La Fundación Universia, OHL y la Cátedra de Investigación de Fundación Konecta y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) han convocado la segunda edición del programa de ayudas para emprendedores con discapacidad. Los proyectos finalistas obtendrán una ayuda de 2.000 euros cada uno y el plazo para presentar las solicitudes termina el 30 de septiembre.
El objetivo es contribuir a la formación de profesionales cualificados y potenciar el trabajo de calidad a través de iniciativas de autoempleo. Ricardo Moreno, responsable de la cátedra de Investigación de Fundación Konecta y la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC), ha manifestado que el fin último es “asegurar los recursos económicos necesarios para el lanzamiento del proyecto” para personas con discapacidad. Según Moreno, para este colectivo “el hecho de emprender implica riesgos adicionales a los que puede experimentar un emprendedor sin discapacidad y, como consecuencia de ello, el apoyo económico consigue eliminar uno de los que más frenan el inicio de la carrera emprendedora”.
Los emprendedores que opten a estas ayudas podrán presentar sus proyectos entre el 1 y el 30 de septiembre. Deberán acreditar una discapacidad de, al menos, un 33%, entregar un plan de empresa con el compromiso de iniciar la actividad antes del 31 de diciembre y ser estudiante universitario o tener un título de grado o postgrado.
De entre todos ellos, finalmente se escogerán a 5 finalistas que recibirán un premio de 2.000 euros. No obstante, Ricardo Moreno ha destacado que “entre los fines de la Cátedra incluimos la formación, el asesoramiento (mentoring y coaching), el apoyo en el diseño del plan de negocio y el acompañamiento durante toda la vida del proyecto, acciones que se ofrecen de forma absolutamente gratuita”.
Decálogo y cambio de orientación
Tal y como informó recientemente innovaspain.com, la Dirección General de Políticas de Apoyo a la Discapacidad del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Cátedra Fundación Konecta – URJC y La Ciudad Accesible han suscrito el primer ‘Manifiesto y decálogo por el emprendimiento de las personas con discapacidad’. El documento recoge las necesidades y principales dificultades de este colectivo a la hora de emprender su propio negocio y, según Ricardo Moreno, pone de manifiesto la necesidad de “un cambio de orientación por parte del público general” en este aspecto.
En su opinión, “al relacionar discapacidad y emprendimiento o empresa, las imágenes que vienen a la cabeza de la mayoría de ciudadanos de a pie suele ser proteccionista o de receptor de servicios”. Sin embargo, ha enfatizado que el discapacitado “debe entenderse como una persona con un conjunto de capacidades diferentes, que aportan valor añadido a la sociedad, a la empresa y a la ciudadanía en general. Por ello, es preciso un cambio de actitud, así como un cambio conceptual que permita entender que discapacidad no significa problema, sino manera diferente de hacer las cosas o, como el propio término indica capacidad diferente».
Finalmente, el responsable de la de la cátedra de Fundación Konecta – URJC, ha expresado la necesidad de cambios legislativos “en materia de emprendimiento y personas con discapacidad, así como en el área de emprendimiento social, recordando que no son sinónimos estos conceptos porque esta confusión ha llevado a pensar que el emprendedor con discapacidad es, por sistema, emprendedor social y no es así: el emprendedor con discapacidad emprende en cualquier ámbito”.