En torno al 25% de las emisiones de gases con efecto invernadero de la UE proceden del sector de los transportes, que también es el que más ha crecido en este aspecto en las últimas décadas. Por eso, uno de los principales retos de la industria en general, pasa por reducir estas cifras. Y para ello, el aligeramiento de los vehículos gracias al diseño y desarrollo de nuevos materiales compuestos es un elemento clave.
Ésta ha sido la principal conclusión del XII Congreso Nacional de Materiales Compuestos MATCOMP2017, organizado por la Universidad de Mondragón, TECNALIA y la Asociación Española de Materiales Compuestos AEMAC, que ha tenido lugar en San Sebastián. A lo largo de tres jornadas, y a través de conferencias y mesas redondas, más de 260 expertos han puesto cifras a esta realidad: por ejemplo, un 10% de reducción de peso de un coche puede reducir en un 7% el consumo de combustible.
Javier Coleto, director de Mercado de Industria y Transporte de TECNALIA, ha explicado que “el futuro de los materiales compuestos ofrece un gran abanico de posibilidades a todos aquellos interesados en nuevos productos y procesos. Sus límites están aún por determinar gracias a la investigación, a su cada vez mayor conocimiento y al constante desarrollo de nuevas aplicaciones y su implementación industrial”. En este sentido, ha defendido que “la utilización de materiales composites, y sobre todo, de composites de fibra de carbono es la que presenta un mayor potencial”.
De esta forma, el reto que se ha puesto el sector de los materiales compuestos para el presente y futuro inmediato, pasa por desarrollar tecnología para hacer coches como aviones, en cuanto a ligereza, y aviones como coches, en cuanto a procesos competitivos. En opinión de Coleto, “debido al elevado crecimiento en la demanda del tráfico aéreo, el sector aeronáutico ha ido, poco a poco, adoptando nuevos procesos de fabricación de bajo coste y con elevado grado de automatización, emulando algunos de los procesos altamente automatizados que, históricamente, han sido más propios del sector del automóvil”.
Esta tendencia, de desarrollar nuevos materiales compuestos y tecnologías de fabricación más competitivas y de bajo coste, ha incidido Coleto, “ha hecho, por otro lado, que se esté despertando cada vez más interés su uso en sectores como el de la automoción, que en la actualidad y, sobre todo, con la llegada masiva de los vehículos eléctricos, donde el peso de las baterías constituirá un aspecto fundamental, trabaja intensamente en el aligeramiento de los vehículos. En este contexto, la incorporación de los materiales compuestos a los procesos de fabricación de automóviles está suponiendo una revolución para las tecnologías de fabricación de estos materiales”.
Ponencias, mesas redondas y exposición
A lo largo de sus tres jornadas de duración, MATCOMP2017 ha contado con conferencias que han analizado la visión industrial sobre la optimización y automatización de los procesos de fabricación de los materiales compuestos y la importancia de las materias primas y con mesas redondas, que han buscado servir como foro de intercambio de ideas y necesidades entre las comunidades empresariales, técnica y científica.
También ha contado con una exposición que demuestra cómo los materiales compuestos innovadores pueden ayudar a transformar y mejorar el sector del transporte, Así, se ha podido observar una estructura de vagón de tren fabricada en materiales compuestos para sustituir a las fabricadas actualmente en aluminio o acero inoxidable; una puerta de tren de aterrizaje de avión desarrollada con un innovador concepto de fabricación; una caja de aviónica con grafeno, considerado el material del futuro; una pieza de vehículo fabricada con nuevas tecnologías para favorecer el aligeramiento en el sector automoción; o un cuadro de bicicleta en fibra de carbono.