La creación de una bioimpresora tridimensional en el Laboratorio de Nanobiomateriales del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales (CINDEFI, CONICET-UNLP), del CONICET La Plata (Argentina), ha abierto la puerta a nuevos proyectos relacionados con el campo de la salud. Entre los más prometedores está la obtención de membranas o apósitos con antibióticos para aplicar sobre las heridas en personas diabéticas, cuyo proceso de cicatrización resulta muy dificultoso.
El investigador superior del CONICET Guillermo R. Castro, al frente del grupo de trabajo, explica que el objetivo es imprimir estructuras diseñadas a medida del paciente que puedan depositarse sobre el tejido dañado y evitar las temidas infecciones microbianas que suelen derivar en gangrenas y que, muchas veces, terminan en amputaciones.
La idea del equipo consiste en escanear la zona afectada y diseñar en la computadora lo que sería un molde, para después imprimirlo utilizando un biopolímero, como se denomina a los materiales macromoleculares producidos por los seres vivos, como algas, microorganismos, etc. No sólo son biodegradables, sino que también permiten el crecimiento de células en ellos.
Tienen la apariencia de un gel y, mezclados con un antibiótico, serían introducidos como matriz en la impresora para que ésta genere un parche modelado con la misma forma y tamaño que la lesión en la cual se depositaría.
“¿Por qué trabajamos con las heridas de los diabéticos? De acuerdo a un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 422 millones de enfermos de los cuales un gran porcentaje padece estas heridas crónicas. La complicación que presentan es que, al formarse una escara por encima del tejido, no deja actuar al antibiótico, y la única manera de eliminarla es utilizando un bisturí, un procedimiento muy doloroso”, explica Castro.
Por eso, las membranas biocompatibles que se proyectan contendrían también una enzima, es decir una proteína, encargada de desarmar la escara para permitir la entrada del medicamento. La misma terapia podría aplicarse a quemaduras, muy propensas a infectarse.
Lograr apósitos de estas características permitiría, al mismo tiempo, que las terapias sean personalizadas no solamente en cuanto a la forma y profundidad de la lastimadura, sino también al tipo de antibiótico y la dosis a administrar, teniendo en cuenta que muchas personas presentan reacciones adversas a ciertos fármacos.
El tiempo de impresión de este parche es, de promedio, una media hora. A medida que se profundiza en los ensayos con la bioimpresora, los científicos confían en poder hacerle modificaciones que permitan en un futuro construir estructuras de mayor tamaño y precisión.