“Somos los únicos fabricantes de pequeño electrodoméstico que quedamos en España; damos mucho más que el mercado de bajo coste”. Martín Goldaracena, jefe de I+D en SDA Factory lleva 26 años en una compañía que ha pasado por distintas etapas en su historia reciente. “Aquí fabricamos e investigamos”, explica el ingeniero, que hoy teletrabaja en su casa de Vitoria, pero que no ve el momento de volver a la rutina de una factoría que abrió sus puertas en 1977 y cuya vigencia se explica en una especialización de máximo nivel.
Un poco de historia
“Siempre nos hemos dedicado a los aparatos de vapor. Originariamente como UFESA; de hecho, entre la gente de Vitoria, a nivel coloquial, la fábrica no ha cambiado de nombre”. En 1998, UFESA es adquirida por el Grupo BSH -Bosch/Siemens- líder europeo en pequeño electrodoméstico. “Hasta entonces compraban a terceros los productos de planchado. La adquisición nos convirtió en su centro de referencia de este mercado en todo el mundo. Desarrollábamos todos los productos y, además, en Vitoria fabricábamos los de gama media-alta”, detalla Goldaracena.
En 2019 BSH vende el negocio de planchado y la empresa pasa a manos del grupo B&B Trends. Por el camino, al expertise acumulado durante cuatro décadas, SDA Factory sumaba una inyección de I+D que hoy forma parte de su ADN. No obstante, Goldaracena recuerda que BSH es la empresa privada que más patentes genera en España. “La central está en Zaragoza y tienen otras fábricas por todo el país. El contacto con las demás divisiones durante tanto tiempo resultó muy positivo”.
La innovación
En todos estos años SDA Factory no le ha perdido el pulso a la innovación. “Evolucionamos los centros de planchado para que trabajen mejor, sean más cómodos, pesen menos, distribuyan de manera más eficiente el vapor, incorporen sistemas de decalcificación… También nos hemos adaptado a la tendencia de lavar la ropa a menos temperatura para no estropearla, de ahí que desarrolláramos un programa que higieniza las prendas”.
Distintas investigaciones concluyeron que la combinación de vapor húmedo, a más alta temperatura y mayor presión daba como resultado un planchado de calidad e higiénico. “Nos propusimos desarrollar el programa de modo que fuera universal, con un rango de temperaturas apto para todo tipo de tejidos”. En cuanto al vapor, determinaron que era más fácil mantener la presión alta, y por ende una mejor penetración, aplicándolo en distintos ‘pulsos’.
Y es que la OMS recomienda el lavado y desinfección de tejidos a 60- 90 grados. Lo recoge, por ejemplo, la Guía de Buenas Prácticas en los centros de trabajo del Ministerio de Sanidad. El sistema patentado por SDA Factory evita lavar la ropa de calle por encima de los 60 grados, una temperatura que en la mayoría de los casos daña seriamente el tejido.
COVID-19
Goldaracena y su equipo sospechaban que los avances que lograban, y que dieron forma al bautizado como Programa Healthty, tenían una aplicación más allá de un buen planchado que ‘lava’ la ropa. “Antes de la pandemia, contactamos con la Universidad de Navarra para que verificara otras capacidades del programa”.
Varios tests en sus laboratorios confirmaron que Healthy eliminaba totalmente cuatro tipos de microbios habituales: C. Albicans, S. Aureus, E-coli; y B. Sutilis. “Estas bacterias son más resistentes que el Sars-CoV-2 -añade Martín Goldaracena- estructurado con una envoltura lipídica y de bajo aguante ante las altas temperaturas”.
Estos análisis fueron complementados con otros estudios elaborados por Eurecat -Centro Tecnológico de Catañuña-, donde han comprobado la efectividad del programa en la eliminación de otros virus más resistentes que el nuevo coronavirus.
El mercado
Así las cosas, la habitual ‘temporada baja’ del pequeño electrodoméstico en esta ápoca del año, se ha convertido en momento en el que SDA Factory bulle de actividad. “Tenemos dos planchas de la marca Di4 con el programa: una tradicional, en la que la suela se apoya en el tejido; y otra pensada sobre todo para tiendas de moda o tintorerías, que permite darle un ‘vaporazo’ a la prenda sin descolgarla. El vapor húmedo también plancha en vertical y refresca la ropa, la higieniza”, apunta Goldaracena.
El responsable de I+D admite que la expectación que han despertado estos centros de planchado les hace replantearse su estrategia comercial. “Tenemos pedidos más allá del mercado doméstico, que es nuestro nicho habitual. Es una solución para que las tiendas de ropa ofrezcan a sus clientes un plus de seguridad y confianza”.
Y en esta vorágine, los casi 200 profesionales de la fábrica no bajan a guardia. Martín Goldaracena avanza que trabajan en diversificar su producción, e investigan la apertura de nuevas líneas. Siempre con el vapor con eje central, el ingeniero no descarta que se adentren en el mundo de las cafeteras o de los limpiadores de vapor. “Reflexionamos acerca de dónde aplicar el conocimiento que atesoramos”, concluye.