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Persianas venecianas para ayudar a encontrar el núcleo de un planeta 

Sener participa en la misión Psyche con unos ‘louvres’ térmicos para que los dispositivos electrónico del satélite no se estropeen
persiana sener
En el centro, a la izquierda, sobre el aislamiento protector, parte de las louvres proporcionadas por Sener. (Imagen: NASA)

El proyecto Psyche, de la NASA, busca explorar el asteroide homónimo. Se cree que era el núcleo de un antiguo planeta que fue perdiendo sus capas, algo que investigarán, además de medir la composición del asteroide y ver con qué metales cuenta: se habla de níquel y hierro, entre otros, pero también podría tener oro e iridio, muy útiles para el ser humano. Básicamente, es el primer acceso de manera directa que se tiene al origen de la Tierra y la composición de los planetas del Sistema Solar.

Sener ha tenido mucho que ver en este proyecto, que se lanzó al espacio el pasado 12 de octubre. Isabel Soto, ingeniera de la compañía y responsable técnica de los llamados louvres, explica a Innovaspain que fue la empresa estadounidense Maxar quien contactó con ellos para aplicar la tecnología de los louvres, o persianas térmicas, a una misión que durará casi seis años y que recorrerá en torno a  4.000 millones de kilómetros hasta llegar a la órbita del asteroide, entre Marte y Júpiter.

“En Sener ya contribuimos en la misión Rosetta con estas persianas térmicas, que lo que hacen es optimizar el consumo de energía del satélite. Son de aluminio, para que pesen lo menos posible”, explica Soto. Cabe recordar que los satélites suelen utilizar paneles solares para alimentar todos los dispositivos electrónicos, pero eso hay que optimizarlo. Y minimizarlo. 

“Cuando hace mucho calor en órbita, estas persianas venecianas se abren para que los equipos electrónicos de dentro del satélite se enfríen, se disipe el calor. Y, cuando hace frio, se cierran y minimizan el intercambio de energía. Si no las tuviera, habría que añadir heaters, calentadores energéticos. Y recuerdo que el objetivo es minimizar todo”, reitera la investigadora.

¿Se llegaría sin estas persianas a Psyche? Según Soto, sí. Pero a menos cincuenta grados, por ejemplo, habría que meter un heater para esos equipos. Y ese salto de energía de menos cincuenta grados a menos diez grados, que es lo que aportan las persianas, sería eléctrico, con el consecuente gasto energético. 

“Nosotros tenemos todo calibrado y las persianas duran muchos años. Además, algo importante a señalar a favor de esta tecnología es que es pasiva y que trabaja con bimetales”. Soto se refiere a que las persianas se contraen o se expanden gracias a una espiral, un muelle, con dos tipos de metales, y cada uno se comporta de manera diferente ante las temperaturas. Al ponerlos en espiral, rotan y ya no hace falta la electricidad.

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