El Port de Barcelona ha firmado un convenio de colaboración con Enagás para promover nuevos servicios logísticos de GNL (Gas Natural Licuado) en una de las gasificadoras que se encuentran el puerto. Así, este acuerdo permitirá que el Port de Barcelona se convierta en el gran distribuidor de este tipo de gas en el mar Mediterráneo.
Realizado con motivo del reciente proyecto europeo Core LNGas Hive (liderado por Enagás), el Port se compromete a ser socio y coordinador de cinco iniciativas para esta operación: adaptación de un atraque del muelle de la Energía para el suministro de GNL a gabarra y buques de pequeñas dimensiones; la modificación de una gabarra para suministrar GNL a buques; el diseño y montaje de un motor de gas natural alimentado por gas natural licuado para generar electricidad y suministrarla a un buque de carga durante su estancia en el puerto; la transformación de dos straddle-carriers (maquinaria de terminal) en las dos terminales de contenedores del Port para ser propulsadas por GNL; y el diseño de un remolcador propulsado por gas natural.
“Respecto a los carburantes derivados del petróleo, el GNL supone una reducción del 80% en la emisión de NOx (óxido de nitrógeno) y del 100% en la emisión de partículas en suspensión y de óxidos de azufre”, apunta Sixte Cambra, presidente del Port, refiriéndose a este gas como “una alternativa real y sostenible a los carburantes convencionales derivados del crudo”. De hecho, desde Enagás estiman que, a finales de este mismo año, un centenar de barcos utilizarán el GNL. Todavía unas cifras lejanas a la capacidad del puerto barcelonés, pero muy correctas si se tiene en cuenta que solo queda medio año para cumplir con la predicción de la compañía energética.
Como afirma Marcelino Oreja, consejero delegado de Enagás, “el uso del gas natural puede contribuir a mejorar la competitividad de la actividad del transporte, ya que se trata de un combustible más barato que los derivados del petróleo”, además de una demostrada solvencia en la reducción de gases contaminantes y de partículas en suspensión. “La existencia de infraestructuras de suministro de GNL en el propio puerto es una condición imprescindible para potenciar el uso de este producto como combustible alternativo de transporte”, asegura.