Algunos alumnos le dijeron a Rosa Llorente, directora del CEIP Ramiro Soláns de Zaragoza, que nunca volviese a cerrar el colegio. Lo tuvo que hacer, como todos, tras decretarse el estado de alarma en esa fecha ya señalada para todos: 14 de marzo de 2020. La vuelta aquel septiembre del año pasado fue la primera que ha quedado registrada en el documental ‘Las Clases’, dirigido por Orencio Boix y producido por la Fundación COTEC para la innovación.
Es el único largometraje que ha logrado grabar la vuelta a la cotidianidad de la comunidad educativa de una escuela pública. Y se proyectó en la capital el pasado viernes 19 de noviembre en la Sala Borau de la Cineteca de Matadero. Los días 1, 2 y 3 de diciembre se podrá volver a ver, distribuidas en cuatro sesiones que tendrán lugar en la Sala Azcona de Cineteca. Previamente ya había sido presentado en el Festival Internacional de Cine de Huesca… y en un pase privado en el propio colegio.
En un recorrido narrativo que se mueve entre lo poético y lo filosófico, el trimestre que estuvo el equipo de grabación con los alumnos, los docentes, el equipo directivo y las familias sirvió para reflexionar sobre el lugar de la escuela no solo como sitio, sino como espacio abierto y colaborativo para todo un barrio. Como es el caso del de Oliver, con uno de los estatus socioeconómicos más bajos en la ciudad del Ebro.
El documental, como la propia escuela, trascienden las paredes de este centro. Extramuros, la filósofa Marina Garcés y el experto en educación Carlos Magro recorren las calles del barrio mientras analizan el rol de la escuela pública en ese contexto tan excepcional. Y su papel, mejor reflejado que nunca, de actor principal para acabar contra las desigualdades. La Covid, a pesar de todo, supuso un momento para repensar desde los cimientos. Para echar de menos. Y eso se ve en las reacciones de los pequeños a las que pone palabras Llorente: “imaginaos pasar todos esos meses encerrados en algunas casas tan pequeñas como las que se ven [en el documental]”.
La importancia de una metodología innovadora
El Ramiro Soláns, hasta 2005, tenía una de las tasas más altas de abandono escolar de toda Zaragoza, confesó su actual directora en el coloquio posterior a la proyección. Hoy ha reducido a mínimos ese dato y se debe, entre otras muchas cosas, a abrir las puertas de la escuela. Son habituales las reuniones entre café, té y pastas de las familias con la dirección y el cuerpo docente.
Las profes, como se puede ver en el documental, mantienen un contacto estrecho con aquellos alumnos que faltan más a clase. La comunicación se potenció a raíz de los confinamientos, como no podía ser de otra manera.
La parte psicológica también fue una de las que más se cuidó para que los niños encontrasen en el colegio un espacio donde evadirse.
Y la tecnología cumple un papel fundamental para la igualdad de oportunidades. “Es un medio y no un fin”, aclara Ainara Zubillaga, directora de Educación de la Fundación COTEC, a Innovaspain. Para que se exprima al máximo, añade, es esencial que toda decisión tecnológica vaya precedida de una pedagógica, otra didáctica y otra organizativa. Y en cuanto a gestión e implantación de metodologías, a Zubillaga no le cabe duda de que pública, privada y concertada están al mismo nivel.
“A la innovación educativa pública la falta un marco legal”
Aunque la comunidad educativa de la escuela protagonista de ‘Las Clases’ se ha convertido en un paradigma de innovación educativa, falta más. La normativa aún está como el edificio que se ve al fondo del parque en el que hacen una parada Marqués y Magro. A medio construir y detenida en el tiempo, como las leyes educativas.
Precisamente es donde Zubillaga hace más hincapié. “Para mí quizás la clave está en que tenemos que avanzar en un modelo de innovación más centrado en la organización y en el diseño de políticas públicas”.
Es decir, que se apueste y se arrope desde la administración por aquellos centros que innovan. “Es necesario un marco legal que favorezca la innovación. Los centros que innovan, tienen que hacerlo gracias a la administración, no a pesar de ella”, sintetiza.
Además, el profesorado, pieza clave en esa metodología innovadora, “carece de tiempo y espacio para poder planificar, organizarse de manera conjunta”. Ni este ni los equipos directivos de las escuelas tienen todavía “la capacidad para poder actuar de manera real. Y esto, la estructura de la escuela pública lo dificulta, en especial la dirección de equipo”.
El documental hace una lectura pausada de esta cuestión a través de la filósofa y el experto en educación. Grosso modo, discuten sobre unas leyes educativas ideales que no giren en torno a la escuela y sí en torno a todos los elementos que la determinan. Una escuela del barrio y para el barrio. Esa reflexión solo ha podido llegar a raíz de la crisis sanitaria. Como reconoció el director de Comunicación y Contenidos de la Fundación COTEC y productor ejecutivo del documental, Juan J. Gómez. “Decidimos contar algo que quizá sin pandemia no hubiéramos contado. Que es la realidad de una escuela pública”.
