El proyecto Francisco Pizarro, la planta fotovoltaica más grande llevada a cabo por Iberdrola, ha comenzado su andadura. Situada entre Torrecillas de la Tiesta y Aldeacentera, dos localidades cacereñas, cuenta con 590 megavatios (MW) de potencia instalada y ha costado más de 300 millones de euros. La planta, además de dar energía a Extremadura y grandes empresas, supone un hito en la ingeniería de la compañía.
Y con todo ello, ¿por qué sigue siendo tan importante la Francisco Pizarro? “Esta planta solar es tan importante porque es ahora la más grande de Europa”, declara Jorge Santa Bárbara, director del proyecto en Iberdrola. “Y los números hablan por sí solos: tenemos un millón y medio de módulos solares y 14.000 seguidores”.
Los seguidores, explica Santa Bárbara, son una tecnología distinta a la estructura fija que normalmente suelen instalar en Iberdrola. “En este caso, el seguidor permite maximizar la producción de la planta y hace un seguimiento del Sol durante todo el día para poder aprovechar al máximo el rendimiento de los módulos”.
Asimismo, la planta, a partir de la subestación, tiene una línea área de 400 kilovoltios también, que cuenta con 71 apoyos y 32 kilómetros de longitud. “Es una línea enorme”, apostilla el director del proyecto.
Una construcción histórica para Extremadura
En 2019 empezó a funcionar, también en Extremadura, lo que sería en aquel momento una de las plantas fotovoltaicas más grandes del mundo: la Núñez de Balboa -también con nombre de conquistador-, dotada con 500 MW. Del mismo modo, unos meses después se dio a conocer el proyecto Francisco Pizarro, cuya construcción, desde el principio, tuvo un periplo peculiar. Desde encontrar yacimientos arqueológicos a cambiar estructurar para proteger la biodiversidad de la zona.
En cuanto al primer caso, Iberdrola localizó una veintena de yacimientos de arte rupestre prehistórico, así como otros tres yacimientos arqueológicos fechados en la Edad Antigua y en la medieval. Unos descubrimientos que se comunicaron a las autoridades locales” e inmediatamente se tomaron las medidas oportunas de control, excavación y salvaguarda de los vestigios”.
Por otro lado, la compañía cambió la estructura y creó, entre otras iniciativas -como dejar que pueda haber pasto para ganadería ovina-, un centro de reproducción controlado para la cría de conejos o un establecimiento de zonas de protección de alimentación de aves. Aves esteparias -sisón común- a las que ha realizado un seguimiento en colaboración con la Sociedad Española de Ornitología (SEO).
Y cabe destacar, además, que en este tiempo se han generado más de 1.500 puestos de trabajo; un 60 % de ellos cubiertos por trabajadores locales.
Energía sostenible para la región y para empresas
La Francisco Pizarro, con sus 590 MW de potencia, será capaz de abastecer de energía limpia a más de 334.000 hogares –superior a las poblaciones de Badajoz, Cáceres, Plasencia y Don Benito juntas-, evitando a su vez la emisión a la atmósfera de 150.000 toneladas de CO2 al año.
En cuanto a su aportación energética a empresas, se destacan los acuerdos de compravente de energía con Danone, Bayer o Pepsi. La primera compañía recibirá el 100% de su energía renovable de la Francisco Pizarro: todas las plantas de producción de Danone y sus manantiales en España -desde Asturias a Valencia-, así como a sus centros logísticos y oficinas.
En cuanto a Bayer, la energía de la planta cubrirá la totalidad de la demanda de los nueve centros de la compañía en nuestro país -que son tres fábricas, cinco centros de investigación y desarrollo y las oficinas centrales de la compañía para Iberia-. Por último, la energética suministrará de electricidad verde procedente de la Francisco Pizarro a todos los centros -11, desde Palma de Mallorca a la portuguesa Carregado- en España y Portugal.