HAZ, Alianza por la Educación puede marcar ya el 26 de octubre como fecha del primer hito en su corta vida. Un “gran día”, como señaló Gonzalo Romero, responsable de Google for Education en España, porque se presentó el Playbook ‘Hacia una Educación personalizada: cómo la tecnología te ayuda a personalizar la Educación’.
Esta publicación, que no supera las 30 páginas, es sobre todo una declaración de intenciones: hay que comenzar cuanto antes a personalizar la educación. Y en ese proceso, todos, desde las grandes empresas que ya componen HAZ, la comunidad educativa y los poderes públicos deben remar en esa dirección. Su presidenta, Remedios Orrantia, abrió la presentación de este informe dejando claro que la administración tiene que apoyar este cambio de paradigma porque “es la única vía de futuro”.
El trabajo ha estado liderado por la escuela de negocios digital ISDI. Y fue su director, Javier Rodríguez Zapatero, quien expresó la voluntad de HAZ, Alianza por la Educación, en ser guía y no líder de ese cambio. “Una de las obsesiones de HAZ no es decir qué hacer sino cómo hacerlo”.
Rodríguez cerró el evento con una serie de reflexiones de calado filosófico, pero también metafísico. “La mayor parte de los seres humanos enfocamos nuestra energía en ver qué nos diferenciamos y no en ver qué podemos aportar”. Parafraseó a Sócrates para visibilizar cómo está de presente la necesidad de personalizar. De esta manera, se podrá exprimir lo mejor de cada alumno, en el caso del ámbito educativo.
Una teoría que apoyó Romero justificando que, a través de esta, se conseguirá crear “una sociedad más capacitada”. Él fue quien moderó la mesa redonda compuesta por Elena Ibáñez; Miguel Ujeda Gálvez y Ernesto Ferrández, quienes participaron en la elaboración de esta iniciativa.
Cómo personalizar la educación: hablan los expertos
Si bien haría falta “tirar todo para reconstruirlo”, en opinión de Rodríguez, el panel de expertos analizó y aportó soluciones a los escollos que encuentra la educación en España. Todos los jóvenes entran en sus respectivas aulas y reciben las mismas clases, cosa que para Ibáñez, fundadora de Singularity Experts, es un error.
“Cuando mezclas intereses, con habilidades cognitivas, con aptitudes, con formas de ver la vida… te das cuenta de que no hay un niño igual que otro”. Esta razón le lleva a defender que la pregunta debe ser “para qué” y no “por qué”: “lo que queremos es ser felices realizando actividades que busquen el máximo potencial de las personas”. Bajo esa filosofía, su plataforma de orientación profesional basada en IA ha sido premiada repetidas veces.
El mismo símil se podría hacer en otro aspecto de la rutina de un niño en el colegio: las tutorías. Ujeda, desde su conocimiento como director de innovación de Mirasur School y Líder de Google Educator Group (GEG) Spain, reflexionó sobre ellas para explicar lo que debería ser personalización. “El efecto sería que cuando un padre vaya a una tutoría de su hijo, que los padres sientan que les están hablando de su hijo. Cuando lleguemos a dar en el clavo de que ellos sientan que hablan de su hijo, estaremos en el buen camino”.
Por su parte, Ferrández, director de la EdTech iteNlearning, lamentó que la Medicina sí se haya puesto las pilas en esta cuestión. Mientras que la brecha educativa es “descomunal” entre personas y entornos. Bajo su punto de vista, si la primera es un ejemplo es porque creó “un sector intermedio” que se ocupó de digitalizar toda la Medicina. “Y en Educación eso no se ha hecho”.
¿Y los profesores?
Esa fue la pregunta que se formuló Ujeda. Tanto él como el resto de participantes en la presentación del Playbook de HAZ, Alianza por la Educación apremiaron a formar al profesorado en competencias digitales. “Aguantar diez años entrando y saliendo de distintas aulas, cargando con la formación de muchos alumnos… es muy complicado que resista esa labor sin unas herramientas adecuadas”.
Rodríguez, que ha liderado el grupo de trabajo de digitalización de la educación HAZ junto a Diana Bermúdez, Academic Innovation Officer de ISDI, equiparó a los profesores con figuras socialmente relevantes como médicos o jueces. “En cambio, estos tienen más reconocimiento público que el profesor”. Un oficio que hoy, en España, ni está bien remunerado ni trabaja en base a evidencias, apuntó.
Ellas permitirán también destinar de manera acertada el dinero público, valoró Ferrández. Además de creer en la apuesta por procesos cognitivos específicos, que irían desde la lectoescritura; los modelos de respuesta o niveles de adaptación según modelos neuropsicológicos disruptivos acordes con el siglo XXI.
Ibáñez, además de contar con las distintas figuras de la comunidad educativa, deslizó que esa educación personalizada deberá ser también heterogénea. “Deben participar en ella perfiles muy distintos. Gente que aporte de otros campos. Esto en la realidad de los colegios no llega a estar muy bien visto. Y es algo muy importante”. El director de ISDI recordó además que la balanza se equilibra si mejora la educación pública. “Si es excelente, será clave para igualar en oportunidades y aprovechar el talento. Además, hace que mejore la educación privada”.
