Son muchos los españoles que solicitan préstamos personales para hacer frente a determinados gastos, ya sean de compra de vehículos, reformas, viajes o gastos imprevistos. Por ejemplo, a la hora de hacer reformas en el hogar, en el primer trimestre del pasado año ya se habían solicitado 617 millones de euros, mientras que para las vacaciones de verano la cifra se situaba en los 15 millones de euros.
La solicitud de estos créditos implica que algunos de los solicitantes no podrán hacer frente al pago en el tiempo y forma acordados, sobre todo debido al aumento de la inflación y esta crisis económica que no acaba más que empezar. De hecho, la tasa de morosidad prevista en España para este año alcanza ya el 4,6%. Es en este momento cuando comienza la desagradable tarea de solicitar el impago al deudor, que tradicionalmente se ha servido de prácticas agresivas e intimidantes, con llamadas continuas y a deshoras.
En este sentido, las nuevas tecnologías han conseguido que otra manera de efectuar la solicitud de cobro de deudas sea posible, más cercana y amigable. Está claro que nadie quiere tener deudas, y aquellos que se retrasan en el pago normalmente lo hacen por causas de fuerza mayor, por lo que necesitan también que, las empresas que les solicitan esos pagos, puedan empatizar con ellos. Las nuevas Fintech están consiguiendo esta cercanía con sus clientes, apoyándose en una herramienta tan sencilla como utilizada en nuestro día a día: WhatsApp.
El dinero siempre ha sido un tema tabú en este país, más cuando nuestra posición es la de deudor. Es por ello que es necesario implementar un sistema de solicitud del cobro más discreto para el cliente, como es a través de WhatsApp. De esta forma, nos ahorramos recibir llamadas en momentos que no son adecuados para hablar sobre estos temas, por encontrarnos en el trabajo o con la familia, rodeados de personas a los que no les interesa escuchar nuestra conversación con la empresa de recobro, respetando así nuestra privacidad. Asimismo, WhatsApp facilita la cuestión de la disponibilidad, ya que no es necesario responder en el momento como en el caso de las llamadas, sino que el cliente tiene la posibilidad de responder al requerimiento en el momento que mejor lo considere.
La solicitud de cobros a través de WhatsApp no es solo buena para que el cliente pueda gestionar su comunicación con la empresa que le solicita el pago de manera más cordial y eficiente, sino que también cuenta con un buen número de beneficios para estas empresas. Gracias a tecnologías como los chatbots, pueden automatizar esta labor, lo que repercute en un ahorro de tiempo y de dinero, permitiendo a sus agentes de atención al cliente dedicarse a las tareas más importantes y que generan más valor.
Además, este sistema permite el envío de documentación en tiempo real, como comprobantes de pago u otros documentos. Por otro lado, al salirse del tópico solicitante de deuda agresivo, el cliente se da cuenta de que la empresa también mira por su bien, aumentando así su fidelización y asegurándose de que volverá a recurrir a ellos cuando tenga nuevas necesidades en el futuro. Estos beneficios también se pueden cuantificar: gracias a la implementación de este tipo de servicios, la tasa de contacto puede llegar a aumentar de un 20% a más de un 50%. Las llamadas telefónicas para solicitar el cobro de la deuda ya son algo del pasado; los nuevos tiempos requieren de nuevas formas de hacer las cosas. Se ha demostrado que aquellas empresas que consiguen el éxito son las que ponen al cliente en el centro, por ello es necesario utilizar aquellas herramientas que más utilizan en su día a día y con las que están más familiarizados, como es el caso de WhatsApp, para lograr ofrecerles una experiencia de cliente cercana y efectiva.