Según datos de la OMS, cada año enferman en el mundo cerca de 600 millones de personas (1 de cada 10) por ingerir alimentos contaminados y 420.000 mueren por la misma causa. Con el objetivo de contribuir al reto de reducir las enfermedades de transmisión alimentaria, AINIA ha desarrollado nuevas tecnologías de visión avanzada más eficaces en la detección de microorganismos complejos en alimentos, Para ello, se han investigado distintos tipos de cultivos como bacterias de aplicación en nutrición y sanidad vegetal, levaduras y bacterias acidoláticas de la industria alimentaria y microorganismos de interés en el análisis de alimentos.
"Innovar e investigar en seguridad alimentaria es primordial para sacar al mercado productos que estén fuera de un posible riesgo para los consumidores", explica Sonia Marco, técnico del departamento de bioensayos de AINIA. Mientras que para los adultos sanos, muchas enfermedades transmitidas por los alimentos sólo les producen problemas gastrointestinales leves, como vómitos y diarrea, los grupos más vulnerables pueden desarrollar síntomas más graves o incluso la muerte. De ahí que los alimentos insalubres son una amenaza para la salud pública mundial y ponen en peligro, especialmente, la vida de lactantes, niños pequeños, embarazadas y personas mayores.
Una manera de reducir las incidencias causadas por alimentos contaminados consiste en desarrollar nuevas técnicas rápidas, automatizadas y económicas que faciliten el control de la seguridad alimentaria. En la actualidad, se emplean técnicas convencionales de detección de microorganismos que consisten en un cultivo de la muestra, a partir de una cantidad determinada de alimento, y un recuento visual. El prototipo desarrollado por AINIA, en el marco del proyecto MICRODET, es más eficiente en la detección de microorganismos complejos presentes en alimentos, a través de la automatización de la tarea de recuento e identificación de cultivo en placa. Asimismo, se han utilizado tecnologías ópticas avanzadas como: métodos de excitación multiespectral, nuevos sensores de imagen de alta resolución y sensores microelectrónicos hiperespectrales. Además, se ha creado un algoritmo software para el conteo automático de las unidades formadoras de colonias en alimentos.
"El prototipo permitirá automatizar el recuento de microorganismos en placas de cultivo, reduciendo el tiempo y una objetivación en dichos recuentos", apunta Marco, además de "ayudar a los controles de agua". El proyecto ofrecerá a la industria alimentaria resultados más eficaces para garantizar la máxima seguridad de los alimentos cuando sean ingeridos por el consumidor, a la vez que reduce los costes de los análisis que se realizan para detectar patógenos, mejorando la competitividad de las empresas del sector agroalimentario.