“Luchamos contra un enemigo invisible. Pero no lo hacemos solos. Contamos con armas, a priori igualmente intangibles, pero poderosas: la imprescindible solidaridad, la responsabilidad ciudadana, la Ciencia con mayúsculas, nuestra capacidad de superación y de resiliencia. Todos y cada uno de esos ingredientes y otros muchos más son ahora imprescindibles para frenar juntos esta crisis y paliar sus consecuencias”.
Este es un fragmento del mensaje que ha lanzado el secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), Mariano Jabonero. En este asegura que la institución informará en su web de la evolución de la pandemia en la región, así como de medidas e iniciativas que puedan paliar sus efectos en las áreas educativas, culturales y científicas.
En su mensaje asegura que el mundo está atravesando “momentos muy difíciles y llenos de incertidumbre”, debido a la pandemia del coronavirus, declarada el pasado 11 de marzo por la OMS.
Así como otros expertos han reflexionado sobre lo que pasará tras esta crisis, Jabonero plantea: “¿Cómo será el mundo que nos espera cuando volvamos a salir ahí fuera?” Y aprovecha para enviar un mensaje de optimismo: “Sin lugar a dudas, será distinto al actual, pero seguro que con un mayor compromiso a favor de la humanidad y de nuestro planeta”.
La OEI, firme ante la pandemia
Jabonero afirma que la OEI ha adoptado medidas, tanto en su Secretaría General en Madrid, como en las 18 oficinas nacionales, para asegurar la salud de sus trabajadores, y de los habitantes de la región.
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“Desde la OEI iremos informando de la evolución de la pandemia en la región, de las reacciones de los gobiernos y otras entidades, así como de medidas e iniciativas que puedan paliar sus efectos en las áreas educativas, culturales y científicas”, precisa.
El secretario de la institución que nació hace 70 años advierte: “Estas palabras no quieren ser solo una declaración más que reafirme el compromiso de la OEI con Iberoamérica, son también el anuncio de la continuidad de nuestra actividad de cooperación, aunque obligados por las circunstancias, bajo otros formatos”.
“En esta andadura, hemos asistido a otras situaciones convulsas, a crisis económicas recurrentes, a conflictos bélicos y a violaciones de Derechos Humanos. Pero también hemos sido testigos y protagonistas del ingenio humano en la ciencia, de logros educativos que nadie previó, de apuestas culturales arriesgadas que nos trajeron de vuelta la esperanza en situaciones límite y de la inagotable capacidad de respuesta de nuestra región. Por ello, con la sabiduría que da nuestra experiencia como organización decana de la cooperación iberoamericana, confiamos en que saldremos reforzados de este desafío. El mundo que nos espera tras la crisis es hoy un borrador que estamos escribiendo juntos estos días. De nosotros depende el siguiente capítulo”, concluye.