No saldremos de la crisis si no es desarrollando novedades que aporten valor extra al tejido productivo. Así se entienden otras recuperaciones históricas de potencias como Alemania, Estados Unidos, Corea o Japón. Pedro Duque se refería ayer a los argumentos, incluidos en un artículo reciente del Financial Times para explicar la necesaria apuesta por la I+D “en tiempos de pandemia y más allá”. El ministro participó en un encuentro organizado por Executive Forum en la víspera de una jornada marcada en rojo en el calendario: la presentación en el Congreso de los Diputados del Pacto de Estado por la Ciencia y la Innovación.
“Estoy convencido de que el papel del Gobierno será esencial para la I+D de España en los próximos años. El país no puede seguir haciendo lo de siempre si no quiere desaprovechar su potencial de crecimiento”, aseguraba Pedro Duque. A grandes rasgos, el pacto propone un acuerdo para que la financiación en I+D alcance el 2 % del PIB en 2024 y el 3 % en 2030. “Esos porcentajes se lograrán con un incremento regular de la inversión pública del 0,75% del PIB en 2024, llegando al 1,25% en 2030”, añadía el ministro de Ciencia e Innovación.
“Estamos en un momento clave para el país. La situación requiere lo mejor de cada uno de nosotros. Hay que acometer reformas que nos lleven en otra dirección porque hacer más de lo mismo no va a funcionar. Los cambios siempre encuentran ciertos niveles de resistencia, pero tenemos que perseverar porque este es el camino hacia una vida más digna para todos”, detallaba Duque.
COVID-19 y el largo plazo en el sistema sanitario
“La pandemia ha evidenciado carencias tecnológicas, pero también capacidad de adaptación”. Duque recordaba la valiosa experiencia previa de España en el desarrollo de vacunas veterinarias. Equipos que se han reorientado a la lucha contra el SARS-CoV-2. Un giro que se traduce en la financiación pública de 11 proyectos con ese objetivo.
En cuanto a su parecer sobre la consecución de la inmunidad de rebaño en los plazos anunciados –fijada, según los expertos, en un 70 % de la población vacunada-, Duque explicaba la extrema complejidad que entraña poner en marcha la fabricación de las vacunas. “Ahora suministramos las vacunas al ritmo que las proporcionan las fábricas. Cada mes, las dosis se incrementarán. La UE cree que llegaremos al 70 % a finales de verano. Es una estimación asumible, incluso puede que lo logremos antes”.
De cara a estar mejor preparados ante futuras emergencias sanitarias extremas, Duque anunció la inversión en Salud de más de 480 millones de euros. Esta apuesta quiere reforzar el papel del Instituto de Salud Carlos III de Madrid “como referencia en enfermedades infecciosas”. También servirá para desarrollar la Estrategia Española de Medicina Personalizada (con un incremento de los laboratorios génicos) y fomentar la colaboración público-privada en terapias avanzadas.
Según el ministro, España está en TOP 3 mundial en investigación clínica. “Vamos a expandir las áreas en las que se llevan a cabo ensayos clínicos en fases avanzadas a zonas del país donde es posible realizarlos pero aún no hemos explotado”.
Agenda 2030
El segundo pilar importante que marcará el paso en los próximos años está ligado a la transición energética y a un desarrollo económico sostenible. El ministró prevé 300 millones de inversión destinados a la producción de energía verde, la mejorara de la eficiencia de los aviones o lograr una automoción lo más ‘limpia’ posible. Duque añadía que España esta capacitada para liderar el almacenamiento de energías limpias con la máxima eficiencia y que contempla la apertura de un centro especializado.
En este contexto, la UE no escapa de la competencia con China y Estados Unidos y se ve obligada a ir más allá de una declaración de intenciones. El desarrollo y comercialización de una nueva generación de baterías es uno de los terrenos donde Europa parece estar perdiendo la partida. Sin embargo, Duque cree que la UE recuperará pujanza en este sector estratégico.
Mejorar la transferencia de conocimiento, el objetivo de Pedro Duque
Todas estas inversiones vienen bendecidas por los Fondos de Recuperación Europeos. El Ministerio de Ciencia e Innovación gestionará 3.400 millones en los próximos años. Lo hará alineado con la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027. “La ciencia requiere de una visión amplía y de largo plazo. No podemos prever qué investigación nos cambiará la vida, por eso hay que diversificar la inversión en ciencia de calidad y dar libertad a los investigadores”.
El ministro admitía que, si bien la ciencia y la tecnología han alcanzado en España una excelencia acorde a la posición geoestratégica del país, los retrasos en la llegada de los avances al mercado y la insuficiente inversión privada en innovación frenan el ritmo del progreso. “Necesitamos un cambio cultural que favorezca la transferencia de conocimiento”, apuntaba Pedro Duque. El ministro anunciaba que la inyección de los fondos servirá fundamentalmente para activar nuevos programas, “en lugar de invertir más en los ya existentes”.
De este modo verán la luz los Sexenios de Transferencia (en busca de un efecto positivo como el causado por los Sexenios de Investigación a finales de los años 80). Asimismo, desde el ministerio encabezado por Pedro Duque potenciarán la profesionalización de equipos dedicados a la transferencia tecnológica. Seguirán la estela de algunas universidades británicas o del los institutos de la Sociedad Max Planck en Alemania. “Serán entidades dotadas de personalidad jurídica propia integradas por personal muy cualificado”.
Otros programas previstos promoverán el acercamiento de la gran empresa y la pyme con los institutos tecnológicos y los centros de investigación. Pedro Duque avanzaba además la creación de una nueva Oficina de Compra Pública Innovadora. “Nos guiaremos por dar mejores servicios, tener mejores precios y fomentar la innovación de las empresas de una manera más efectiva, moderna y rentable”.