Por cuarto año consecutivo, la Fundación Botín ha dado sus Premios al Talento Joven para la Gestión Sostenible del Agua, enmarcados dentro de las actividades del Observatorio del Agua de dicha fundación. Los galardones, que en esta edición han ido dirigidos a la gestión sostenible de los recursos hídricos, pretenden promover la innovación y la difusión de ideas, proyectos y tecnologías desarrollados –y ya probados– por jóvenes profesionales.
Tres han sido las categorías a las que se podía optar: ‘Tecnologías y modelos de gestión que contribuyan a la gestión sostenible del agua’, ‘Creación de una empresa (startup) que ofrezca productos o servicios relacionados con la gestión sostenible del agua’ y ‘Actuación o proyecto educativo que favorezca la formación sobre la importancia de una gestión sostenible de los recursos hídricos’. Así, tras una meticulosa selección entre 40 propuestas internacionales –“el doble que la pasada edición”, indican–, la Fundación Botín ha dado a conocer, en un evento celebrado ayer, los ganadores en estas respectivas áreas: Marta Vivar, Albert Duaigües y Chengzi Chew, con un premio de 1.500 euros cada uno.
El primero de ellos, el de Vivar, es un proyecto llamado ‘Sistema híbrido solar para la desinfección de agua y producción eléctrica’. Básicamente consiste en una tecnología híbrida para la producción simultánea de agua potable y electricidad, con el objetivo de aumentar la eficiencia de la conversión de la energía solar. El sistema combina celdas fotovoltaicas y desinfección solar con rayos UV para producir energía y agua potable al mismo tiempo, consiguiendo un nuevo sistema de desinfección con un bajo coste energético y alta performance. Desarrollado y probado en distintos países, esta iniciativa es, en definitiva, una gran alternativa para mejorar el acceso al agua potable en países en vías de desarrollo.
En segundo lugar, el proyecto ‘eFoodPrint ENV’, creado por Alberto Duaigües es un software conectado, destinado al sector agrícola, que calcula dos de los indicadores más extendidos en sostenibilidad ambiental: la huella de agua y la huella de carbono. Gracias a esos datos, los agricultores pueden mejorar la calidad de sus producciones, así como incrementar la eficiencia en el uso de los recursos. Esta herramienta tecnológica, según Alberto Garrido, director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, Duaigües ha sido premiado sobre todo por “tener un proyecto que ya se comercializa, y con éxito”.
Por último, el tercero de los premiados ha sido un simulador hidrológico que ayuda a los más jóvenes a entender las interconexiones entre el agua, el desarrollo socioeconómico y la sostenibilidad medioambiental. El responsable del videojuego, Chengzi Chew, ha hecho que los jugadores pueden solucionar diferentes retos, relacionados con el cambio climático o el crecimiento de la populación, para obligarles a buscar soluciones innovadoras.
“En general ha habido muy buenos proyectos, pero no todos podían ser premiados. Aun así, ha habido dudas, pero el jurado ha sido muy sabio al elegir estos tres”, afirma Garrido. Para él, lo ideal es que la edición siguiente tuviera muchos más proyectos. “Ya hemos tenido ganadores internacionales; en Colombia, Bolivia… Pero queremos que haya más. Y eso que cualquiera puede hacerlo: es muy fácil presentarse, es online, abierto, cada año cambiamos las temáticas, está disponible en cualquier idioma y solo hay que adjuntar una pequeña memoria sobre el proyecto. Aunque no es una cuantía generosa, nuestros premios tienen una gran relevancia”, explica, subrayando además que lo “único” que piden es que estos proyectos, además de estar ya madurados, mejoren la sociedad en la que vivimos.