El CSIC, la Universidad de Barcelona, la Universidad de Girona, cofradías de pescadores, clubs de inmersión y administración se han unido para desarrollar acciones de restauración ecológica marina. En concreto, y con el fin de proteger y recuperar los fondos de la costa mediterránea han replantado en el Cabo de Creus gorgonias, una de las denominadas especies estructurales ya que forman hábitats donde viven y se alimentan centenares de especies.
Los efectos derivados de la actividad humana, agravados por factores como el cambio climático y la proliferación de algas filamentosas, han hecho que los bosques de gorgonias se hayan visto afectados con una reducción significativa de su tejido vivo. Por este motivo, investigadores y pescadores han replantado gorgonias en la zona del Cabo de Creus, afectada por este fenómeno, con una técnica cuyo desarrollo ha liderado el CSIC.
Según han señalado los especialistas, realizar acciones de restauración para aumentar la resistencia de estas poblaciones y asegurar el futuro de estos bosques submarinos es necesario para mitigar el impacto a nivel local de estos fenómenos. Según el director del proyecto Andrea Gori, “las gorgonias son organismos de crecimiento muy lento y su presencia es importante para el mantenimiento de la biodiversidad marina, incluidas especies de interés comercial”.
Por su parte otra investigadora involucrada en el proyecto, Cristina Linares, ha explicado que las técnicas de restauración marina empleadas para este proyecto han sido desarrolladas por el CSIC, la Universitat de Barcelona, la Universitat de Girona. Sin embargo, “se encuentran en un estadio inicial y necesitamos la implicación de los diferentes actores si queremos implementar medidas realmente eficaces”.
CABO DE CREUS
Gracias a la ayuda de los investigadores, los pescadores son los encargados de recoger y replantar las gorgonias que quedan atrapadas en sus redes. De esta forma, el proyecto busca contribuir al mantenimiento de las poblaciones de gorgonias que se encuentran entre 80 y 120 metros de profundidad en el Cabo de Creus, declarado Lugar de Interés Comunitario (LIC) en el marco de la Red Natura 2000 de la UE. “Es una de las pocas zonas de España en la que se ha llegado a un acuerdo entre pescadores, científicos y administración, para conservar los hábitat de los fondos marinos, y donde se ha entendido que conservar quiere decir hacerlo mejor, no prohibir”, ha resaltado el investigador Josep-Maria Gili.