Una guía para detectar la práctica del greenwashing en las empresas. Un nuevo modelo de centro educativo preparado para el siglo XXI. Son dos ideas con algo en común: ambas surgidas de las cabezas de alumnas, matriculadas en la Universidad Católica de Valencia (UCV) y premiadas por ser proyectos innovadores. El Área de Prácticas y Empleo de la institución celebró el pasado 3 de diciembre la entrega del Premio al Proyecto de Innovación UCV patrocinado por Caixa Popular.
Las ganadoras fueron Nuria Albero y Nerea Ferrer, en categoría Trabajo Fin de Grado (TFG) y Dayana Bastías en categoría Trabajo Fin de Máster (TFM). Además del galardón, las alumnas de la UCV han recibido una dotación económica de 300 euros. El jurado determinó que habían completado un trabajo con «carácter innovador tanto en idea, productos, servicios y ámbito social, sanitario y educativo».
Así, el proyecto de las graduadas en Administración y Dirección de Empresas (ADE), titulado ‘Destapando el Greenwashing: una guía para identificar las marcas disfrazadas de verde’, estuvo dirigido por la profesora Andreea Apetrei. Consiguió imponerse a los trabajos de Marta Chiquillo, graduada en Educación Primaria; y Javier Torres, egresado también en el Grado en Administración y Dirección de Empresas.
Por su parte, Dayana Bastías, del Máster Universitario en Dirección y Gestión de Centros Educativos, se hizo con el galardón en categoría de TFM con un proyecto titulado ‘Un modelo de centro educativo para el s.XXI’. El proyecto estuvo dirigido por la profesora María Dolores Valencia. Se impuso en la final a los proyectos de Leandro Nicolás, del Máster Universitario en Dirección de Negocios en un Entorno Global; y de Álvaro Huguet, del Máster Universitario en Biotecnología Azul.
Para la obtención del premio se han tenido en cuenta el grado de innovación o impacto del proyecto, así como la oportunidad y aportación de valor de la iniciativa a la sociedad, explican desde la UCV.
El Jurado del premio al mejor TFG ha estado compuesto por Marina Molina, directora de Innovación de Caixa Popular; Sebastián Navarro, miembro de SECOT, y Miguel Ángel Jiménez, director del Servicio de Formación Continua Educa-Acción de la UCV. Mientras que el jurado del premio al mejor TFM lo han formado María Molina, Sebastián Navarro, y Jesús Casanova, director general del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia.
La importancia de conocer y detectar el ‘greenwashing’
“Creemos que es un tema actual que la gente no conoce”, explica Nerea Ferrer a Innovaspain. Esa fue la primera dificultad: indagar en el tema para poder desarrollar el TFG. El primer paso, recuerda, fue rastrear por internet sobre este concepto. La información era escasa. Incluso ella y su compañera de trabajo, Nuria Albero, preguntaron en su entorno. “Casi ninguno conocía este concepto”.
Ambas, interesadas especialmente en el mundo de la moda, decidieron poner el foco precisamente en el sector textil. Si bien, cuenta Ferrer, estudiaron “diferentes empresas que realizaban el greenwashing en diferentes sectores (transporte, industria, cosmética…). Así profundizamos en el concepto en distintos sectores”.
La decisión de enfocarse en el textil es sencilla: “es un sector muy en auge ya que existe el fast fashion (ropa nueva casi cada semana), es donde la gente consume más… y de hecho es el segundo sector que más contamina en el planeta. Utiliza muchos elementos nocivos para el medioambiente”, zanja la universitaria.
Ferrer invita a cualquier consumidor a darse un paseo por alguna tienda de ropa. Ella misma, recientemente, vio unas prendas que se vendían como “100% sostenible”.
“Piensas que es real pero hasta que no haces una investigación profunda, los materiales que utilizan… no sabes si es 100% sostenible. Tienes que ir estudiando y seguir profundizando porque cada día se ven más anuncios, más campañas de las diferentes empresas sobre la sosteniblidad y el medioambiente”.
Ahí comenzó a gestarse la guía que, esperan, sirva “para todos”. Albero se refiere también a su tutora, Andreaa Apetrei, como una figura fundamental en la ejecución del proyecto. “Ella nos dijo que había un concepto, el greenwashing, que consiste en destapar las mentiras sobre la sostenibilidad que predican muchas empresas”.
“Nos gustaría profundizar más y llegar a un punto en el que seamos de ayuda para los consumidores a la hora de realizar sus compras”, afirma Ferrer.
Inmersa cada una en distintos proyectos, sí tienen la energía para continuar con este. “Hemos visto que tiene bastante futuro y es importante sacarlo a flote. La gente no lo sabe ni nosotras lo sabíamos, pero hasta que no lo estudias no te das cuenta”, reconoce Albero. Una de las intenciones, continúa, es “dar visibilidad”. “Y qué mejor hacerlo a través de asociaciones sin ánimo de lucro que denuncian estas malas prácticas que hay que parar”.
