Patricia García estuvo casi quince años en el Club Asturiano de la Innovación, Innovasturias. Un punto de encuentro alrededor de la innovación donde se encargó de la parte técnica del departamento de Proyectos, para después dirigir el club. Tener una visión empática y conocer nuevas perspectivas le dio una gran experiencia para entender ciertas preocupaciones y comprender cómo poder ayudar. Redes, aprendizaje interconectado, participación en proyectos, formación en metodologías ágiles, liderazgo… Todo forma parte de un currículum tangible y otro intangible.
De ahí, pasó a ser la directora de Innovación del Ayuntamiento de Gijón, una de las ciudades que más está apostando por el futuro. Pero no solo su paso por Innovasturias tuvo que ver en su elección. Muchas veces hay que retroceder hasta los orígenes para comprender ciertas cosas. Ya cuando era pequeña la comunicación era esencial para ella. Aprender, construir… Interactuar. Una variante que se puede entrenar, como la creatividad. Lo intangible.
En el año 2019, Ana González se convirtió en alcaldesa de Gijón, y de su mano comenzó un cambio en el que la innovación ha tenido una consideración especial y la Dirección General de Innovación y la de Igualdad fueron vinculados a la Alcaldía. Y eso ya da una idea de lo que pretenden conseguir.
“Como yo lo miro, ya que me he incorporado desde otra perspectiva, hay que ver con otros ojos, con ojos de innovación e igualdad, cada acción que quieres hacer desde tu ciudad. Los ayuntamientos son las entidades más cercanas a la ciudadanía y sus acciones pueden calar más, en la medida de que se pueda interactuar en el territorio. Esa visión de lo que se pueda hacer, que sean habilitadoras, que tomemos de forma transversal a toda la organización, es una apuesta clara y decidida de lo que quiere decir la ciudad. La ciudad se tiene que pensar a sí misma. Y nos puede marcar esa doble mirada tan interesante”, explica.
“Lo que marca la diferencia es cómo se ejerce la responsabilidad”
Además, Patricia García señala que en el ámbito de la innovación hay metodologías que son facilitadoras y que la administración es un campo donde se pueden ver si son útiles sus resultados. “Es un campo de juego muy interesante –asegura– y colaborando y trabajando mano a mano, podemos dar lugar a proyectos para agilizar ayudas, por ejemplo, ya que hay una brecha digital importante. Necesitamos ser facilitadores de estos procesos”.
Pero, ¿cómo marcar la diferencia? García lo tiene claro: lo que marca la diferencia es cómo se ejerce la responsabilidad. Y añade: “Entendemos la ciudad como un gran laboratorio donde tenemos que permitir que ocurran cosas, así como que la ciudadanía sea parte activa. Posicionar incluso a la ciudadanía en otro estadio".
Una misión que se ha propuesto para su etapa en el Ayuntamiento ha sido la de conseguir implantar como unidad de medida el dato. Algo complicado porque, aunque es verdad que se empezó hace años con la digitalización –el tan citado escaneo de documentos, como hicieron tantas administraciones–, “de ahí a tenerlo todo en datos queda mucho, mucho, trabajo”.
De hecho, ya están trabajando en la gestión eficiente de estos recursos. “Ahí estamos, ilusionados con la descarbonización y el uso inteligente de la energía. Contamos con proyectos interesantes para la gestión inteligente de edificios públicos o de redes de Internet de las Cosas en la ciudad, entre otros”.
“Tenemos que hacer una nueva oficina virtual”
Uno de los retos de Gijón es llevar la transformación digital a otro nivel. Democratizar el Ayuntamiento, integrarlo en la ciudad. “Antes, cuando había que hacer algún trámite, tenías que desplazarte al centro administrativo céntrico. Gijón llevó al Ayuntamiento a diferentes sitios para no depender únicamente de un lugar. Pero ahora tenemos que ir un paso más allá. Tenemos que hacer la nueva oficina virtual”.
Igual que en el momento en el que se integró el ayuntamiento en la ciudad la ciudadanía se sentía a gusto para poder desplazarse, se sentían confiados con su consistorio, queremos que sientan lo mismo con la oficina virtual. Que la brecha digital no sea una ruptura de la comunicación con el Ayuntamiento de Gijón en cuanto a trámites. Estos retos redundan en poner en el centro a las personas. Y en ese rediseño, no solo la ciudadanía, sino también mis propios compañeros, debemos caminar juntos”.
A las mujeres STEAM les falta aún mucho camino. “Es verdad que hay muchas profesionales. Pero todavía no somos referentes, porque hasta que no se visibilice en la misma medida no será igual. Durante toda esta época, disminuyeron las matrículas de chicas en universidad. Eso crea derivadas preocupantes. La transformación social, económica, lleva implícita la transformación digital. Si disminuyen las matrículas en carreras técnicas, lo que se disminuirá son las posibles nuevas profesiones. No solamente es un problema que no hagan tipo de carreras, sino que se pierden una oportunidad de futuro”, explica Patricia García.
“Hay muchas derivadas que debemos cuidar. Hay que empezar mucho antes y de forma amigable, no solo en etapa preuniversitaria. Si haces interactuar a las chicas sin un condicionante, como que ‘no pueden hacerlo’ conseguiremos un acercamiento, sin ninguna connotación previa. Si estamos limpios para escuchar, que nos pasa a todos, la cosa cambiará”, asegura. Cuando nos acerquemos con otra mirada, y si contribuimos con ejemplos, lo conseguiremos”.
“Sin innovación, seguiríamos en las cavernas"
La mirada, para Patricia García, es esencial. ¿Qué es lo que actúa sobre nosotros? ¿Los libros de texto? ¿Lo que vemos en las películas? Según ella, puede haber sesgo para todo. Todo interactúa y al final, el vaso se va llenando. Y eso también contribuye a que las chicas se matriculen menos. “¿Cuántas publicaciones hubo de investigadores y cuántas investigadoras en época de pandemia? No son las mismas ¿Por qué? Si estuvieron todos en casa… Hay muchas respuestas diferentes, debemos encontrarlas”.
Para la directora de Innovación del Ayuntamiento de Gijón, se debe diseñar el tablero de juego y unas reglas en las que se incorporen los perfiles de las mujeres STEAM. Y poner todo en contexto: “En Gijón se elige por talento, no por limitaciones. Se elige con la mirada limpia, porque debemos aportar a la administración”.
“El mensaje es que se puede. Aprender de los que lo hacen bien y llevar a cabo. El ‘es que esto siempre ha sido así’ no sirve. Hay que atreverse y apostar a varios años vista. La innovación es cambio. Posibilidades, pruebas, errores, intentarlo, seguir. De lo contrario, aún estaríamos en las cavernas”.