Gas Natural Fenosa, con la colaboración de la Universidad de Barcelona, ha organizado un curso llamado Energía, economía y sociedad: modelos energéticos, autoconsumo y pobreza energética, donde más de 80 profesionales han analizado el nuevo papel de los usuarios en la energía. Todos han estado de acuerdo en las posibles soluciones, pero también se han tratado temas como el transporte o la pobreza energética de España.
Según Gas Natural, la mejora de hábitos energéticos en nuestro país, junto con la introducción de la domótica, han hecho que el ahorro en los hogares suban un 82%. Algo sorprendente, ya que entre los analistas ninguno ha tenido en cuenta el papel que ha tenido la crisis económica todavía existente en nuestro país. Las subidas de precios en la luz parece que no han hecho mella si tenemos en cuenta la opinión del analista del Gabinete de Estudios de Analistas Socio-Políticos, Juan Carlos Rodríguez. “Se perciben síntomas de una mayor predisposición ciudadana a entrar en el debate y la gestión de la energía a nivel doméstico, aunque conviene implicar aún más al público en general en la discusión pública sobre la energía, y para ello es fundamental incrementar el nivel de conocimiento sobre el sector energético”, ha asegurado.
Por otro lado, aunque el conjunto de la sociedad española parece que se interesa cada vez más por su energía y gastos, aún existe pobreza energética en España. “El transporte supone cerca del 30% del gasto energético en países desarrollados y más del 90% proviene del petróleo. Las medidas más destacadas para conseguir un transporte más sostenible podrían ser la planificación urbanística orientada, el fomento del transporte público y el uso del coche compartido”, ha destacado Álvaro García, investigador del Centro de Investigación del Transporte (Transyt) de la Universidad Politécnica de Madrid. El transporte, encuadrado dentro de las sociedades energéticas, es muy importante ya que existe un potencial de eficiencia energética en zonas residenciales que hay explotar.
Asimismo, el profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad Pontificia de Comillas, Pedro Linares, ha explicado que la pobreza energética es un concepto difícil de medir con precisión. Según ha apuntado en el evento, “hay medidas objetivas y subjetivas, cada una con ventajas e inconvenientes, y las más utilizadas no son necesariamente las más apropiadas”.
Por ello, en el curso todos los asistentes han llegado a la conclusión de que se necesita más autogeneración y mayor autoconsumo, como por ejemplo, con la energía solar fotovoltaica. Al margen de la especificidad de cada caso, los expertos coincidieron en que el autoconsumo debe desarrollarse de forma ordenada y coherente para evitar que unos clientes acaben subvencionando a otros.