La crisis del COVID-19 se ha encargado de adelantar los acontecimientos en torno a las formas de trabajar. Hablar del futuro del trabajo es hacerlo realmente sobre el presente, ya que la mayoría de los cambios que estaban planteados para dentro de unos años se han acelerado debido a la pandemia y los diferentes confinamientos.
El trabajo, tal y como lo conocemos, se ha mantenido relativamente estable durante décadas. Sin embargo, los nuevos modelos de relación con los clientes, la imparable revolución tecnológica y digital, y las distintas prioridades de los nuevos profesionales han desencadenado un proceso de cambio que está configurando las nuevas formas de trabajar. Según el informe 'Nuevas formas de trabajar: reflexiones sobre el futuro del trabajo en España', publicado por enClave de Personas y BCG, este es el momento para impulsar las nuevas formas de trabajar y construir ventajas competitivas basadas en las personas, independientemente del punto de partida y de las especificidades de cada compañía.
Para Pablo Claver, Managing Director and Partner de BCG y coautor del estudio, no se trata únicamente de cuestionarse si el trabajo será presencial o remoto. "Las nuevas formas de trabajar entrañan una transformación profunda de toda la compañía y exceden el ámbito de Recursos Humanos y Organización. Todos los líderes y todas las funciones deben colaborar de forma decidida en el proceso de diseño del modelo de trabajo futuro", explica.
La presentación del informe ha reunido a empresas punteras de diversos sectores. Por ejemplo Telefónica, con Marta Machicot, que ha valorado la importancia de la flexibilidad en la nueva era laboral. "En Telefónica seguimos avanzando en un modelo híbrido basado en la confianza, el bienestar y la sostenibilidad. La clave está en buscar la productividad y la felicidad al mismo tiempo", sostiene la directora global de Personas -CPO- de Telefónica. En este sentido, Machicot asegura que "la responsabilidad de los líderes de hoy es facilitar que todas las personas se suban al mundo digital, dándoles mucha capacidad de decisión y espacio para crecer".
Carmen Muñoz, directora corporativa de Personas y Organización de Repsol, ha explicado que en su compañía conviven diferentes realidades que "nos han llevado a plantearnos un modelo en tres dimensiones". En primer lugar, Repsol apuesta por que no existe solo un único modelo de teletrabajo. "Ahora que el teletrabajo está ganando tanta popularidad, es conveniente saber qué trabajadores pueden aplicarlo y cuáles no", apunta Muñoz.
Por otro lado, Repsol está planteando mayor flexibilidad a la hora de gestionar los equipos y sobre todo cómo se autogestionan las personas. Esto es lo que Muñoz ha definido como "un traje a medida dentro de la empresa". En tercer lugar, la compañía es consciente de que las nuevas formas de trabajo no serán posibles sin desarrollar un nuevo modelo de liderazgo. "No está nada inventado, estamos aprendiendo. Debemos hcer un seguimiento constante y optar a una mejora continua", subraya la responsable.
Pero si el teletrabajo supone una parte fundamental en las nuevas formas de trabajo, también lo es la oficina. Luisa Izquierdo, directora de Recursos Humanos de Microsoft Ibérica, no concibe la oficina como un simple escenario de trabajo. "En Microsoft estamos preocupados por hacer de la oficina un lugar atractivo. Apostamos por un modelo de responsabilidad flexible antes de la pandemia y ahora somos conscientes de que trabajar presencialmente va a ser incluso más importante. La gente sigue queriendo conectar e interactuar con otros. Trabajar no significa ir a un sitio", recalca Izquierdo.
Ana Benita, directora Corporativa de Recursos Humanos - Grupo FCC, ha opinado en la misma línea. "El nuevo liderazgo debe ser integrador, innovador y flexible, con capacidad de crear un futuro sostenible a través de los servicios que ofrecemos a los ciudadanos, y que inspire y motive a los equipos". Su homóloga en Verisure/Securitas Direct, Marta Panzano, ha comentado que el concepto de liderazgo es cada vez más complejo, al igual que la propia sociedad. "El nuevo líder: es inspirador, enfocado a resultado. Pero también es un líder emprendedor capaz de liderar en altas incertidumbres, como las que vivimos actualmente. También es un líder emocional: esto significa ser transparente y cercano", reflexiona Panzano.
La agilidad es otro aspecto a tener en cuenta para el trabajo del futuro. De hecho, conceptos como este, que parecen llamados a liderar los próximos años, han estado presentes desde siempre, aunque quizá no desde un punto de vista teórico. "No es necesario implantar grandes cambios organizativos para lanzar iniciativas que favorezcan la agilidad de la empresa", sostiene Antonio Lasaga, director de Recursos Humanos de Airbus España. La compañía lleva tiempo desarrollando múltiples iniciativas con equipos transversales, algo que para Lasaga "marca el camino de lo que queremos ser como empresa".
¿Cómo trabajar con éxito?
Para adoptar las nuevas formas de trabajar con éxito y combatir la inercia de volver a modelos previos, es necesario abordar múltiples mejoras y cambios. El estudio plantea un enfoque integral alrededor de cuatro preguntas.
Cómo trabajaremos: El lugar y tiempo de trabajo son prioritarios para el 63% y 54% de los encuestados y, de hecho, el 93% de los directivos quiere mantener un modelo de trabajo híbrido a 2025. Sin embargo, este modelo híbrido no será un estándar aplicable a todo un sector o una misma tipología de empresa. La clave del éxito será un traje a la medida del puesto de trabajo, las necesidades del equipo y su ecosistema.
Cómo lideraremos: El 75% de los directivos considera prioritario transformar y adaptar los modelos de liderazgo, desarrollando nuevas habilidades de gestión de personas que pongan a sus empleados en el centro de las dinámicas de la empresa.
Cómo nos organizaremos: La receta para responder con éxito a los continuos cambios del entorno empresarial no es ser la compañía más avanzada, si no la que mejor y más rápidamente se adapta. Una empresa dinámica, que afronte los nuevos desafíos con agilidad, generará beneficios para sus clientes y empleados, cuya motivación, formación y oportunidades de crecimiento mejorarán sustancialmente.
Qué necesitaremos: Con un modelo de trabajo híbrido, la oficina pierde protagonismo como lugar para realizar una tarea y lo gana como espacio de inspiración, cocreación y relación entre compañeros. Para ser un destino atractivo, debe tener atributos complementarios al trabajo en remoto, que contribuyan a la motivación y satisfacción. De hecho, el 89% de las personas quiere una oficina más abierta, con espacios de socialización, inspiración y bienestar. En un contexto híbrido, también necesitaremos tecnologías para conectar más y mejor, física y virtualmente, así como preparar a los empleados para que la adopten en su día a día y cambien su forma de trabajar.