Objetivos 2030

Con la colaboración  de

Cosentino

Primeros vuelos internacionales con biocombustible creado con residuos

Iberia y Repsol se unen de nuevo para que la ruta Madrid-Washington, primera en hacerlo, realice el vuelo con biojet
iberia biocombustible

El pasado mes de julio, Iberia y Repsol firmaron un convenio de colaboración para llevar a cabo “una movilidad más sostenible”. Ahora, se ha inaugurado la ruta Madrid-Washington con un avión Airbus A330-200, bimotor, con capacidad para 288 pasajeros. La gran diferencia con las rutas comunes: que este utiliza biojet, el biocombustible creado con residuos no aptos para consumo humano de la industria agroalimentaria.

Este biocombustible pertenece a un lote producido en 2021 en la refinería del Grupo Repsol, Petronor, ubicada en Bilbao. Esto, unido al tipo de avión de Iberia, hace que se consuma un 15% menos de combustible que la flota a la que sustituyen, haciéndolo más sostenible.

A este primer vuelo sostenible -el primero en España fue un Madrid-Bilbao- se le une el de Madrid a San Francisco, y en tercer lugar, el de Madrid a Dallas. Solo con estos tres viajes, aseguran, se han reducido 125 toneladas las emisiones de CO2 a la atmósfera.

“Un sector como el aeronáutico necesita de soluciones como los biocombustibles para un proceso de descarbonización como el que nos encontramos. El compromiso de Repsol e Iberia nos sitúan a la vanguardia en este aspecto. Además, consolida nuestra posición como empresa multienergética con el objetivo de lograr cero emisiones netas en el año 2050, siendo la primera empresa del sector en adoptar esta ambiciosa meta”, ha declarado al respecto Josu Jon Imaz, consejero delegado de Repsol.

Planes sostenibles de Iberia para futuro

Por su parte, el presidente de Iberia, Javier Sánchez-Prieto, ha comentado que “la aviación tiene ante sí un reto muy desafiante que solo puede alcanzarse dando pasos como el de hoy, que promuevan la producción de los combustibles de origen sostenible en cantidad suficiente y con precios competitivos, para que eso nos permita avanzar en la transición ecológica del sector aéreo”.

Cabe destacar que, para los próximos años, Repsol e Iberia cuentan con una hoja de ruta para el uso de este tipo de biocombustible. Y es que, con estos tres vuelos, ambas compañías se han adelantado a las medidas que la Unión Europea fijó para 2025, como la obligación de un 2% de combustible de aviación sostenible. Los vuelos a Washington, Dallas y San Francisco ya incorporan ese 2%.

En el futuro, “se operarán nuevos vuelos con un porcentaje creciente de mezcla de biocombustibles que puede llegar hasta el 50%”. Este producto se elaborará en la primera planta de biocombustibles avanzados de España, que está previsto que entre en funcionamiento en 2023 en Cartagena.

Proyecto Aviator

Durante estos meses, desde que firmaran el acuerdo en julio, tanto Repsol como Iberia han trabajado en el proyecto Aviator, financiado por el Programa Horizonte 2020 de la Unión Europea (UE), que se dedica a analizar el impacto de las emisiones de aviación en la calidad del aire de los aeropuertos y los alrededores.

De hecho, se han realizado diversas mediciones de la emisión de partículas, compuestos orgánicos volátiles y gases (dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno y azufre), entre otros, derivados del funcionamiento de los motores convencionales de aviación.

Otros objetivos clave consisten en desarrollar sensores de bajo coste para determinar partículas ultrafinas, medir las emisiones en función de las condiciones climáticas (para lo que se trabajará en distintos aeropuertos europeos, entre ellos el de Madrid) y desarrollar modelos que permiten estudiar la microfísica real que se produce en la emisión de un motor de combustión.

Especiales