Algunos expertos la consideran la batalla final en el mundo de los pagos. Otros, sin embargo, sostienen que la evolución del dinero no terminará en los pagos contactless. En cualquier caso, utilizando un símil futbolístico, parece que hay partido para rato. «La tecnología nos cambia la vida día a día, pero en el mundo de los bancos la realidad es tozuda», analiza Roberto Pagán, director de Medios de Pago y Financiación de Consumo del BBVA. Sus palabras no son el reflejo del pesimismo, sino de una realidad: el cash sigue siendo el rey en España y en gran parte de Europa, sobre todo en el retail.
Y aunque como ya contamos en este periódico, el hecho de que el número de operaciones con tarjeta continúe aumentando en un 13% cada año en España, no exime de que aún exista cierto respeto a los pagos digitales, algo que tienen superado en los países escandinavos: por ejemplo, Suecia es el foco del fin del efectivo, con solo el 1% del valor total de los pagos realizados de este modo en 2016. Allí «el cash ha sido arrinconado por los nuevos métodos de pago», explica Martina Weimert, de la consultoría Oliver Wyman.
La experta, que ha estado presente en el último BBVA Open Summit, explica que «el pago contactless se ha convertido en un gran éxito tras diez años de educación en el mercado». No obstante, Weimert no lo da todo por hecho, ni mucho menos. El hecho de que Google haya lanzado cuatro versiones de su wallet o que Apple, «pese a su enorme campaña e inversión», no termine de consolidarse en la carrera de los nuevos métodos de pago son para ella «razones suficientes para pensar que ni siquiera con ser un gigante financiero o tecnológico es suficiente».
Experiencia sencilla y única
No solo Google o Apple. También en Holanda iDeal o en Suecia Swish son sistemas de pago móvil, quizá menos conocidos, pero que están ganando terreno en un mercado cada vez más abierto. Esta situación, no obstante, genera a juicio de Weimert cierta inestabilidad. «Que cada banco o empresa haga su propio método de pago puede resultar cansado para los usuarios. La clave pasa por encontrar una solución íntegra y única de pagos». En este sentido, la responsable de Oliver Wyman tiene claro por quien decantarse: «Apple Pay creo que va a ganar en los próximos años una gran cuota de mercado y consolidarse como referente».
En la misma línea, Julián Mayorca, cofundador de Rappi –multinacional colombiana de comercio electrónico–, coincide en que los pagos contactless «no solo constituyen una forma de pago más sencilla, sino una experiencia». Añade, además, que «la gente lo que busca es tener una app que le solucione la vida», en este caso concreto la forma de pagar y gastar su dinero.
Pero «¿hay esperanza para los bancos?», se pregunta Roberto Pagán. La respuesta de Weimert es un tímido «sí», aunque celebra el cambio de paradigma que se ha producido en el sector bancario en los últimos años. «[Los bancos] se mueven más rápido ahora y al ver que tienen competidores que se van haciendo grandes, como las fintech, innovan más y mejor».