El torneo de emprendimiento tecnológico en salud OpenBeauchef - IBM, organizado en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, ya tiente ganador. Se trata del grupo de estudiantes PIL.IS, quienes propusieron un pastillero inteligente que permite disminuir la inconstancia en los tratamientos farmacológicos mediante avisos por celular.
“Creemos que somos un proyecto interesante, que logramos crear un modelo de negocio que va a ser sustentable y que al mismo tiempo va a tener un impacto importante en la salud, sobre todo en la salud pública”, afirma Claudio Daza, estudiante de Medicina de la PUC. “Así que estamos muy contentos por viajar a Silicon Valley a hacer redes de contacto y hacer que el proyecto funcione”.
Ella, junto a Roberto Fuentes y Bastián Ermann, alumnos de los departamentos de Ingeniería Industrial y Ciencias de la Computación de la Universidad de Chile, respectivamente, y Karla Corsi de Diseño Industrial del DuocUC, han diseñado este pastillero inteligente que, mediante un software, avisa por medio del teléfono móvil la hora en que se debe ingerir el medicamento.
El segundo premio lo ha obtenido el grupo CHECK, que ha propuesto crear un software que se conecta a la ficha electrónica habitual, proporcionando un sistema de alerta para evitar contraindicaciones en las prescripciones médicas.
Durante la jornada, los ochos finalistas en competencia han tratado de mostrar en su innovación todo el trabajo realizado en cinco meses, un arduo proceso de formación en las áreas de innovación, emprendimiento, habilidades blandas, salud y tecnologías, entre otras temáticas. Esto ha sido potenciado con la implementación de una nueva metodología de creación de equipos multidisciplinarios desarrollada por OpenLab, el laboratorio de innovación y emprendimiento de la Universidad de Chile que ha organizado el torneo.
Se ha trabajado con 80 estudiantes de 16 universidades, los cuales han ido separándose en grupos según su afinidad e intereses, su nivel de motivación, sus áreas de expertise y los vínculos de confianza generados en los primeros meses del programa.
El primer y segundo premio han obtenido un viaje a Silicon Valley para generar redes de apoyo, presentar los proyectos ante expertos y lograr que las innovaciones elegidas se puedan implementar en un futuro cercano en la salud pública chilena. El resto de los proyectos finalistas seguirán siendo apoyados por OpenLab, con el fin de asesorarlos en términos de propiedad intelectual, modelo de negocio, detalles de las tecnologías y fortalecimiento de los equipos de trabajo.