Pepita Marín: "ENISA confió en nosotros cuando éramos apenas una idea"

La cofundadora de We Are Knitters y Daniel de Carvajal (LUDA Partners) participan en la presentación del ‘Informe sobre la valoración del impacto económico y social de los préstamos participativos de ENISA’
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Hace 12 años, durante un viaje a Nueva York, Pepita Marín y Alberto Bueno, vieron a una chica tejiendo en el metro. Ambos trabajaban entonces en PwC, pero su gen emprendedor les llevó a tirarse a la piscina en un proyecto radicalmente distinto. Hoy, We Are Knitters es una empresa de éxito. Gracias a sus kits de venta online, han creado una comunidad integrada por una nueva generación de tejedores y tejedoras.

Este miércoles, Marín recordaba lo importante que resultó el apoyo de ENISA, la Empresa Nacional de Innovación, en aquellos primeros pasos, cuando las buenas ideas se juegan su supervivencia y prosperidad. La emprendedora fue una de las invitadas a participar en el acto de presentación del ‘Informe sobre la valoración del impacto económico y social de sus préstamos participativos’ (descargar el informe), que analiza los 6.487 préstamos otorgados por ENISA a 5.701 empresas entre 2005 y 2019.

“Pasado el tiempo es fácil ver que teníamos una oportunidad de negocio, pero en ese momento, cuando éramos apenas una idea y llevábamos solo unas pocas ventas, ENISA confió en nosotros”. El capital riesgo llegaría más tarde. Marín considera que los 45.000 euros iniciales proporcionados por la empresa pública resultaron claves. Con ellos crearon una web potente (que han mantenido hasta hace apenas un año) y contrataron a su primer empleado.

Además de las dificultades estrictamente financieras, Pepita Marín percibe que hay otras barreras a sortear en la carrera del emprendimiento. “Una de ellas es la presión social. Dejamos nuestros trabajos, y la gente quería que en el día 2 de We Are Knitters ya fuéramos ‘los Mark Zuckerberg de las lanas’. No basta con sacar adelante el proyecto. Tiene que ir bien, y pronto”. Es por eso que opina que los premios (recibieron 10.000 de un galardón de ICADE) o el propio préstamo ENISA, representan un intangible valioso en la generación de confianza y son credenciales para atraer nuevos inversores.

En cuanto al estado actual del ecosistema emprendedor español, a lo largo de estos años, Pepita Marín considera que se ha producido un boom importante. “De alguna manera, es bueno, porque antes no teníamos referentes”. En este sentido, la emprendedora es especialmente activa en aquellos encuentros que visibilizan proyectos que cuentan entre sus filas con mujeres en puestos de liderazgo. “Me gustó especialmente que ENISA lanzara la línea de financiación “Emprendedoras Digitales”. Sigue existiendo una brecha de género en el emprendimiento”.

Con todo, llama a la prudencia antes de dar un salto al vacío. “Durante la crisis de 2008, parecía que emprender iba a ser la solución al paro juvenil. Hay que tener cuidado. Está muy bien fomentar el emprendimiento, pero nunca va a sustituir al empleo y a la empresa tradicional. Emprender no está al alcance de todos; por recursos económicos, pero también debido a una cuestión de personalidad. No tenemos por qué emprender todos. Es algo que engancha, pero que también machaca”.

Daniel de Carvajal es uno de esos emprendedores considerados ‘reincidentes’ en ENISA. La empresa pública le ha concedido tres préstamos, el primero en Trappit, su primera aventura junto a Luis Martín Lázaro, su socio también en LUDA Partners, su actual proyecto. El ex piloto comercial se remontaba a 2015, cuando, consciente de que tenía entre manos una buena idea, empezó a llamar a distintas puertas.

Dedicada a ofrecer una solución global para la re-emisión de billetes de avión para empresas y agencias de viajes, Trappit arrancó con una primera aportación de los socios. “Fue al contactar con el entorno business angel cuando nos recomendaron acudir a ENISA. Nos escucharon y todo fue muy rápido. Además de para contratar a varios informáticos, el préstamos nos ayudo a validar el proyecto ante terceros”.

El ‘ENISA’ más reciente es el que más gratamente ha sorprendido a De Carvajal. “Servirá para la internacionalización de LUDA partners”. La Red Digital de Farmacias que ayuda a los pacientes a localizar medicamentos desabastecidos y a aumentar las ventas online de parafarmacia, hará “marca España” en el exterior.

Para Daniel de Carvajal, una de las principales dificultades que entraña ir adelante con una idea propia, radica precisamente en el “desconocimiento generalizado” que rodea al emprendimiento. “Cuando dejé mi trabajo para emprender, algunos pensaron que lo hacía porque soy rico”. Hubo a quienes tuvo que convencer de que no pedía dinero para comprarse un Ferrari, sino para dar vida a un proyecto,

Otro de los obstáculos que, a su juicio, influyen a la hora de progresar, es bien solventado de la mano de ENISA. “Una vez que tienes una versión mínimamente viable del proyecto, llega el momento de localizar partners y clientes”. La empresa pública facilita que, “en la precariedad del principio”, las startups puedan hacer, sin excesivos ahogos, el trabajo de convencer al mercado de los beneficios de incorporar su propuesta. “Muchas de las empresas que fallan no lo hacen porque su idea sea mala, sino por esa reticencia inicial de los clientes”.

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