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El nuevo contrato social

Telefonica Álvarez-Pallete

Doscientos cincuenta y cinco años después de la publicación de “El Contrato Social”, escrito por Jean-Jacques Rousseau, escuchamos diversas voces que hablan de la necesidad de construir un nuevo “contrato social” que establezca las pautas de comportamiento de la nueva civilización que estamos alumbrando al calor de la revolución digital. Lo apuntó el presidente de Telefónica José María Álvarez Pallete ayer, lo apuntó Javier Solana, probablemente la figura política española más destacada de las últimas cinco décadas, lo apuntó Emilio Lamo de Espinosa presidente del think tank español más influyente, el Real Instituto Elcano y José Manuel González Páramo, otro español influyente en el ambiente mundial, en el marco de la jornada organizada por la Fundación Empresa Seguridad y Sociedad (ESYS), que presiden el también ex ministro Javier Gómez Navarro

Son voces que no deben pasar desapercibidas. Desde aquí hemos reflexionado con frecuencia sobre el tema porque vivir de cerca el proceso de cambio que impone la innovación nos lleva obligatoriamente a ello. Reconocer que el mundo cambia y que necesita nuevas reglas que articulen la convivencia es absolutamente necesario y cuanto antes nos pongamos a ello, mejor.

Al “El contrato social” de Rousseau le siguió la Revolución Francesa. Causa y efecto se han estudiado mucho y, efectivamente, fue un catalizador; no tanto por el libro en sí como por la tendencia de pensamiento que había empezado a nacer en diferentes países europeos en contra de una relación que cada vez era más asfixiante para aquellos que afrontaban nuevos retos derivados del conocimiento. Una organización social salida del Renacimiento es evidente que ya no servía.

En la actualidad, la velocidad del cambio tecnológico es tan brutal que hasta la famosa Ley de Moore ya no es capaz de medirla. Estamos en una dimensión distinta, probablemente ese 5º espacio del que hablaba ayer Javier Solana, en el que caben muchas cosas pero solo si somos capaces de organizar la sociedad. Álvarez Pallete habló de transparencia, seguridad y empoderamiento, aspectos muy similares a los planteados por el ex ministro español que, curiosamente, lo ejemplificó en uno de los sistemas pioneros de la informática clásica, como fue Linux, que sigue siendo una referencia del sistema operativo libre. Es decir, para ese nuevo “contrato sociodigital”, todos tenemos que tener acceso y posibilidades, además de crear un marco de seguridad, que pueda proteger el sistema.

Todo es bueno si se utiliza bien, pero ya sabemos que todo puede ser muy malo si se utiliza mal. Desde la absurda conceptualización de la mentira como “posverdad”, hasta la manipulación o ejecución de acciones que tengan por objeto la destrucción del entorno. Hace escasas semanas recordaba una intervención de la filósofa Adela Cortina al recibir un premio y hablaba también de la necesidad de definir lo que ella ha llamado “ética mínima”; es decir, el conjunto de esas normas que sean capaces de sustituir a la serie de normas de épocas anteriores, y que estaban ancladas en la religión cristiana en el mundo occidental. No es el mejor momento, pero Solana apostaba en este sentido porque fuera bajo el paraguas del concepto de la Gobernanza que, como dice la RAE, es el “arte o manera de gobernar que se propone como objetivo el logro de un desarrollo económico, social e institucional duradero, promoviendo un sano equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado de la economía”. Sin eso, sin ese marco que tenga como objetivo el bienestar de todos, en término utilizado por Javier Solana, no habrá ese 5º espacio del que habló, el 5G que persigue Telefónica.

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