La Fundación Caja de Ingenieros ha otorgado el “Premio Ideas Innovadoras Isabel P. Trabal” a PidGin, un proyecto que trata de facilitar la integración de las personas sordas en todos los ámbitos de la sociedad a través de un software de traducción de lenguaje de señas a voz y texto (y a la inversa) en tiempo real
Basado en la inteligencia artificial, el funcionamiento de PidGin es “simple y potente a la vez”. Cuando habla la persona sorda, a través de una cámara, el software capta los movimientos de las manos y los traduce a voz y texto en tiempo real. Cuando habla la persona sin discapacidad auditiva, el software reconoce su voz y lo traduce a texto que aparece en la pantalla. Este proceso ocurre de manera fluida, permitiendo que la comunicación se lleve a cabo de manera "natural y eficaz". Al partir del aprendizaje automático, el software mejora su rendimiento y precisión a medida que se utiliza, adaptándose a las particularidades de cada usuario.
Tanto Andrés Eduardo Jiménez como su socio, Luis Francisco Pérez, estudiaron Economía en Colombia. “Siempre hemos tenido una vena emprendedora. Buscábamos focalizarnos en un proyecto útil para la sociedad pero también con impacto económico, ya que la innovación social no puede salir adelante si no es viable financieramente. De la mano de un amigo ingeniero hemos empezado a madurar la idea”, explica Jiménez a este periódico.
Pidgin pretende resolver una problemática que afecta a millones de personas a nivel global. “Se enfrentan a multitud de obstáculos en su vida cotidiana debido a la barrera del lenguaje”. La startup destinará la mayor parte de los 15.000 euros del premio al complejo "y caro" desarrollo técnico detrás de las muchas redes neuronales de IA que el software necesita para funcionar de manera precisa.
Incremento de beneficiarios
En la primera mitad de 2024, el equipo espera poder presentar un primer prototipo. A partir de ahí, Jiménez indica que las principales líneas de negocio de PidGin están en la prestación de servicios en hoteles o grandes superficies comerciales, “lugares con un constante tránsito de personas con todo tipo de necesidades”.
El emprendedor es optimista de cara al futuro próximo. “Debido al envejecimiento de la población, nuestro posible mercado no va a dejar de crecer, más bien al contrario. Solo en España, más de un millón de personas sufren pérdida auditiva severa. Existe una clara carencia en las opciones comunicativas para este colectivo, y debemos buscar soluciones”, añade.
A través de este premio, que este año ha recibido 158 candidaturas, un 25% más que en la edición del 2022, la Fundación Caja de Ingenieros busca impulsar propuestas de emprendedores que tengan proyectos enfocados a mejorar la calidad de vida de las personas, dando prioridad a proyectos de los ámbitos de la ingeniería, el desarrollo sostenible y el medio ambiente.