia en todo el mundo” o a que España, junto a Suecia, lidere el desarrollo de redes inteligentes de movilidad eléctrica.
En todo este conglomerado, el representante de Iberdrola se queda con la necesidad de una colaboración activa y la conveniencia de actualizar la fiscalidad, “ya que desde este punto de vista, las distintas tecnologías no son tratadas con neutralidad. Hay que crear PIB. Y aunque nos gustaría una mayor colaboración con las marcas, estamos cerrando algunos acuerdos sustanciosos”.