Un centro educativo “que viva y forme a los alumnos” acorde al siglo XXI
Dayana Nicole Bastías Laplechade detectó que algo fallaba en la manera de educar durante la realización de sus diferentes prácticas. “Las diferentes necesidades que había en el aula y en el centro no estaban siendo atendidas”, le confesó a una amiga.
A partir de ahí comenzó a desarrollar el proyecto premiado en la categoría de TFM. Se basa en la idea de que el centro educativo del siglo XXI es aquel “que viva y forme a los alumnos acorde a la época en la que vivimos”, relata a este medio.
Un centro dotado con herramientas para su desarrollo integral y ser flexibles en la conciliación familiar. “En torno a ese aprendizaje con el barrio, padres y alumnos, buscando la participación de todos, ya que esto hace que el centro sea más rico pedagógicamente”, desgrana Bastías.
Entre las necesidades que requiere este nuevo centro educativo, estarían las de aplicar una enseñanza “vivencial, plurilingüe”. Sin olvidar el uso de las nuevas tecnologías y el desarrollo de las competencias “necesarias para el mañana”. Imprescindible para ello que los docentes cuenten con herramientas de gestión “que faciliten su labor”.
Bastías ya está en el camino de materializar esta idea. El premio no ha hecho sino más que corroborar que su proyecto “se está realizando bien y gusta a los demás”. Además de darle un impulso de “esperanza”, reconoce.
“Seguimos adelante con nuestro proyecto y esperamos algún día tener en nuestras manos el poder de dirigir un centro acorde a las necesidades actuales”, concluye.
Beatriz De Ancos: “En la UCV queremos formar no solo alumnos competentes, sino también excelentes”
En la entrega de premios participó Beatriz de Ancos; vicerrectora para los Alumnos y Acción Social de la UCV, que felicitó a los finalistas por «la excelencia» de sus trabajos y valoró su carácter innovador «desde diferentes áreas de conocimiento».
«La innovación ha estado siempre muy ligada a la empresa y al ámbito comercial, sin embargo, en esta edición del Premio Proyecto de Innovación se ha demostrado que se puede abordar desde diferentes áreas temáticas y desde las distintas Facultades de nuestra universidad», añadió.
Así, De Ancos destacó que «este tipo de iniciativas, llevadas a cabo por el Área de Prácticas y Empleo, están muy en la línea de la UCV, en su conjunto, de formar no solo alumnos competentes, sino, también, alumnos excelentes».
Jesús Casanova: “Innovación no solo es tecnología. Puede provenir de cualquier campo”
Para Jesús Casanova, director general del Centro Europeo de Empresas e Innovación de Valencia, «ha sido muy complicado elegir a cuál era el ganador porque los tres eran innovaciones sectoriales».
«Los alumnos ha entendido que innovación no solo es en la tecnología, sino que puede provenir de cualquier campo. Un proyecto educativo, otro agrícola, y un tercero de biotecnología, así lo demuestran», añadió.
Casanova también se ha referido a la crisis económica que estamos viviendo y cómo esta «puede generar oportunidades».
«Muchas empresas frente a la crisis se han reconvertido, y esa reconversión les ha abierto unas oportunidades que no tenían previstas y que les están dando mucho éxito. Esa es una lección que los estudiantes tienen que tener muy presente ya que la adaptabilidad a los cambios es una capacidad imprescindible hoy en día», argumentó.
Marina Molina: “Sé que en alguna ocasión voy a trabajar de la mano de estos emprendedores”
En la jornada también participó Marina Molina; directora de Innovación de Caixa Popular, que destacó tanto el «alto nivel» como el «la gran base innovadora» de todos los proyectos presentados.
«Todos eran muy actuales y partían de una necesidad social no cubierta. Las soluciones han sido muy variadas, pero todas con dos cosas en común: un impacto social sostenible, y ese toque de innovación necesario».
En este sentido, Molina afirmó que «la innovación consiste en llevar las ideas a la práctica, y muchos de los que se han expuesto hoy estoy segura que acabaran fructificando».
«Aquí está el futuro de las empresas, sé que en alguna ocasión voy a trabajar de la mano de estos emprendedores cuando salgan de la universidad», concluyó.
Sebastián Navarro: “Los trabajos tienen un exhaustivo estudio de mercado detrás, clave para su futuro éxito”
Por su parte, Sebastián Navarro, de SECOT (Seniors Españoles para la Cooperación Técnica) coincidió en destacar la «excelencia» de los trabajos presentados en la edición de este año y ha subrayado «el exhaustivo estudio de mercado ha llevado consigo cada uno de ellos y que es imprescindible para que tengan éxito en un futuro».
«Se nota que los alumnos han buscado lo que demanda el mercado y sus proyectos son respuestas a estas necesidades», añadió.