Paul J. Leblanc: "Crear itinerarios personalizados y un modelo de evaluación de las competencias son los grandes retos de la Universidad"

El presidente de la Southern New Hampshire University (SNHU) ha participado en el desayuno-coloquio 'Reimaginar la Educación Superior', organizado por la Universidad Camilo José Cela (UCJC)
Desayuno Paul LeBlanc
Nieves Segovia y Paul LeBlanc durante el desayuno 'Reimaginar la educación Superior', organizado por la UCJC.

En su conversación con Nieves Segovia, presidenta de la Institución Educativa SEK, Paul J. LeBlanc, presidente de la Southern New Hampshire University (SNHU), puso el foco sobre los que considera “los grandes problemas del sistema universitario estadounidense: las brechas de acceso, la capacidad de diseñar un sistema realmente basado en competencias, y priorizar el conocimiento del alumno”. “Solo actuando sobre estos aspectos seremos capaces de mejorar un sistema que actualmente tiene una tasa de abandono del 55%”, afirmó.

Para Nieves Segovia, se trata de “problemas que también aplican a la educación superior en España”. “En una sociedad en la que el 20 % de los jóvenes entre 18 y 24 no está haciendo nada y con una tasa de desempleo juvenil del 26 %, las universidades tenemos una tarea pendiente”; aseguró la presidenta de la Institución Educativa SEK.

“Cuando preguntamos a los estudiantes si creen que su universidad les conoce, una mayoría aplastante responde que no. ¿Cómo va a funcionar un sistema que no escucha a quienes deberían ser su centro?, ¿cómo va a sentirse parte de él un alumno al que no hemos preguntado por sus pasiones, sus aspiraciones o sus objetivos?”. Desde esta “preocupante realidad” descrita por Paul J. LeBlanc, inició la SNHU un cambio de paradigma que le ha hecho pasar de 2.800 estudiantes a más de 175.000 y ser la universidad sin ánimo de lucro más grande de Estados Unidos.

Del sistema de créditos al sistema de competencias

Durante su ponencia, LeBlanc expresó la importancia de “establecer un itinerario personalizado para cada estudiante, basado en sus habilidades y en el conocimiento de quiénes son, entendiendo las barreras del acceso a los estudios superiores y también el contexto personal que han tenido en el pasado y en el presente”.

Según el presidente de la SNHU, el sistema universitario tradicional está construido en torno a las necesidades de las facultades. “Un sistema de créditos en el que se fija con claridad lo que se quiere que el estudiante aprenda pero no se asegura que realmente lo aprende. Un sistema que fija de manera inflexible el tiempo para aprender pero desatiende lo aprendido”.

“En un sistema efectivo, basado en las competencias y con el estudiante en el centro, las prioridades cambian y la tasa de abandono se reduce”. Este es el mantra de Paul LeBlanc, autor de los libros Students First: Equity, Access, and Opportunity in Higher Education y Broken: How Our Social Systems Are Failing Us And How We Can Fix Them.

Una afirmación que ha convertido en propósito vital para “construir un sistema universitario en el que cada estudiante inicie el recorrido en su propio punto de partida”.

Pasiones, aspiraciones y acompañamiento

Para Paul J. LeBlanc, el modelo basado en competencias es el camino a seguir por las universidades y señala como principales retos para ello la medición y la evaluación de las competencias adquiridas.  “¿Cómo demuestras que una persona es un buen líder? En ese análisis es mucho más difícil ser riguroso, porque el liderazgo no está relacionado con ser la persona con mayor sabiduría. En la práctica, la universidad debe crear el contexto y las oportunidades para que el estudiante pueda poner en práctica esas habilidades”.

Crear ese contexto y cambiar el paradigma para que el estudiante y el conocimiento efectivo sean el centro del sistema pasa, según el máximo responsable de la SNHU, por “identificar las pasiones que mueven a cada estudiante, conocer sus aspiraciones y acompañarles durante todo su recorrido universitario”. “Una escucha constante que  ayudará a crear sentimiento de pertenencia  a una comunidad: tan necesario tanto en el modelo tradicional -en el que la SNHU cuenta con 30.000 estudiantes-, como en el online”.

“Hay que construir relaciones y mantenerlas. No podemos crear una universidad en la que los alumnos sean invisibles para sus iguales y para nosotros”. “Solo si las universidades tienen una relación con las personas, con los estudiantes, pueden ayudarles a alcanzar las metas con las que han soñado toda su vida”, concluye LeBlanc.

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