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Con la colaboración  de

Cosentino

El plato que hace más sostenible al sector del jamón ibérico

Dehesa Las Cumbres apuesta por la innovación y la sostenibilidad con un plato hecho de cartón que permite el termosellado en atmósfera controlada
jamon plato
Este plato permite que el termosellado alcance caducidades de hasta 90 días en temperaturas de bodega. (Imagen: Dehesa Las Cumbres)

La innovación y la sostenibilidad se encuentran, a veces, en los proyectos más inesperados. Como la nueva apuesta de Dehesa Las Cumbres, que ha lanzado un plato un 90% más sostenible de lo que se puede encontrar en el mercado para su jamón ibérico -y otros productos- que permite el termosellado en atmósfera controlada.

Antonio Caballero, el responsable de Ventas de Dehesa Las Cumbres, cuenta que lo que distingue a este plato es que, en gran medida, que han reemplazado el plástico habitual por cartón. “Aunque aún usamos plástico en el envase, porque no hemos hallado una fórmula para prescindir de él sin comprometer la calidad de nuestros ibéricos, cabe destacar que, frente a otras propuestas con termosellado, este consigue reducirlo en un 90%”, recuerda.

Al parecer, este 10% se debe a cuestiones sanitarias ya que el cartón no puede estar en contacto con el jamón, señala el portavoz. Por ello, el producto se recubre con un film de plástico especial para alimentación. “No obstante -apunta-, seguimos buscando una solución que permita eliminar el plástico de los productos ibéricos al 100%”.

El termosellado en atmósfera controlada

Pero ¿qué es el termosellado en atmósfera controlada que permite este nuevo plato? Según Caballero, es un proceso que se suele utilizar en la industria para envasar productos en recipientes sellados herméticamente bajo condiciones específicas de atmósfera. De este modo, ayuda a prolongar la vida útil del producto porque reduce la oxidación y el crecimiento de microorganismos que pueden causar su deterioro.

“La utilización de un termosellado en atmosfera controlada garantiza unas condiciones de durabilidad y organolépticas óptimas para el consumidor final. La percepción del producto por nuestros sentidos, textura, sabor, aroma y vista es muy superior al de un envasado al vacío”, asegura.

En esta línea, el termosellado de Dehesa Las Cumbres permite alcanzar caducidades de 90 días en temperaturas de bodega. De ahí que el consumo de su jamón ibérico se pueda realizar en temperatura ambiente, sin necesidad de manipulaciones ni forzar el atemperado, “como en el caso de otros fabricantes”, subraya.

Innovación para el desafío generacional

Caballero también afirma que ser una empresa que prioriza la calidad y la innovación siempre resulta atractivo para el talento, independientemente de su edad. “Aunque el sector del ibérico tenga raíces tradicionales, creemos firmemente en la inversión en innovación como el camino para atraer a jóvenes talentosos con las habilidades y actitudes adecuadas hacia nuestra industria”.

Es por eso que cuentan con un equipo joven de cortadores de jamón: “El arte del corte del jamón es una habilidad artesanal que cultivamos con pasión en un ambiente laboral muy bueno y con un equipo unido. Seguimos estrictas pautas de calidad y precisión en el corte y presentación de nuestros productos”, indica el portavoz.

Por último, en cuanto al futuro -en este caso, de la empresa, más allá del plato sostenible de jamón-, la compañía pretende seguir en la línea de sus inicios: invertir en la innovación e internacionalización dentro del mundo del ibérico.

“Entre los pilares fundamentales de nuestra estrategia de negocio se encuentra la innovación. Para ello, colaboramos con diferentes chefs, jefes de cocina y asesores culinarios, quienes nos brindan constantes sugerencias y consejos para perfeccionar nuestros productos”, cuenta Caballero, que además recuerda que llegan a más de 20 países europeos con sus ibéricos, con una gama de más de 195 referencias de productos.

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