La planta de Talgo en Moscú, referencia innovadora ferroviaria

El taller, que se encarga de tareas de mantenimiento y de cambios de ancho de vía, ha recibido recientemente la visita del ministro de Fomento
Talgo Moscu Rusia

Con el motivo de apoyar y potenciar a las compañías ferroviarias españolas en el extranjero, el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha visitado la planta de construcción de trenes que Talgo tiene en Moscú. Y ha sido ahora cuando la compañía ha presentado el taller que realiza la totalidad de las tareas de mantenimiento de los proyectos que la operadora realiza en Rusia, como el famoso trayecto Moscú-Berlín (1.900 kilómetros), una iniciativa que está considerada, por sus condiciones –realiza el viaje recortando cuatro horas y media de tiempo– como única en el mundo. Asimismo, todos los trenes de Talgo en el país, de última generación, son considerados allí como “de alta velocidad” y los llaman “Vencejos” (Strizh, en ruso). 

La planta, de unos 15.000 metros cuadrados, cuenta con una plantilla de 70 trabajadores. En ella se encuentran tres vías de mantenimiento, de 500 metros cada una, que además tienen otras tres máquinas especializadas para el tratamiento automatizado del sistema de rodadura de Talgo en Moscú. Cabe decir que todas estas instalaciones se encuentran climatizas y reguladas para no parar la producción en los duros meses de invierno rusos. Y lo más importante: en este taller es donde se supervisa una de las innovaciones de la compañía española, el cambiador de ancho de vía.

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Sistema de cambio de ancho de vía. / Talgo

Rusia cuenta con un estándar diferente al europeo. 1.550 milímetros frente a 1.435 mm, respectivamente. Los trenes de Talgo en Rusia, capaces de llegar a los 200 kilómetros por hora, son capaces de cambiar sus ejes en apenas segundos, siendo la operación imperceptible para los viajeros. Y en eso son expertos, ya que en la Península Ibérica pasa exactamente lo mismo, solo que los milímetros de nuestro ancho de vía son 1.668.

La operación se realiza en la frontera de Bielorrusia con Polonia, en Brest, donde técnicos de la planta de Talgo en Moscú supervisan el rápido cambio tanto dentro como fuera del tren ya que, aunque el eje se cambie en segundos, la sustitución de locomotora dura dos minutos. “Este tiempo –indican desde comunicación de Talgo–, contrasta fuertemente con las más de dos horas que se requerían antes, cuando era necesario levantar vagón a vagón para sustituir sus ejes de forma manual, uno a uno”. 

Funciona a través de tres mecanismos que lleva incorporado: “unos soportes laterales se encargan de sujetar el tren, de manera que las ruedas dejan de soportar su peso; unas guías verticales que se encargan de activar los cerrojos de los rodales (ejes) para desbloquearlas; y unas guías horizontales que empujan a las ruedas a una posición para que se adapten al nuevo ancho de vía. Así, las ruedas dejan de soportar todo el peso, lo que desbloquea a los ejes y permite que se cambie antes de que vuelva a cerrarse para volver a soportarlo”, explican a Innovaspain.

Carlos Palacio Oriol, presidente de Talgo, que ha estado presente en la visita del ministro de Fomento, ya ha declarado en más de una ocasión que Rusia es “uno de nuestros principales clientes” y que su compañía, en los últimos años, lleva exportando su tecnología innovadora por todo el mundo, internacionalizando su trabajo.

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