Más de una veintena de escuelas universitarias, el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones (COITT) y la Asociación Española de Graduados e Ingenieros Técnicos de Telecomunicaciones (AEGITT) se han unido para convocar la I Olimpiada Nacional de Telecomunicaciones. Una competición que pretende “promocionar los estudios de telecomunicaciones, la cultura científica, la tecnología y la innovación, entre el alumnado de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior, así como despertar vocaciones científico-tecnológicas entre estudiantes preuniversitarios”.
La convocatoria, cuyo proceso de inscripción está abierto hasta el 5 de febrero, propone dos tipos de competiciones: una práctica por equipos destinada al alumnado de 3º y 4º de ESO y Ciclos Formativos de Grado Medio y Superior; y otra individual dirigida a alumnado de Bachillerato. En ambos casos, los Objetivos de Desarrollo Sostenible serán el elemento unificador de los retos lanzados.
Según los convocantes, “la olimpiada servirá para potenciar capacidades como la creatividad y la resolución de problemas, trabajar competencias STEM desde un enfoque interdisciplinar, y poner en práctica habilidades como el trabajo equipo, el liderazgo, la adaptabilidad, el manejo de tareas múltiples, el deseo de aprender y estar a la vanguardia”.
Batería herramientas para frenar la caída de alumnos
Esta iniciativa se suma a otras convocatorias dirigidas a estimular el interés científico y tecnológico entre el alumnado, pero con el propósito particular y diferenciador de dar a conocer el mundo de la ingeniería, fomentar el conocimiento de los campos de la vida en los que están presentes las telecomunicaciones, y cómo estas nos ayudan en nuestro día a día.
“Pretendemos que los más jóvenes descubran, conozcan y valoren la contribución de la ciencia y la tecnología en nuestras vidas; y que comprendan los elementos y procedimientos fundamentales de la investigación y de los métodos científicos”. De este modo, las entidades organizadoras pretenden revertir el descenso en el número de alumnos universitarios, en un momento en el que el mercado laboral demanda perfiles altamente cualificados.