«Los ciegos también tienen derecho a ver el mundo que les rodea». Con estas palabras, Adrián Martínez resume el propósito de su startup, Outbarriers, que ha creado un sistema de balizas que, colocadas en locales, conectan con el móvil de los usuarios para hacerles ‘visibles’ establecimientos y puntos de interés. A través de una aplicación móvil sincronizada con una baliza, basada en la tecnología iBeacon, el usuario recibe información precisa sobre la ubicación de un local y sus condicionantes para la accesibilidad, como la situación de los elementos físicos o las barreras arquitectónicas.
«Si algo nos hace diferentes es que hemos logrado innovar creando un sistema de máxima precisión de accesibilidad», explica Martínez, que recuerda que uno de los detonantes a la hora de crear la empresa fue «un amigo ciego que, de algún modo, nos hizo darnos cuenta de las escasas soluciones de accesibilidad que existen en España». El resultado fue lo que la empresa llamó sistema Outbeacon, un dispositivo iBeacon de creación propia pensado para una smart city «que incluya a todos los ciudadanos sin que ninguno se sienta desplazado». Esta solución integral incluye hardware, firmware y software, que, a diferencia de los iBeacons estándar, dispone de mayor autonomía y cuenta con un altavoz para permitir su uso a personas con discapacidad visual. El dispositivo permite, además, a cualquier tipo de usuario acceder a todos los detalles e información de los establecimientos conectados.
«Llevamos diez años dedicándonos al emprendimiento y a la tecnología disruptiva, y este es sin duda el proyecto que más nos llena. No solo por dar solución a un colectivo desprotegido, sino también por la gran satisfacción personal que produce», confiesa Martínez. Con el objetivo de aumentar este impacto social, la startup granadina acaba de abrir una campaña de equity crowdfunding para ampliar su capital entre 185.000 y 235.000 euros, a través de la Bolsa Social. La campaña ya ha conseguido una inversión de 36.000 euros. «No basta con ponerse en lugar de quien peor lo pasa, hay que aportar y contribuir para mejorar los problemas de la gente. Eso solo puede conseguirse con recursos económicos que permitan la investigación».
El funcionamiento
Las balizas se colocan en la puerta del establecimiento, configuradas previamente con toda la información necesaria, a través de una plataforma online de gestión autónoma para los responsables del local. Al pasar por la puerta, la app detecta la baliza y, de forma audible, informa al usuario del nombre del establecimiento. A partir de este momento, el usuario interactúa con la aplicación para conocer los detalles de accesibilidad e información comercial. En caso de optar por entrar al local, la baliza sonará durante unos segundos para guiar la entrada al usuario. A su vez, las balizas pueden ser instaladas por el propio personal del local, siguiendo unos sencillos pasos. Para instalaciones múltiples, Outbarriers plantea la creación de una bolsa de empleo para jóvenes en riesgos de exclusión, con el objetivo de continuar generando un impacto social positivo.