El lema del municipio granadino de Motril (58.000 habitantes) es bastante esclarecedor: muy noble y leal. Como en todo el mundo, la pandemia ha golpeado duramente a este precioso enclave entre la Sierra Nevada y el Mediterráneo. No es la ciudad más conocida de Andalucía, pero sin duda es de esos tesoros escondidos más preciosos. Y desde hace unas semanas, la localidad ha sido adoptada. Omio, la plataforma alemana de reservas de viajes líder en Europa, la ha integrado a su iniciativa Adopta un Pueblo. El objetivo, según la firma, es reanimar la economía local del sitio a través del turismo.
Motril es la nueva adhesión en la lista de adopción de Omio. La ciudad granadina se agregó a la iniciativa a mediados de junio. El programa se inició en Bérgamo (Italia), un símbolo de los estragos de la COVID-19 durante la primera ola del virus, en 2020.
Justin Wang, vicepresidente de marca, asegura durante una entrevista por Zoom, que la idea de Adopta un Pueblo surgió como una respuesta a lo peor de la crisis sanitaria, que se ha cebado particularmente con las pequeñas ciudades: “Creemos que viajar a un lugar, especialmente en destinos menos conocidos, crea experiencias y aventuras que nos hacen crecer como seres humanos”.
La relación entre la firma alemana y Motril seguirá hasta agosto. De acuerdo con Wang, un porcentaje de las reservas se destinará al banco de alimentos de la ciudad. Además, la plataforma de viajes ha desarrollado toda una estrategia de atracción de turistas. Y con talento local. La influencer granadina Anita Hernández ha hablado de un recorrido que hizo en el pueblo de su provincia en la revista Window Seat de Omio.
Wang remarca que el compromiso con la localidad es volverla a colocar al punto en el que se encontraba hasta antes de 2020: “Cuando decimos adoptar nos lo tomamos en serio, de verdad. Colaboramos estrechamente con este pueblo”.
La importancia de hacer comunidad
En este último punto coincide José Manuel Lemos, tercer teniente de alcalde y encargado de Desarrollo del Litoral, Turismo y Playas: “Estamos tremendamente contentos con esta iniciativa de Omio, con la que esperamos que muchos viajeros piensen en Motril como su próximo destino”, señala en una nota de prensa distribuida por la empresa.
No solo es Motril. Omio tiene el foco puesto en adoptar otras localidades en España, Italia, Reino Unido y Francia. Según detalla Wang, todo forma parte de un plan con vistas al mundo pospandémico: “Sabemos que el comportamiento del cliente es tener un pie fuera y otro dentro. No queremos decir que se viaje masivamente como si no hubiera pandemia pero sí queremos concienciar sobre estos lugares que la han pasado mal”. En pocas palabras, el vicepresidente de Marca de la empresa lo resume de esta forma: "Hay que hacer comunidad".
Ese mundo eufórico tras la COVID-19 se empieza a vislumbrar en las estadísticas internas de la empresa. Desde mayo ha habido un crecimiento exponencial en las reservas, algo que emociona al equipo directivo de Omio. “La pandemia fue difícil. Pero también ha servido para evidenciar que los viajes no se fueron para siempre. Solo estaban en pausa”, concluye Wang.