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Olivia Muriel-López, la investigadora que busca la máxima resolución de la imagen para 'matar' al cáncer

Muriel-López -integrante de la tercera edición del programa ComFuturo- trabaja en el CNB-CSIC con las más disruptivas tecnologías de microscopía y profundiza en la muerte celular inmunogénica a nivel estructural
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Licenciada en Biología por la Universidad de Málaga y Doctora en Bioquímica, Biología Molecular y Biomedicina por la Universidad Autónoma de Madrid, la carrera científica de Olivia Muriel-López ha estado centrada en el campo de la biología celular, especialmente en el tráfico intracelular y remodelado de membranas, usando una gran variedad de abordajes de microscopía de última generación.

“Mi interés por la microscopía comenzó durante la realización de mi tesis doctoral en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, donde estudié el tráfico de caveolas utilizando microscopía confocal y TRIF”, explica la investigadora a Innovaspain. Durante esta etapa, Muriel-López admite que echó en falta poder observar estructuras celulares más pequeñas, no visibles con microscopía óptica debido a que la longitud de onda de la luz limita la resolución.

Recorrido internacional

Tras doctorarse, completó su formación postdoctoral en las universidades de Ginebra y Lausana, con el apoyo de una beca EMBO de larga duración. Allí pudo situar el foco en el estudio de la biogénesis de endosomas utilizando, entre otras técnicas, microscopía electrónica de precisión.

“Después quise formarme en microscopía correlativa óptico-electrónica (CLEM) y tomografía electrónica, capaz de aumentar todavía más el poder de resolución”, detalla. Concretamente en Lausana, optimizó y utilizó estos abordajes para estudiar la fusión celular a nivel ultraestructural.

Al final de su etapa en Suiza, comenzó a interesarse por el  uso de EM para la biología estructural in situ, así que adquirió conocimientos en criotomografía electrónica combinada con CLEM (crioCLEM). “Se trata de una tecnología revolucionaria en las disciplinas de la microscopía y la biología estructural”.

Olivia Muriel es una de las investigadoras que, desde abril de 2023 y hasta 2026, formará parte de la tercera edición de ComFuturo, el programa de colaboración público-privada creado y gestionado por la Fundación General CSIC desde hace una década.

CRYOINNGENIC

Gracias a este soporte, Olivia Muriel-López desarrolla su proyecto, denominado  CRYOINNGENIC, en Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), donde estudia la muerte celular inmunogénica a nivel estructural. “Esta muerte de la célula tumoral es capaz de activar una respuesta del sistema inmunitario contra el tumor, eliminándolo”, detalla.

Para el abordaje estructural de su propuesta, la investigadora se ha integrado en el laboratorio del profesor José María Valpuesta y trabaja “en estrecha colaboración” con el servicio de criomicroscopía liderado por la Dra. Rocío Arranz. “La criomicroscopía correlativa óptica-electrónica permite identificar las moléculas de interés dentro de la célula. Posteriormente, podemos observar sus estructuras tridimensionales a muy alta resolución, en un estado muy cercano a como se encontraría en el organismo vivo”.

La relevancia del proyecto es máxima. “Con la información estructural que obtengamos, podríamos sentar las bases para el desarrollo de un fármaco capaz de inducir la muerte celular inmunogénica en células tumorales, utilizándolo en inmunoterapia para pacientes con cáncer. Por otro lado, la parte altamente tecnológica de la iniciativa permite impulsar la crioCLEM como una aproximación revolucionaria en el estudio de las estructuras moleculares dentro de la célula”.

Barreras y gratificaciones

Muriel-López reconoce que la implementación de crioCLEM es compleja, pero ha jugado la baza de su extensa formación en el extranjero reforzada con el apoyo actual de ComFuturo para poder regresar al Sistema Español de Ciencia e incorporarse al CNB. “La principal dificultad que enfrento en el día a día tiene que ver con la incertidumbre sobre mi propia investigación. Los proyectos no siempre se desarrollan sobre las hipótesis establecidas y hay que aprender a manejar la situación para reconducir las investigaciones”.

Por otra parte, la investigadora alude a los frecuentes problemas técnicos como otro obstáculo a sortear. “Los instrumentos pueden no funcionar en un momento dado. Otras veces nos frenan imprevistos que ocurren en los sistemas biológicos, como contaminaciones celulares, inestabilidad genética, etc. Todas estas casuísticas provocan retrasos que, a su vez, ralentizan el ritmo de publicación. No hay que olvidar que la presión por publicar en el ámbito científico es muy grande. Nuestra trayectoria laboral depende principalmente de este punto”.

En el lado positivo, Muriel-López destaca que el trabajo cotidiano también incluye un buen puñado de recompensas. “Puedo desarrollar mis propias ideas; satisfacer mi curiosidad e intereses científicos. También considero que otra gratificación es el trabajo el equipo, que nos permite aprender constantemente unos de otros”.

El futuro e investigar en España

Una vez concluya su condición de investigadora ComFuturo, Olivia Muriel-López pretende seguir profundizando en el terreno de la criomicroscopía. “Quisiera permanecer en el CNB-CSIC, uno de los pocos espacios de España que cuenta con la infraestructura necesaria para llevar a acabo aproximaciones de biología estructural in situ”. No obstante, no descarta reconducir su carrera hacia el sector privado. En este sentido, el programa de Fundación General CSIC apuesta por dotar a las nuevas generaciones de investigadores de una trayectoria enriquecida con estancias e interacciones con empresas.

A un nivel más general, nos ofrece su particular radiografía de la investigación en España. “Existen una serie de carencias, como la ausencia de un ‘itinerario’ claro. Percibo un vacío considerable entre la obtención del título de doctor o doctora y la estabilidad laboral, que pasa, generalmente, por conseguir una ayuda Ramón y Cajal. Se trata de apoyos muy competitivos que precisan de una trayectoria consolidada para su consecución. Nos obliga a enlazar contrato tras contrato, siempre a cargo de proyectos, lo que a su vez genera una gran inestabilidad laboral”.

Según la experta, otro déficit que trata de paliar ComFuturo desde su gestación, es el de la escasa colaboración entre el sector público y privado, que redunda en el que, a su juicio, es otro gran problema: la escasa financiación, pública o privada, que recibe la investigación en España. Olivia Muriel-López confía en que las modificaciones de la Ley de la Ciencia solventen total o parcialmente estas complejidades.

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