En el embalse de Sierra Brava, en Zorita (Cáceres), se ha instalado un proyecto demostrativo que promete ser pionero en la búsqueda de soluciones energéticas avanzadas centradas en el sector fotovoltaico. En el fondo, no es más que una planta solar flotante en el propio embalse conectada a la red eléctrica en España. Pero su objetivo va más allá: se dedicará a estudiar las soluciones técnicas más adecuadas para la instalación de paneles solares sobre la superficie de lagos o embalses.
Los expertos de Acciona, creadora de la iniciativa, aseguran que la forma flotante de este tipo de plantas solares “aún está despegando a medida que el desarrollo tecnológico va evidenciando su viabilidad técnica y económica, particularmente en regiones con escasa disponibilidad de suelo o con fuerte competencia para su uso agrícola”. Y es que, según la compañía, la fotovoltaica flotante “es una opción cada vez más empleada en diversas regiones del mundo con escasez de terreno disponible o con condiciones geográficas idóneas para ello”.
Es más: “La fotovoltaica flotante ha mostrado otras ventajas sobre la terrestre, como su mayor rendimiento por la menor temperatura ambiental, la disponibilidad de una superficie plana con menores sombreamientos y la facilidad de instalación, factores que pueden llegar a compensar la superior inversión inicial”.
Así, cabe destacar que este tipo de tecnología también es “interesante» cuando va asociada a centrales hidroeléctricas, “con las que puede compartir infraestructuras eléctricas e incrementar su flexibilidad de gestión, y por su aplicación en regiones con redes eléctricas débiles». Y, con respecto al entorno, la fotovoltaica flotante «reduce la evaporación de agua en los embalses y mejora la calidad del agua por menor crecimiento de algas».
Desde Acciona afirman que la planta solar, que dispone de financiación a cargo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), representará en torno al 0,07 % de la superficie del embalse –12.000 metros cuadrados– y, como indican, se estudiará también “diversos tipos de tecnologías de paneles solares y de configuraciones en cuanto a inclinación, colocación y orientación, entre otros parámetros, así como diversas estructuras de flotación”. Asimismo, la instalación «complementará al centro de innovación de fotovoltaica terrestre que la compañía tiene en el complejo El Romero, en Chile”.
“Fieles a nuestra filosofía de ser pioneros en la búsqueda de soluciones energéticas avanzadas, limpias y sostenibles, promovemos una iniciativa muy novedosa que nos va a permitir extraer un conocimiento esencial para el desarrollo comercial de plantas flotantes en zonas donde esta opción tecnológica resulte más adecuada que las plantas convencionales sobre tierra firme”, ha declarado, por su parte, Belén Linares, directora de Innovación de la división de Energía de Acciona, respecto al anuncio de la instalación de la planta.
Por otro lado, según el Estudio Ambiental del biólogo Benigno Cienfuegos –disponible en la web de la Junta de Extremadura–, esta planta solar se trata de un proyecto de I+D orientado a la generación de conocimiento para poder abordar con garantías el desarrollo de proyectos comerciales en un futuro próximo. “Como todo proyecto de I+D, este tiene un horizonte temporal limitado que a priori considera un periodo máximo de cinco años de operación y experimentación”.
De hecho, el proyecto contempla la instalación de otros cinco sistemas flotantes independientes con capacidad máxima de 600 módulos fotovoltaicos cada uno. «El acceso a los sistemas flotantes, que se encuentran separados entre sí por unos pocos metros se efectuará por un pantalán flotante que parte desde la orilla del embalse”, indica Cienfuegos.
La propia Acciona coincide: “técnicamente, la instalación constará de cinco sistemas flotantes adyacentes –suministrados por las compañías Amilibia Marinas, Isigenere y Stansol– anclados al fondo y unidos a la orilla por un pantalán de acceso, con capacidad cada uno para 600 módulos fotovoltaicos, con una potencia total estimada en 1,125 MWp”
Así, cada uno de los otros cinco sistemas flotantes estará conectado a tres inversores de 60 kW que convertirán la corriente continua generada por los paneles en corriente alterna. “Cada inversor estará a su vez conectado a un pequeño centro de transformación que elevará la corriente en baja tensión (400 V) a media tensión (22 kV), desde donde será conducida por línea soterrada de 1,4 kilómetro hasta el punto de conexión a la red”, explican.
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Además, esta planta solar –con sus cinco sistemas flotantes– tendrá también un pequeño centro para “albergar servicios de operación y mantenimiento, control de la instalación y atención de visitas”. Del mismo modo, “también incluirá una estación meteorológica para medir parámetros de interés tales como radiación solar, temperatura, velocidad y dirección del viento, humedad relativa, presión atmosférica y precipitación, que estará conectada por fibra óptica con la caseta de control”, indican en la información proporcionada por Acciona.
Por último, desde Acciona subrayan también la importancia de tener un seguimiento ambiental. Esto es, que las actuaciones ambientales del proyecto incluyen “la instalación de cartelería informativa de los recursos naturales existentes en el entorno del embalse, instalación de boyas de señalización con el objetivo de delimitar las zonas navegables reglamentarias y habilitación de cajas-nido e islas flotantes para favorecer la nidificación de ciertos tipos de aves […] Asimismo, se realizará un seguimiento ambiental, especialmente de las aves del entorno, con el doble objetivo de protegerlas y estudiar su interacción con este tipo de instalaciones”.
“Se pretende analizar en la fauna–según el documento de Cienfuegos– conjuntamente con los demás elementos del medio, de tal manera que se consigan datos manejables y de fácil comprensión». El fin es que, una vez estructurados, se puedan resolver los conflictos entre las características ambientales y futuras actuaciones o infraestructuras dentro del término municipal de Zorita. Entre las aves que se estudien destacan dos, por representativas: la grulla común y el cernícalo primilla, siendo esta última considerada “especie globalmente amenazada”.
