Plus Ultra: Legado, el videojuego que desmonta "la leyenda negra y la leyenda rosa" en torno a Hernán Cortés

Juan F. Calero

Hablamos con Diego Rodríguez-Ponga, cofundador de Póntica, acerca del lanzamiento de la primera gran obra del estudio, que tendrá lugar en el primer trimestre de 2025

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De niño soñaba con hacer videojuegos. En la adolescencia, llenaba carpetas con posibles ideas que quedaron guardadas en un cajón por muchos años, pero no olvidadas. “Al final estudié comunicación audiovisual. Era lo más aproximado, dentro de las carreras clásicas, al mundo del videojuego, cuya formación entonces aún no estaba consolidada”, explica a Innovaspain Diego Rodríguez-Ponga. Durante un tiempo se dedicó “a muchas cosas distintas”. Unas navidades, intercambió impresiones con su hermano Alfonso, economista. Los dos querían dar forma a un proyecto empresarial propio, y constataron que el conocimiento de uno completaba las carencias del otro. Así, en 2021 nacía Póntica, el estudio de desarrollo de videojuegos que tiene en Plus Ultra: Legado, ambientado en la llegada de Hernán Cortés a México, su primer gran proyecto.

“Rescaté uno de mis viejos bocetos. La idea era hacer algo sobre el descubrimiento de América en el siglo XVI, tomando como base uno de esos momentos poco explorados por el cine”, apunta Rodríguez-Ponga. El emprendedor se encerró a escribir documentos de diseño para afinar la idea. Dedicó todo su tiempo libre a buscar equipo y a captar la financiación con la que arrancar. Finalmente, dejó su trabajo para dedicarse en exclusiva a Póntica.

Tres años de duro trabajo después, Plus Ultra, el primer lanzamiento del estudio, está a punto de hacerse realidad. La startup espera que el videojuego vea la luz en el primer trimestre de 2025. Disponible para ordenador y Nintendo Switch, se trata del primer videojuego, dentro del subgénero metroidvania, con ambientación histórica, pionero además en usar la línea clara del estilo de comic europeo.

Pero para Diego Rodríguez-Ponga, la seña de identidad principal de Plus Ultra: Legado está en el propio planteamiento del videojuego. “Normalmente, los videojuegos beben de los clichés del cine histórico y suelen coincidir en la recreación de las mismas épocas. Abundan las obras ambientadas en la Segunda Guerra Mundial, pero pocas en la Primera. No existen casi recreaciones de cómo se vivió este conflicto desde el Imperio Austrohúngaro o, más tarde, en la II Guerra Mundial, apenas se han plasmado algunos hechos del frente del Pacífico, como, por ejemplo, la invasión de Tailandia por parte de Japón. Si nos vamos más atrás, ¿alguien recuerda una película que discurra en el Imperio Bizantino? En Póntica nos hemos propuesto darle la vuelta a esta situación. Apostamos por las recreaciones históricas de hechos importantes no tratados en medios audiovisuales con anterioridad”.

Esta filosofía, tal y como muestran en Plus Ultra: Legado, no la aplican de cualquier manera. “Suele hacerse una lectura maniquea e inamovible de los hechos históricos, con buenos y malos muy definidos. Nadie se para a pensar si el estadounidense que fue a Alemania a luchar era racista, o si entre los miembros del ejército nazi había hombres que ni siquiera estaban afiliados al partido antes de la guerra. Esa mirada al margen del relato ‘oficial’ rara vez la vemos en cine y videojuegos”, añade el cofundador de Póntica.

En la obra que tienen entre manos, optaron por no tratar la conquista de México ni desde “la enrevesada leyenda negra ni con la cursilería de la leyenda rosa”, más romántica. “Obviamos las invenciones de una y otra. Es un problema que arrastra no solo el Imperio Español, sino todos los demás a lo largo de los siglos. También lo vimos en la mirada de un lado u otro durante la Guerra Fría. Nuestra posición está basada en contar la historia de la manera más fidedigna posible, sabiendo que un videojuego no es un relato historiográfico”, asegura el experto.

La solución para tomar con garantías otro camino de la Historia estaba en consultar fuentes primarias validadas. En Póntica acudieron a “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España”, de Bernal Díaz del Castillo, hombre de letras, soldado cronista en la expedición de Hernán Cortés. También estudiaron las Cartas de Relación, enviadas por Cortés a Carlos V. En estos textos, le contaba al monarca qué veía y qué ocurría; por qué actuaba de un modo u otro, además de pedirle ayuda para mejorar”.

Plus Ultra: Legado deja patente el papel clave que jugaron pueblos indígenas mesoamericanos, como los tlaxcaltecas, aliados de Hernán Cortés, en el éxito de la conquista. “Los españoles contaban con pocos medios. La alianza con los indígenas resultó fundamental. No pretendemos ocultar que, como en toda conquista, no se produjeran brotes de violencia y comportamientos nauseabundos tales como esclavitud o saqueos. Pero no caigamos en el error de pensar que fue una tarea de los españoles. Para nada consistió en una batalla de europeos vs indígenas”.

Cierra el círculo una figura que el videojuego reivindica: Juan Garrido, africano de raza negra, esclavo en Lisboa en su niñez y adolescencia, mano derecha de Hernán Cortés en Cuba y que acudió con él a tierras mexicanas. “El relato de que los españoles se dedicaron a masacrar indígenas se cae por su propio peso. También el cuento ñoño y racista de que fuimos los españoles los que civilizamos a aquellos pueblos. Desmontamos mitos falsos”.

En el plano técnico, Plus Ultra: Legado ofrece un estilo de jugabilidad rápido y directo, sin interrupciones, muy inspirado en algunos juegos icónicos de los años 90. “Plantea un reto, pero bien diseñado, para que sepas qué hacer en todo momento, mejorar, superarte y, sobre todo, divertirte”. En este sentido, la ambientación histórica y la madurez de la trama no implican que la acción decaiga o aumente la confusión. Los personajes hablan, pero el jugador puede seguir moviéndose y actuando en un mundo interconectado “que es un gusto explorar”.

Artísticamente, el estilo de comic aporta personalidad al videojuego. “Algunas cosas suceden literalmente como en un TBO. Por ejemplo, al pasar de una sala a otra, el efecto es el mismo que cambiar de página. Es, en definitiva, una estética muy distinta de la tónica habitual”.

El estudio forma parte del programa de Aceleración de Madrid in Game, la apuesta por el videojuego del Ayuntamiento de Madrid. “Las mentorías nos vienen de maravilla. Gracias a ellos, hemos podido conocer a gente de la industria y hacer red, clave en un estudio pequeño. También nos facilitan la agenda de eventos a los que podría interesarnos asistir. Todo es más ágil en general”.

Rodríguez Ponga cree que Plus Ultra: Legado llega en el momento idóneo. “Hace 20 o 30 años no se habría entendido. En los últimos tiempos, el consumo de videojuegos se ha extendido, llega a una demografía más amplia. Ahora juegan muchas más mujeres, y personas de 45 o 50 años son verdaderos gamers. Es algo parecido a lo que le ocurrió al comic, cuyo prestigio no ha dejado de crecer. De los súper héroes ha pasado a poder atender cualquier asunto y momento histórico; controversias, problemas sociales… está en el debate. Como medio de expresión e industria cultural, es cuestión de tiempo que al videojuego le suceda algo similar”.

Cuando pase el ansiado lanzamiento, la idea de Póntica es desarrollar nuevos videojuegos con una premisa parecida: exploración 2D con ambientación histórica.