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Melanie Gabriel CMO y cofundadora de Yokoy

El potencial de la IA en la transformación de la función financiera

Por Melanie Gabriel, CMO y cofundadora de Yokoy

La creciente popularidad de la inteligencia artificial (IA) generativa hace que cada vez más empresas intenten incorporar IA a sus rutinas diarias, al asumir que tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en tiempos inciertos y que puede ayudar a los equipos a trabajar de forma más eficiente y a ser más creativos a la hora de resolver problemas.

Aunque el aspecto generativo de la IA parece ser el principal motivo para su rápida adopción en el ámbito empresarial, en realidad es la capa de inteligencia la que puede ayudar a sacar ventajas competitivas y a trabajar de forma más inteligente.

En este artículo me centro en el impacto de la inteligencia artificial en la transformación digital de los departamentos financieros. Sin embargo, los principios que expongo a continuación son aplicables a prácticamente todos los demás departamentos.

Departamentos financieros: de la digitalización a la transformación

Como consecuencia de la digitalización, la función financiera ha experimentado profundos cambios durante los últimos años. Desde la automatización hasta la inteligencia artificial, la tecnología ha desempeñado un papel cada vez más importante en los departamentos financieros, ayudando a los equipos a trabajar de forma más eficiente, precisa y eficaz.

Sin embargo, la digitalización sólo es el principio de la transformación de la función financiera. Teniendo en cuenta las exigencias de un mundo empresarial cambiante, los departamentos financieros tendrán que ir más allá de la mera digitalización y adoptar una verdadera transformación en los próximos años.

¿A qué se parece esta transición en la actualidad? La respuesta corta sería que se está alejando de las mejoras tecnológicas y de procesos, para centrarse más en la innovación estratégica y la creación de valor.

Hoy, muchos equipos financieros se limitan a automatizar los procesos existentes, como, p. ej., la introducción de datos o la generación de informes. Sin embargo, la IA ayuda a desarrollar nuevos modelos de negocio, identificar oportunidades de inversión, predecir tendencias y optimizar las estrategias de la gestión de riesgos. Se trata de aprovechar todo el potencial de la tecnología: los equipos financieros pueden mejorar el rendimiento, impulsar el crecimiento y, así, añadir valor a la empresa.

Naturalmente, no será una transformación fácil: los equipos financieros necesitan desarrollar nuevas habilidades y competencias, entre las que están el análisis de datos, el dominio de una estrategia digital y la gestión de la innovación. Por su parte, las empresas tienen que invertir en nuevas tecnologías y sistemas para crear una cultura que valore la innovación y la experimentación.

La buena noticia es que la recompensa puede ser significativa: al aprovechar todo el potencial de las tecnologías relacionadas con la IA, los profesionales del departamento financiero tienen la oportunidad de redefinir su papel en la empresa y, a su vez, pueden proyectar carreras profesionales más interesantes e impactantes. Con la IA en el corazón de los procesos, es probable que la función financiera experimente transformaciones muy profundas en los próximos años.

¿Cómo será la función financiera con inteligencia artificial en el futuro?

A pesar de cierta preocupación por el posible impacto de la IA sobre el mercado laboral, se reconoce cada vez más que la IA y los humanos pueden trabajar mano a mano, consiguiendo mejores resultados para el conjunto del sector financiero.

Un ejemplo podría ser que las herramientas de planificación financiera (FP&A, en sus siglas en inglés) con IA son capaces de analizar grandes cantidades de datos, identificar tendencias y/o patrones y generar previsiones sobre el futuro rendimiento financiero. En base a esta información, los equipos financieros pueden identificar riesgos y oportunidades, hacer previsiones más precisas y tomar mejores decisiones estratégicas.

Como es habitual, los avances tecnológicos no están exentos de retos: las dudas asociadas con la adopción de la IA en finanzas, la preocupación por los puestos de trabajo o la necesidad de nuevas competencias y de formación están justificadas. No obstante, el Foro Económico Mundial señala que, a largo plazo, la IA creará más puestos de trabajo de los que destruye, en particular en áreas como la ciencia y el análisis de datos, la estrategia digital, la automatización de procesos y el desarrollo de software.

Teniendo en cuenta el potencial radicalmente transformador de la IA, está claro que la función financiera con IA se distinguirá profundamente de la situación actual: estará definida por un proceso altamente colaborativo donde humanos y máquinas trabajarán juntos para alcanzar objetivos comunes. Con la integración de la IA, los equipos financieros estarán capacitados para extraer ideas y recomendaciones de forma eficaz en base a una cantidad infinita de datos, haciendo uso de su experiencia para tomar decisiones con criterios sólidos.

Por otra parte, la función financiera con IA será muy adaptable, capaz de responder rápidamente a las exigencias cambiantes empresariales y a las condiciones del mercado. En este sentido, los algoritmos de IA aprenderán con el tiempo, haciéndose cada vez más eficaces en la realización de tareas complejas y facilitando las tomas de decisiones rápidas.

Con una herramienta que hace uso de la IA para la gestión del gasto empresarial, los equipos financieros podrán ofrecer recomendaciones más específicas y proactivas a las partes interesadas, ayudando así a planificar el futuro con mayor confianza. En cuanto los equipos financieros integren la IA plenamente en sus rutinas diarias y empleen todo su potencial transformador, es probable que puedan volver a convertirse en pensadores creativos, solucionadores de problemas visionarios y constructores de relaciones empáticas. Cabe añadir que la transformación en torno a la IA no se limita al departamento financiero: su lógica es perfectamente aplicable a muchas otras áreas de una empresa.

En definitiva, la función financiera del futuro basada en la IA será muy diferente de la actual: se definirá por un proceso altamente colaborativo, con humanos y máquinas trabajando juntos para lograr objetivos comunes.

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