En países de bajos y medianos ingresos, la incidencia del cáncer está en aumento. Tal es el caso de Honduras, donde en las áreas rurales solo un número reducido de personas tiene acceso a alguna prueba de detección del cáncer. Pero un programa sencillo podría revertir la situación.
Un equipo internacional de investigadores encabezado por el Norris Cotton Cancer Center (Estados Unidos), con participación de La Liga Contra el Cáncer en San Pedro Sula (Honduras) ha probado un nuevo modelo de detección del cáncer “multifásico” que ofrece test para detectar múltiples tipos de cáncer en un solo examen.
El equipo seleccionó un área rural de las montañas hondureñas e involucró a los líderes de las comunidades locales para identificar posibles barreras que dificultan su participación. Así, desarrollaron estrategias simples para mitigarlas y obtuvieron buenos resultados.
"Cada una de las tres jornadas de detección atrajo a personas de más de 30 comunidades rurales diferentes. Durante los tres eventos, 1.175 participantes fueron evaluados y 190 recibieron recomendaciones para realizar seguimiento en los centros de cáncer urbanos. De esos 190, el 88% se adhirieron a la recomendación", ha apuntado Kathleen Lyons. Los hallazgos se publicaron recientemente en la revista ‘Journal of Global Oncology’.
El objetivo del equipo de investigación, denominado CLARO, es generar nuevos conocimientos para idear estrategias de prevención del cáncer que podrían implementarse en cualquier entorno rural del mundo, ya que solo es necesario un equipo de voluntarios, por ejemplo estudiantes de medicina, y un pequeño recinto, como una escuela.
En este caso “programamos los eventos de detección el fin de semana, cerca de casa, organizamos el transporte, comida caliente y usamos líderes locales para emitir invitaciones personales", ha apuntado Lyons. "En cada evento, los participantes fueron evaluados para detectar de dos a cinco tipos diferentes de cáncer, para maximizar lo que podría ser su única oportunidad de detección", ha añadido
El equipo está desarrollando un "conjunto de herramientas" del proceso que puede guiar a otras comunidades a organizar eventos de detección a gran escala, que se pueden personalizar para satisfacer las necesidades individuales de la comunidad.
A su juicio, frenar el aumento del cáncer en los países de bajos y medianos ingresos mediante prevención y detección temprana a través de pruebas de detección de cáncer basadas en la comunidad es una estrategia comprobada como factible de implementar y bien recibida por la población local.
Los obstáculos para detectar el cáncer
Tres desafíos principales complican los intentos de detección temprana de cáncer en los países de ingresos bajos a medianos. Primero, muchas veces hay poca conciencia del riesgo de cáncer en la población. Segundo, hay pocos programas de detección, y los que existen pueden estar limitados a una clínica en un área urbana del país. Finalmente, la fragmentación de los sistemas de salud dificulta el seguimiento adecuado, por lo que puede ser difícil navegar por el sistema local de atención médica para los pacientes que tienen un resultado de detección positivo.
Las áreas rurales de estos son particularmente vulnerables a las disparidades en el control del cáncer, a menudo debido a los desafíos geográficos para acceder a las oportunidades de prevención, detección y tratamiento. Los programas multifásicos, en los que se aplican múltiples pruebas de detección en el mismo evento, tienen el potencial de llegar a un gran segmento de la población cuando se utiliza en comunidades rurales.
A pesar del atractivo lógico de tal enfoque, la mayoría de los programas de detección se centran en un tipo de cáncer, y pocos estudios informan las tasas de participación en la detección multifásica en varios tipos de cáncer.