La historia de Oli&Carol comenzó hace 10 años, cuando Olimpia tenía 21 años y Carolina, 16. Ambas, con una profunda inspiración familiar, decidieron crear algo más que una marca: querían aportar al mundo algo que tuviera un impacto significativo. “Nuestros padres, abuelos y bisabuelos siempre han sido emprendedores y llevábamos en la sangre montar algo propio. Juntas queríamos crear un mundo mejor y más seguro en el que vivir, con productos naturales, libres de plástico y sostenibles”, cuentan a este diario.
“Todo empezó porque sabíamos que el 90% de los juguetes para bebés que están en el mercado hoy en día están hechos de plástico o silicona, además de que era un producto más bien aburrido, al que no se le aplicaba mucho diseño.”, explican Olimpia y Carolina Román. De ahí que decidieran lanzar al mercado un producto de caucho 100% natural y pintado con pigmentos naturales que, además, fuese de diseño
Pero el gran reto para las hermanas fue introducir estos productos en un mercado tradicionalmente más receptivo a los productos plásticos. “Hace 9 años, cuando empezamos, el mercado español no estaba preparado para un producto hecho a mano con materiales totalmente naturales. Mientras en otros países la gente ya veía la necesidad de apostar por productos responsables, aquí nos costó mucho más introducirlo”, explican Olimpia y Carolina.
“Hicimos los primeros juguetes estancos, sin agujero, que evitando el moho y la proliferación de bacterias”
A diferencia de los juguetes tradicionales, los productos de Oli&Carol están fabricados con caucho 100% natural. La marca fue pionera en introducir mordedores y sonajeros hechos a mano, que no solo son ecológicos, sino también estéticamente atractivos. “Se nos conoce, principalmente, por nuestros mordedores de frutas y verduras. De hecho, Wally The Watermelon es uno de nuestros best sellers. Sin embargo, somos más que mordedores. Nuestros sonajeros son los más sostenibles del mercado, ya que están hechos de caucho 100% natural y semillas de cerezas recicladas en su interior”.
Otro grandes hitos de la marca fue la creación de productos estancos, sin agujeros, lo que resolvió un problema común en los juguetes para bebés: la proliferación de moho y bacterias. Esta innovación, junto con la gama de productos, rápidamente generó un gran interés en el mercado y permitió a la marca expandirse internacionalmente.
A día de hoy, la marca no solo ha cambiado la forma en que se perciben los juguetes sostenibles, sino que ha logrado expandirse a nivel global. Cuentan con más de 3.000 puntos de venta en más de 80 países. Sus productos llegan a más de medio millón de familias cada año, gracias a su presencia en mercados clave como Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, España y Alemania.
Reconocimiento internacional en los Premios Lideremos
Recientemente, las fundadoras de Oli&Carol recibieron en el CaixaForum Madrid el Premio Internacional en la segunda edición de los Premios Lideremos, por su notable impacto internacional y su compromiso con la sostenibilidad. “Para nosotras ha sido todo un honor recibir el premio a la categoría internacional. Constata que vamos por el buen camino y que hemos conseguido revolucionar el sector de juguetes para bebés. Como nosotras siempre decimos: ¡de Barcelona al mundo!”.
Hablando sobre el futuro, tienen claro que la marca seguirá basándose en dos pilares fundamentales: la sostenibilidad y el diseño. Con nuevos proyectos en marcha, desde nuevas colecciones hasta nuevas categorías de producto, continuarán trabajando para ofrecer productos que respeten el medio ambiente y fomenten un estilo de vida consciente entre las nuevas generaciones “Queremos seguir creando juguetes 100% naturales para niños, que transmitan mensajes significativos a nuestra comunidad”.