“La iniciativa surge de nuestra propia experiencia en las aulas de la facultad de Educación. Detectamos que buena parte del alumnado llega a la Universidad con ideas preconcebidas sobre determinados episodios históricos. Son un tipo de fake news, de estereotipos erróneos”. Alejandro Egea es uno de los artífices del proyecto PreteritUM. La iniciativa -promovida por la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Murcia (UCC+I) y apoyada por la FECYT- busca desmontar estas verdades grabadas a fuego a lo largo de los siglos con nuevas herramientas.
Profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales en la UMU, Alejandro Egea explica a Innovaspain que el objetivo de las diferentes acciones de PreteritUM no es otro que trabajar el pensamiento crítico y científico de la ciudadanía en general con un foco más intenso en los estudiantes de secundaria.
Bajo esta premisa, pusieron en marcha la iniciativa What the Fact. Mediante reels (vídeos cortos) en Instagram y TikTok, los prejuicios son superados desde la comicidad. “La Gripe del 18 no fue sólo española y la Edad Media no era tan oscura; fue mucho más que inquisición y desgracia. El Año Cero nunca existió”. Detalla Egea sobre algunos de los hechos protagonistas de este material audiovisual.
El cuñado que todo lo sabe
Desmontando a tu Cuñado es otra de las acciones de PreteritUM. Junto a la Fundación Integra, produjeron una serie de vídeos dirigidos a un público, quizá no tan joven, pero con un leitmotiv muy similar. “Contamos con una historiadora que desmiente con evidencias algunos disparates históricos muy arraigados. Para empezar, el propio método histórico, que va mucho más allá de la idea romántica de la arqueología. O el falso mito del ser humano prehistórico mostrado como poco más que un bruto estúpido. Ensalzamos sus muchas capacidades de I+D, adaptadas a la época”.
El profesor añade que la propia Región de Murcia es también víctima de estos errores aceptados. “Murcia suele quedarse fuera de las llamadas comunidades históricas. Tenemos un rico pasado andalusí que debemos poner en valor frente a la imperante asociación de una historia exclusivamente cristiana. En el análisis histórico y en el discurso político se tiende a abusar del “nosotros”. No somos hijos de nada excepto de nuestro tiempo. Poco tenemos que ver con lo que ocurría aquí hace 2.000 años o en el siglo XV. Al pasado hay que acercarse de manera impersonal”.
La fuerza de las redes
Con ¡Qué no te cuenten historia (s)!, PreteritUM entra de lleno en los centros educativos de secundaria. De nuevo de la mano del indiscutible tirón de TikTok, el proyecto propuso un concurso para que los equipos docentes y los estudiantes localizaran esos mitos, falsas creencias y estereotipos equivocados. La convocatoria “resultó todo un éxito” que premió los mejores vídeos.
Equipo de investigación temporal es la acción más reciente de PreteritUM. Se trata de una aplicación móvil gratuita en la que el jugador o jugadora se pone en la piel de un profesional de la arqueología. “Reflexionamos sobre el método arqueológico, que es mucho mas que encontrar objetos y tesoros en una excavación. Exponemos la importancia de llevar a cabo una exhaustiva catalogación, un inventario que posibilita sacar conclusiones sobre un yacimiento”, argumenta Alejandro Egea.
No dar nada por sentado
El profesor lamenta que, hasta el momento, la tónica general de la aproximación histórica no vaya mucho más allá del libro de texto que en su día nos ‘obligaron’ a estudiar. “Aquellos manuales exponían la ‘verdad absoluta’ de un momento específico. Las propias editoriales deciden qué temáticas incluyen y qué dejan fuera”.
“La historia, como la arqueología, está sometida a la aparición de nuevas pruebas que reconstruyen momentos históricos”, continúa Egea. “Lo vemos constantemente, pese que los descubrimientos no sean tan deslumbrantes como en otras materias. Ahora sabemos, por ejemplo, que las mujeres también pintaban en la prehistoria. En realidad, la mujer siempre ha estado ahí, pero nadie la miraba. Tampoco los libros de historia. Pintaban, construían, inventaban… A nivel cronológico, hechos mal fechados se adelantan o se atrasan. Y, a la hora de interpretar una fuente, es importante saber que el enfoque de los historiadores no era igual en el siglo XIX o en el XXI”.
Corriente alternativa
Poco a poco, cambia el viejo paradigma. Ya no es inamovible. “Cuando buscas cosas distintas, las encuentras. La historia entró en las aulas en el siglo XIX para crear identidad y conciencia de pueblo. En aquel momento se la asoció al positivismo. Era una historia de generales, de guerras y héroes. Hemos roto el punto de vista único en favor de una mirada más poliédrica de lo ocurrido. ¿Qué pasaba con las mujeres, los niños, los marginados o los obreros de una fábrica?”.
Egea celebra el boom de ensayos, estudios y publicaciones en esa línea. “Diría que vivimos una revolución en la mirada hacia la historia. Las opciones son múltiples. En los vídeos de PreteritUM nos gusta diferenciar entre pasado e historia: la historia es el método para acercarte al pasado, y ese pasado puede ser variadísimo dependiendo de hacia dónde queramos mirar”.
Nuevos recursos
Lejos de demonizarlas, PreteritUM se sirve de las ventajas de las redes sociales como nuevo medio de comunicación y como plataforma de largo y amplio alcance. “La clave es aportar contenidos de calidad educativa y alto valor didáctico”, afirma Alejandro Egea. “No podemos caer en el error de rechazarlas. Nos sumamos a la ola.”
El profesor añade que “es un hecho” que niños y adultos vivimos 24 horas pegados a los dispositivos electrónicos. “Los más jóvenes usan TikTok de una manera brutal. La visibilidad que nos ha facilitado es increíble. Demostramos que es un soporte donde se puede ofrecer mucho más que bailes o contenidos superficiales. De hecho, están empezando a entrar divulgadores e instituciones científicas y culturales de renombre como el Museo del Prado”.
Feed back y la ninfa del olvido
El integrante de PreteritUM detalla que los docentes les han animado a celebrar una segunda edición de ¡Qué no te cuenten historia (s)!,con la que quieren llegar a más centros educativos. “Hay disciplinas, como la historia y la geografía, condenadas a la memorización. El inglés o las matemáticas ya se aprenden de otra manera, más práctica. Podemos enseñar historia con estrategias complementarias. Los alumnos y alumnas llevan a cabo sus investigaciones. No pasa nada si el resultado final es un vídeo, ya que es probable que ese aprendizaje les acompañe durante muchos años. Existe una corriente de cambio, pero aún imperan el libro y el examen posterior”.
Alejandro Egea y otros miembros de PreteritUM lideran el proyecto LETHE (dentro del programa de Erasmus+ de la UE). “Lethe era una ninfa del olvido. Durante tres años rescataremos historias ignoradas por el relato oficial. Miraremos donde nadie ha mirado; obviamente a las mujeres, pero también a los niños o los migrantes, así como a la historia de la tierra. ¿Qué ha pasado para haber llegado a este punto de emergencia climática? ¿Cómo ha influido la acción humana? Crearemos materiales que llevaremos a los centros para que trabajen desde nuevos puntos de vista”.