¿Cómo promovemos empleos de calidad para los jóvenes de América Latina y el Caribe?

BID empleo joven

Por Elena Heredero - Esta columna fue publicada originalmente en el blog Factor Trabajo del BID.

Eduardo Herrera es un joven que vive en la Ciudad de México. Dejó la escuela sin terminar la secundaria y estuvo trabajando en el sector informal de la economía. Llegó a tener hasta tres empleos informales y, como él mismo explica, “no logré nada, simplemente recibía la paga”. Y así es para la mayoría de los jóvenes entre 15-29 años de América Latina y el Caribe.

El estudio del BID Empleos para crecer calcula que un 64% de jóvenes de 15 a 29 años trabajan de manera informal. Es decir, trabajan sin protección contra riesgos laborales, sin ahorrar para la vejez, sin seguro social ni vacaciones, y en empresas poco productivas sin posibilidad de crecer. Además de la alta informalidad, otro problema que se ha venido documentando más recientemente es la alta inestabilidad del empleo. Se estima que uno de cada tres empleados no tendrá el mismo empleo en un año.

Además de la alta informalidad, otro problema que se ha venido documentando más recientemente es la alta inestabilidad del empleo. Se estima que uno de cada tres empleados no tendrá el mismo empleo en un año.

Una combinación nociva

Estas dos características de los mercados laborales de la región, informalidad más inestabilidad, forman una combinación nociva para las aspiraciones de los jóvenes. Porque si por lo menos los jóvenes pudieran después de estas primeras experiencias laborales en la informalidad encontrar mejores empleos en el sector formal de la economía, se vería alguna esperanza para sus trayectorias laborales y su movilidad social. Entonces, ¿cómo promovemos empleos de calidad y trayectorias laborales exitosas?

Primero, es importante que los jóvenes se informen sobre las oportunidades del mercado laboral en su localidad, ciudad o estado. A veces, los colegios, entidades de formación para el trabajo u organizaciones de la sociedad civil que sirven a la población joven, tienen algún orientador, trabajador social o psicólogo que puede hacer un primer análisis de intereses y preferencias laborales, y que puede referirles a servicios de intermediación laboral en oficinas de empleo o con entidades del sector privado y la sociedad civil que les ayudan a preparar su hoja de vida, cómo hacer una entrevista, cómo presentarse y buscar oportunidades más allá de la red de contactos de familiares y amigos.

Es necesario pasar por una etapa de autoconocimiento de intereses y fortalezas. De esa manera, los jóvenes podrán enfocar la búsqueda en trabajos que les gusten y que les permitan desarrollar una carrera profesional. En la región, países como Perú o Panamá, a través del Ministerio de Trabajo y de Educación, respectivamente, tienen estos servicios especializados para la juventud y a través de la iniciativa NEO liderada por el FOMIN, el BID y la Fundación Internacional para la Juventud, los están fortaleciendo para llegar con mejores herramientas y personal capacitado a los jóvenes vulnerables.

Buscando empleos de calidad

El objetivo está en buscar empleos de calidad, que no abundan en la región, pero que en muchos casos sí están publicados en portales de empleo públicos y se anuncian en ferias de empleo. Optar por uno de estos empleos no es una condición suficiente para tener una trayectoria ascendente, pero sí necesaria para abrir un nuevo horizonte de posibilidades a los jóvenes.

El objetivo está en buscar empleos de calidad, que no abundan en la región, pero que en muchos casos sí están publicados en portales de empleo públicos y se anuncian en ferias de empleo.

Una de las empresas socias de la iniciativa NEO, Arcos Dorados, es uno de los mayores empleadores de jóvenes de América Latina y el Caribe. En 2016, Arcos Dorados contrató a más de 73.000 jóvenes de hasta 25 años. Ese fue el caso de Eduardo Herrera, que lleva casi tres años trabajando para la compañía, ha sido promocionado a gerente de turno y se encuentra estudiando la preparatoria. Estas oportunidades de primer empleo formal permiten conocer oportunidades de trabajo diferentes, con capacitación continua, compensaciones y beneficios competitivos y horarios flexibles para continuar estudiando si fuese posible. De hecho, un dato que no se conoce tanto de Arcos Dorados es que un 35% de los ejecutivos que actualmente conforman el equipo directivo comenzaron en los restaurantes.

A pesar de las dificultades que la región enfrenta para crear empleos de calidad, existen buenos empleos en todos los rubros de la economía. Para que los jóvenes puedan acceder a estas oportunidades se debe contar con mejores sistemas de información, orientación, capacitación e intermediación laboral. Así los jóvenes podrán prepararse, acceder a ellos y tener carreras de éxito que permitan aportar al crecimiento de los países junto al crecimiento de ellos mismos como personas.

 

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