Ayer se presentó un nuevo grupo operativo que pretende que el tomate industrial de Extremadura, Andalucía y Murcia se adapte a los desafíos climáticos y sociales del siglo XXI. Se trata de Pomodoro, un proyecto que, mediante sistemas de producción avanzada y una gestión sostenible de los recursos, como innovaciones en el riego, pretende optimizar los cultivos.
“El agua es una problemática medioambiental y lo que tenemos que ir buscando es una sostenibilidad de los sistemas productivos, de los sistemas agrarios. Lo que se pretende con este proyecto es implementar nuevas tecnologías y herramientas para el manejo del agua y mejorar la sostenibilidad”, explica Pedro Norte, técnico del programa en Extremadura.
Precisamente, en cuestión de importancia del tomate industrial, Extremadura es líder con 23.500 hectáreas, de ahí la importancia de este proyecto en la región. Por ello, no se trabajará directamente con tomate o con variedades, sino directamente con el manejo del agua, con la productividad, con el uso de sensores para optimizar el uso del agua evitando drenajes, etcétera.
“Como acaba de empezar, a nivel experimental no hemos hecho ningún ensayo. Pero este proyecto tiene una duración de tres años. Al final, cubriremos casi tres campañas de cultivo de tomate para industria para poder realizar ensayos experimentales en las distintas zonas mencionadas”, señala.
También Norte recuerda que el objetivo principal es transferir el conocimiento al productor. “Durante lo que dure Pomodoro habrá jornadas demostrativas de distintas parcelas experimentales y no es que tú te puedas adherir para obtener información, pero sí para que se te transmita a través de folletos, a través de jornadas divulgativas, todo el conocimiento y los resultados que se deriven del proyecto durante estos tres próximos años”.
Técnicas agrícolas avanzadas
El proyecto tendrá una financiación de 600.000 euros, con un consorcio formado por Apag Extremadura Asaja, Azud, Tepro, Cebas-CSIC y Evergrant. La idea: desarrollar técnicas agrícolas avanzadas que permitan aumentar el valor económico, industrial y nutritivo del tomate de industria, mediante el uso de tecnologías de gestión del riego y la nutrición, optimizando la calidad del fruto.
Asimismo, se incrementará la sostenibilidad de toda la cadena productiva, optimizando el uso de recursos y evaluando la huella hídrica, lo que contribuirá a la reducción de la inversión energética, mejorando el rendimiento y el impacto ambiental.
Por otro lado, también se mejorará la competitividad y la rentabilidad de los productores, aumentando su sostenibilidad y atractivo económico. Este objetivo busca frenar el abandono agrícola y asegurar la permanencia de los agricultores en las zonas rurales. Y, por último, se transferirá conocimiento al sector para fomentar la adopción de las nuevas tecnologías desarrolladas, asegurando su aplicación efectiva en el sector del tomate industrial, potenciando el impacto social, económico y ambiental.